El arma mas poderosa de la rebeldía.

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¿De que manera podemos ponerle un freno?

Venga, escucho ideas.

Yamai: Pu-pues mi diosa, y-yo llevo casi dos semanas intentando quitarle esa piedra de el zapato.-

Komi: ¿Qué táctica usaste?.- pregunto extrañada por la revelación.-  

Jeje, pues...

Tadano se encontraba leyendo tranquilo en la biblioteca, la yandere se acerco lentamente a el, intentando no hacer ni el mas mínimo ruido. Hitohito seguía con la atención completamente puesta en las escrituras, en ese preciso momento Ren abrió lentamente su bolso, buscando el cuchillo que siempre guardaba consigo. Pero no tardo en palidecer al darse cuenta que el objeto no estaba en su lugar.

Tadano: ¿Buscabas esto?.- sin darse la vuelta a mirarla el sostenía el cuchillo que buscaba desesperadamente su atacante.- creo que se te cayo... ¿Lo quieres de regreso?.-

Dos días después.

El pelinegro comía con aburrimiento su almuerzo, en un momento dado el chico se distrajo con su teléfono, la castaña se acerco a su mesa rápidamente y en su comida hecho una cantidad bastante alta de veneno para ratas. Una vez sintió que era suficiente se alejo velozmente de el lugar a esconderse detrás de uno de los estantes de la biblioteca. El emperador agarro la cuchara y la acerco a su boca, pero antes de ingerir los envenados alimento puso una sonrisa. El tirano agarro su bento y lo arrojo a la basura, para posteriormente acercarse a Agari.

Tadano: Oye idiota, dame tu comida, te vendría bien ponerte a dieta.- la peliverde lo miro con resentimiento, pero también con pavor.-

Himiko: No, ve-vete a la mierda.- Tadano le sonrió complacido a su ex esclava, antes de darse la vuelta y caminar a la salida de la biblioteca.-

Tadano: Como quieras Peppa, a diferencia de ti yo no me voy a poner violento por algo tan mundano como la comida...- Ren veía a la distancia, frustrada ante el fracaso de su plan maestro.-

In-incluso intente pagándole a un par de matones para que le hicieran una "Tonya Harding".

La castaña esperaba pacientemente afuera del callejón, con una sonrisa tétrica en el rostro, hace mas de un minuto que se dejaron de escuchar los gritos... Finalmente ella vio una silueta salir de la oscuridad, para su sorpresa era el emperador, quien con una expresión arrogante estaba limpiando la suciedad de su traje. Al entrar al oscuro callejón vio a ambos matones tirados en el suelo, uno parecía estar completamente noqueado y el otro lanzaba ahogados quejido de dolor mientras se sostenía una pierna, a su lado estaba un bate partido a la mitad, dando una idea clara de lo que paso.

¡Por Dios, me hizo desesperar tanto!.

Tadano caminaba por las calles, intentando llegar a la escuela. Lo que no sabia es que Yamai estaba atrás de el, acechándolo con un pañuelo en su mano. Cuando finalmente estuvo cerca de el muchacho, hizo un ágil movimiento para ponerle el trapo en la cara.

Tadano: ¡Oh, un centavo!.- el pelinegro se agacho evadiendo el movimiento de la castaña. Ella estuvo por repetir la jugada por segunda vez, pero en eso...- ¿puedes creerlo Yamai?, con esto estoy cada vez mas cerca de pagarte la terapia.- 

¡E-estaba tan desesperada que hice algo que nunca creí que me vería obligada a intentar!.

Hitohito estaba sentado en una de las bancas del parque, con los ojos cerrados, posiblemente disfrutando de el relajado ambiente, lo que el no sabia era que la yandere lo había seguido, con la dignidad por el suelo agarro un gato callejero que la rasguño mas de una vez, casi arrancándole la cara. Con la esperanza de que le le sacara los ojos al emperador se lo arrojo directo al rostro. Hitohito abrió los ojos con sorpresa, viendo fijamente al gato de color amarillo, quien no tardo en lanzarle un maullido.

Eres Un Verdadero Cretino TadanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora