acting - Heesun

02

acting

Heeseung manejaba su lujoso carro con la furia tomando el control. Estaba molesto y sentía que su día se había ido al carajo por culpa de Kim Sunoo.

Llevaba ese terrible conjunto de ropa y más de una persona le había visto con sorpresa. No dudaba de que el Internet estuviera volviéndose loco y eso le daba demasiada pesadez. ¿Qué pensarían de él? Apretaba con fuerza el volante y en vez de ir a su mansión se desvío al penthouse de su "pareja".

No lo hacia por gusto, odiaba ese espacio porque era tan Sunoo que le asqueaba, pero ahora solo le podía ganar la ira. Iría simplemente a dejarle en claro que no podía jugar con él y que tomara en cuenta que tener una relación falsa no significaba tomarse esas confianzas.

En cuanto estuvo en el edificio le dejó las llaves al botones que le vio sorprendido por su vestimenta y a pesar de recibir tantas miradas en ese día no terminaba de acostumbrarse.

Ya dentro del edificio le sonrió a algunos trabajadores y tomó el ascensor para colocar la tarjeta del departamento de Sunoo. Era parte de su trato, él tenía acceso al espacio de Sunoo y Sunoo tenía acceso al suyo, aunque nunca ocuparan ese comodín.

Heeseung apretó su teléfono móvil entre manos y en cuanto la puerta se abrió entró sin dudarlo. Formó una mueca al sentir el aroma a canela que inundaba el espacio y es que sunoo ocupaba un aroma distinto de inciensos dependiendo de su estado o situación.

Intentó acostumbrarse al aroma y observó el departamento. Al parecer había cambiado unos muebles desde la última vez que fue, pero lo que seguía intacto eran las plantas que decoraban el lugar.

No mentía cuando decía que habían miles de plantas. Plantas pequeñas decorando cada mesa y unas macetas grandes al lado de los sillones. Heeseung sentía que estaba en la jodida selva y tan solo quería largarse de ahí después de dejar en claro unas cosas.

Se adentró en el lugar, pasando por la sala y después buscando en el comedor y cocina. No estaba ahí pero si notó dos platos de comida a medio acabar sobre la mesa.

—¿visitas...? — se cuestionó así mismo y se agradeció por no haber armado un escándalo.

Decidió ir hacia la puerta de la habitación de Sunoo que se encontraba cerrada pero podía escuchar una discusión ahí adentro.

—¿podrías parar? Todo está bien entre nosotros—- dijo Sunoo con un tono de voz cansado —. Él me ama ¿por qué no puedes creer que alguien está dispuesto a amarme? — sonaba dolido y Heeseung tan solo rodó los ojos.

—deberías cuidarlo, miles de personas andan tras él y probablemente actúen mejor que tú — la cruel voz de su madre se hizo presente y Heeseung frunció el ceño.

Odiaba a esa mujer con toda su vida, quizá porque le recordaba un poco así mismo.

—mamá, Heeseung me ama por como soy — el mencionado contuvo una risa tras la puerta.

Si claro, Heeseung amaba tanto a sunoo que le regalaría cada día galletitas de nuez -sunoo es alérgico-. Había decidido largarse de ahí sin más pero, el sonido de algo quebrándose le asustó logrando que la mujer abriera la puerta con sorpresa.

—¡pero si es Heeseungie! — la mujer lo observó de pies a cabeza para después fingir una sonrisa y llevarlo dentro de la habitación donde sunoo se mantuvo quieto.

—es un gusto verla, señora Kim— habló Heeseung con esa encantadora sonrisa que poseía.

La mujer no tardó en ensanchar su sonrisa y recoger algo, en ese momento Heeseung notó la cajita musical que ahora estaba rota.