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Llegamos a la tienda de trajes, tenía que conseguirle uno negro a Jungkook lo más rápido posible para poder irme arreglar.

" Lo que sucede cuando dejas todo de último park Jimin".

- no creo que sea necesario vestirme todos los trajes jimin- dice rascando su cuello, se veía incómodo.

- claro que sí lo es, hay que elegir el que mejor te quede.

- es que no creo que sea necesario.

- si lo es, eres mi guarda espalda Jungkook- le recuerdo- y tienes que ir vestido como tal.

- si jimin, pero no esperas a que me vista casi doscientos trajes.

- ay que averiguar cuál te queda mejor.

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Llevábamos al rededor de dos horas en este local, ya me estaba dando sueño, me he probado demasiado trajes pero a jimin ninguno le a gustado dice que se me ven " poco original", lo que pensé que seria fácil resultó siendo difícil.

- prueba este Jungkook- la misma oración que llevaba escuchando todo este tiempo.

- otro más- suspiro.

Miro el traje, y este era completamente negro, " ojalá y sea el último".

Entro al vestidor, después de unos minutos acomodando los últimos detalles salí, lastimosamente no podía verme antes, en el lugar donde uno se colocaba el traje no había un espejo para poder verse, tocaba con las críticas de jimin.

Salí del vestidor, acomodando un manga y dirigí mi mirada a jimin quien se encontraba sentado con sus codos en sus muslos mientras sus manos sostenían su barbilla.

Veo hace un gesto asombrado, "¿ Le abra gustado?", Solo espero que así fuera ya quería irme.

- ¿Y?- veo que aún no despega sus ojos de mi cuerpo.

-¡ Te queda excelente!- chillo dando saltitos.

Suspiré después de ver lo emocionado que se veía, no pude evitar ver el gesto que hacía cuando me miraba, mordiendo su labio levemente.

- te gusta?- pregunté modelando para el, me sentía algo ridículo por lo que estaba haciendo.

- ¡Me facina!- dijo casi gritando.

Veo como se acerca a mi y tomandome desprevenido agarro mi corbata y con fuerza jalo de ella, acercándome peligrosamente a sus labios.

- aunque- susurró rozando su nariz contra la mía- no sé si me gusta el traje o tal vez- paso la punta de su lengua por mis labios, dejándome en un estado de bloque de hielo- no se sí me gusta más quien lo está usando- sus labios estaba peligrosamente demasiado cerca, con toda la confianza del mundo agarre su cintura y lo pegue más a mi cuerpo.

- estás jugando con fuego pequeño- vasile acercándome a sus labios- y creo que no te querrás quemar.

- pero y si es a lo contrario- dijo en voz baja- si en realidad me quiero quemar.

Pase saliva en mi garganta y apreté más fuerte mi agarre en su cintura, se muy bien que una marca de mis manos quedaría sobre su piel.

Me fui acercando lentamente a sus labios, esos labios esponjosos que desde la primera palabra que salió de ellos ya quería comerlos, probarlos, y marcarlos como mío, llámenme loco pero este enano era un demonio y mi perdición toda junta.

Cuando nuestros labios por fin se tocaron sentí muchas emociones juntas que causaba un revuelto en mi estómago y la verdad nunca pensé decir la verdadera frase de " sentí mariposas en el estómago".

seré tu guarda espalda "Kookmin"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora