Three

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—Brooke, despierta— escuche la voz de mi hermano, al abrir mis ojos lo encontré en la puerta de mi habitación. Rápidamente me voltee dándole la espalda, odiaba las mañanas— Debes ir a la escuela.

Cállatele tire una almohada.

—Hey— escuche la queja de mi padre— Levántate, cámbiate y ve a desayunar jovencita.

Suspire, me reincorpore en la cama y al ver a mi hermano dedicándome una sonrisa burlona le saque la lengua, este solo rió y salió de mi habitación.

Me levanté, camine a mi armario de princesa y saque la ropa que usaría hoy. Un vestido color rojo, con flores pequeñas de color blanco. Camine al baño, hice mis necesidades, para luego lavar mis manos y lavarme los dientes. Una vez lista agarre mi mochila color rosa y baje a desayunar.

—Buen día princesa— mi madre camina hacia mi para dejar un cálido beso en mi cabeza— Veo que estás de mal humor.

—Odio las mañanas mami— suspiro para luego sentarme en mi silla, dejando mis pies colgando esperando que mamá me deje el tazón de cereal con yogurt— ¿Y Jack?

—Ya se fue, amor. Vuelve más tarde.

—Odio que se vaya sin decir adiós.

—Asi es tu hermano— ríe mamá— Pero bueno, recuerda que cuando vuelvas del colegio tendremos nuestro día— se agacha mamá para quedar a mi altura regalándome una sonrisa y luego deja un beso en mi mejilla haciéndome que sonría— Amo tu sonrisa, Brooke.

—Cariño— escucho a mi padre llamarla desde la puerta, está al girar su cabeza deja de sonreír.

—Brooke, se te hace tarde. El autobús está por pasar— me sonríe mamá.

Mama agarra mi mochila rápidamente para luego agarrar mi brazo y sacarme del lugar.

—Brooke, te amo ¿si?— mamá acomoda el cuello lo que venía con el vestido dedicándome una sonrisa... ¿triste? ¿Por qué estaría triste?— Yo y tu padre te amamos más a nada.

—Lo se mamá— suelto una risa que hace que mi madre me empuje a sus brazos a lo lejos escucho a mi padre hablar con alguien pero de alguna manera no logro escuchar bien esa conversación— Mamá, el autobús.

—Te amo mi niña.

—Brooke.

Despierto en un auto, viendo a Stefan con el ceño fruncido ante mi expresión de asustada.

—¿Estás bien?— asiento dejándolo no muy convencido— Llegamos.

Al bajar del auto veo que estaba en un depósito, a lo lejos veo los ataúdes que Klaus siempre llevaba consigo. Bostezo para luego frotarme los ojos y estirarme, luego veo como ambos vampiros se alejan, provocando que agarre mi pequeño kit de higiene personal, adentro habían unas pequeñas toallas, su cepillo de dientes, pasta dental, un peine y unas cremas. 

Camino hacia los vampiros que estaban discutiendo.

—¿Por qué seguimos contigo? Ya nos divertimos, tus híbridos fallaron ¿No quieres vivir en paz?

—Veremos a mi bruja favorita— habla Klaus ignorando todas las preguntas de Stefan— Si alguien puede ayudarnos con mis híbridos es ella.

—¿Ayudarnos? A nosotros ni siquiera nos importa tus estúpidos híbridos Klaus. ¿No puedes dejarnos ir y ya?

—Sabes, encanto, creí que esté era el pesimista en este trío.

...

El trío se movía en auto viendo por las ventanas las calles de la ciudad. Brooke no podía negar que la ciudad era bastante linda, pero algo le decía que este lugar iba a tener bastante sorpresa en ella.

𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 | 𝙳𝚊𝚖𝚘𝚗 𝚂𝚊𝚕𝚟𝚊𝚝𝚘𝚛𝚎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora