Issues [+18] | Eli "Halcón" Moskowitz y Tú

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____ POV'S:
Había despertado en plena madrugada, 3:00 am para ser exacta, porque no podía dormir. Agarré la cocaina de mi mesa de noche y salí de mi cuarto a hurtadillas y sin hacer mucho ruido. Comencé a bajar las escaleras en camino a los cuartos de abajo.

-¿___?-habló mi abuelo- ¿Qué haces despierta a esta hora?

-No puedo dormir. Saldré a afuera para tomar un poco de aire fresco quizás sea lo que necesito.

-Bueno, avísanos a tu abuela y a mi si necesitas algo.

-Claro abuelo, sigue descansando.

Este subió las escaleras y me aseguré que no estuviera para salir al balcón de atrás y sentarme frente al mueble quedando a la altura de la mesa. Hice una línea sobre el cristal de esta y lo pensé varías veces. Sin pensarlo una vez más lo inhalé.

Esto no está bien.

Ignoré esa pequeña voz en mi cabeza y lo hice una vez más. Al lograr de tener un poco de efecto me levanté y comencé a caminar por el jardín hasta cruzar la calle para ir a la casa de Eli. Ya cuando llegué a su casa toqué la ventana de su cuarto, del cual no recibí respuesta.

¿Este idiota no piensa abrir?

Toqué la ventana una vez más, pero esta vez un poco más fuerte. Este la abrió un poco asustado y al verme una reacción de alivio de dibujó en su cara.

-¿Mi amor qué haces despierta a esta hora?

-No puedo dormir, y bueno quizás me haya drogado antes de venir.

-Dios mío, ___. ¿Cómo se te ocurre?

-¿Me dejarás pasar o no?

-No pienso dejarte ahí afuera. Ve a la puerta de atrás abriré la puerta.

Acto seguido este cerró la puerta y se puso una camiseta. Comencé a caminar hacia donde me dijo y esperé a que este abriera.

-Entra-dijo al abrir la puerta-

Definitivamente no le gusta la idea de que esté drogada.

Este revisó el bolsillo de mis pantalones de pijama para encontrar la cocaina ella.

-No hagas esto. Te haces daño, y tampoco quiero perderte a causa de esto.

Este la tiró a la basura y agarró mis mejillas para besar mis labios.

-Te amo, y eres importante para mi.

-Eli yo...

-No tienes que decir nada. Acude a mi cuanto te sientas mal. Incluso si nos separamos, ven a mi. Siempre estaré aquí para ti.

Sin decir nada más nos dirigimos a su cuarto dónde me senté en medio de su cama. Este se sentó frente a mi, yo solo me dediqué a quedarme callada. No dudé un minuto más y me senté en su regazo para abrazarlo. Se siente tan bien. Dejé un beso en su cuello y luego en su mejilla, para así nuestras miradas encontrarse.

-Carajo. Tu mirada es mucho más sexy aún así tengas ojos rojos.

-Por favor, no lo romantices. Está mal que lo haga.

-No lo hago-besó mis labios-

-Halcón.

-¿Qué sucede cariño?-acarició mi mejilla-

-Me gustaría tener sexo contigo ahora, pero tengo mucho sueño. ¿Podemos dormir acurrucados? -este sonrió divertido y asintió-

Nos acomodamos uno al lado del otro y me acurruqué a él. Lo abracé como si no hubiera mañana y logré conciliar el sueño.