Incubus ~Terminada~

Pacto de sangre.

A petición y prepotencia de
Itzellcruz99

🚩🚩

Sumidos en aquel romanticismo, Jeon la apego a su cuerpo, rodeando su brazo en su cintura, Haydee gimoteo complacida.

Llevaba tiempo con DoJun, saliendo y en citas, tuvieron muchas oportunidades para entregarse mutuamente, pero para ser franca, ella no se sentía nada cómoda con la rigidez de sus manos recorriendo su cuerpo, era tan bruto y áspero que la impacientaba, cohibia y cortaba la poca seducción del momento.

En cambio este ser, era todo un gentil, sus manos la tocaban con cariño, con anhelo y paciencia, sabía cómo hacerla sentir bien y podía saber que era correcto lo que sucedía en ese momento.

Su lengua la poseía agradablemente y con desespero, con uno cómodo que la hacía querer más, averiguar hasta donde la podía hacerle llegar.

Prematuramente desvistió el torso del varón, soltando sus labios solo para ver dónde estaba cada prenda de ropa, los botones de la camisa apenas pasaban por sus dedos abrían paso a un espectacular cuerpo que, claramente no era de DoJun, ansiando querer más.

Jungkook, también hizo lo suyo, agarró la chamarra y la desprendió, luego la blusa que impaciento su deseo y apenas desabrochó unos cuantos botones, la levantó para quitarla de su cuerpo, sus cabellos al caer fueron el paisaje más bello y paradisíaco que provocó su miembro levantarse de un toque electrico, esos pechos magníficos y redondos, lo hicieron explotar en hormonas.

El roce de sus toros les hacía erizar la piel, sus pectorales masajeaba los pezones endurecidos, el sudor comenzó a salir por cada poro y los besos se volvían más demandantes.

Haydee tomo el rostro del muchacho, mirando con atención cada faccion, ¡Que ganas de pedirle que se mostrará tal cual es! ...

Las palabras no salieron de su boca, con cautela el volvió al ósculo y en paciencia retomo el calor que había sido interrumpido.

Al cerrar los ojos, Haydee pudo traer a su memoria aquella perfección de cara, las facciones que siempre le gustaron, desde pequeña que siempre vivió en su memoria y por esa razón, lo pinto en cada lienzo o cuaderno que tenía.

Jeon bajo sus manos por aquellos fortalecidos muslos y la cargo sobre su cintura, aún ahí, arrodillados en el piso de la pequeña sala en el departamento, levitó con ella en brazos y con cuidado se dejo caer sobre ella, sin dañarla, sin presionarla.

Seguía en aquel precipicio, queriendo hundirse aún más, una sensación mareante y embriagadora, ¿Por que demonios no lo había sentido antes? ... Claramente, ese era el momento justo.

Beso con delicadeza por su cuello, bajando y contorneado su clavícula, siguiendo por su pecho hasta llegar a los montículos que le sobresalían, despejando de la tela del brasier, beso, chupó, y succionó de cada uno.

Se sentía un primerizo, después de miles de años trabajando como un follador en los sueños de otros, se sentía como un verdadero primerizo, lleno de nerviosismo y ansiedad, adivinando como y donde tocar.

Pero tenía una buena guía, aquellos gemidos emitidos por su acompañante eran la confirmación que iba por buen camino.

Bajo su mano, desparramando sensualidad y el sudor de la cintura de ella, hasta llegar a aquel nudo de la pretina de su olgado pantalón, por ningún motivo ella lo detuvo, introdujo su mano esparciendo el líquido caliente de su intimidad y jugo en la protuberancia llena de nervios.

Un jadeo poseyente y liberador salió de los labios de Haydee, uno que jamás emitió, jamás de los jamases, ni en sueños, enterrando su cabeza en el suave piso de la sala, creando el ambiente perfecto para dejarlos llevar al siguiente paso.