El fin de semana, Haydee pidió un permiso para faltar al trabajo, por lo que Jungkook no la vio por dos días.
Debía pensar seriamente en lo que debía hacer, seguir con sus planes o simple y llanamente destruirlo cómo lo hizo con ella.
Se encerro en la soledad de su pequeño departamento y ahí se quedó.
El domingo, luego de terminar su hora laboral, Kook tomo un Té de Manzanilla, con dos cucharadas de miel, un trozo de tarta y un muffins con chispas de chocolate, acomodo en una bandeja y se dirigió hacia la casa de ella.
Todo el camino interactuo con el mismo las posibles palabras que le diría, cómo se lo diría y las respuestas que esperaba, se arrepentia y volvía a practicar.
Era un hombre enamorado, y quién lo viera así se extrañaría al conocer su pasado, los mismos demonios que pasaban por ahí no se imaginaban que el era el temido Vulgasi de quienes tanto ayeron.
No quedaba ni pizca de aquel ser oscuro en aquel ser humano.
Los angeles se sentían comprensibles, y desesperanzados, podían ver en su futuro que no duraría mucho tiempo así, la línea de vida que Jeon tenía, no era tan larga como se esperaba, cómo el quería.
Al llegar al edificio, miro hacia la ventana, una luz tenue iluminaba el interior, respiro profundo y se adentro.
Tocó un par de veces la puerta, pero nadie abría, no se oía nada, no respondían a sus llamados, entonces decidió dejar colgada la bolsa de la Majilla de la puerta, desilucionado volvió por sus propios pasos, calle abajo, deseaba tanto verla que no esperaba no ser así.
— Déjame!! —escucho a una chica— Te estoy pagando...
— Has bebido mucho —dijo una mayor— Ve a casa, debes descansar.
— Señora Jyu ... Por favor —se arrodilló frente a ella— Quiero olvidarlo, quiero sacarlo de mi, quiero odiarlo por todo lo que me hizo
— Embriagarse hasta quedar inconsciente no es la solución, cuando despiertes aún estara ahí.
— Entonces ¿Que hago? —la mujer guardó silencio, ni ella sabía la respuesta a esa pregunta.
Atormentada por los recuerdos, la chica bajo la vista derrotada y se levantó para ir a su casa, al quedar frente al muchacho cruzaron miradas.
Las lágrimas por parte de ella brotaron sincesar, en tanto el, paso aire por su garganta arrepintiendose una vez más de todo lo que hizo, su cuerpo se congelo, jamás debió seguir esos impulsos, ahora, tenía consecuencias irreparables.
Cómo no recibía ninguna palabra por parte de el, Haydee se encamino hasta su casa, podrían ser tan felices, pero el orgullo y dolor entre ellos los alejaba lo sufriente como para que ese hilo rojo estubiera a punto de cortarse.
Literalmente pendía de un hilo.
— ¿Puedo acompañarte a casa? —dijo casi en un grito, Jungkook.
— Ya no tiene caso —apresuro los pasos.
No obstante, el no se quedaría ahí, la siguió lejano, cuidando que nada le pasará, cuidando que estuviese a salvó y cuidando que no se diera cuenta de ello.
Ojalá y la hubiera cuidado tanto hace un mes como la cuida ahora.
A veces dudaba, las ganas de llamar a Jimin y pedirle que una su hilo a otra persona, que sea feliz y el volver a ser un demonio lo carcomía, pero eso sería de cobardes, y Jeon Jungkook jamás se daba por vencido.
La vio ingresar a su edificio, vio la sombra caminar por el interior y luego, vio como las luces se apagaron, con eso, fue suficiente para que se encaminará a su propiedad con su madre.
— Omma, llegué —dijo en un tono bajo.
— ¿Ya te cansaste de trabajar? —sintió el leve beso en su mejilla, tal acto la impresionó.
— No, son solo... Cosas.
— ¿Cosas?... ¿Que cosas? —sirvio la cena en los platos.
— Una chica —murmuro viendo un punto fijo, su madre al fin encontraba razón al enorme cambio de actitud.
— ¿Y esa chica?... ¿Es linda?
— La más hermosa que he visto, pero le hice daño, y ahora me arrepiento —dijo soltando un llanto doloroso— ¿Cómo lo remedio? ¿Cómo hago para que deje de odiarme y me ame? —su madre lo abrazo sobando su espalda— Omma, la amo tanto y la siento cada vez más lejos de mi.
— Ay, Cariño... Estoy muy segura que encontraras la manera.
— ¿Y si la dejo? —la miro con sus ojos apagados — ¿Y hago lo que ella quiere y me alejo? Omma, ¿Me perdonarias por dejarte sola de nuevo?
— ¿De que hablas, amor? ... A quien vas a dejar es a ella, no a mi. Yo siempre voy a estar aquí, para siempre, contigo, apoyándote, enseñándote —Kook bajo la vista— ¿No piensas irte a otro lugar, verdad? —ante el silencio su madre se molesto— Jungkookah, esa muchachita y yo somos diferentes, quieres darte por vencido con ella haslo, pero dónde tú vayas iré yo ... Ahora come que se enfría la cena
Muy molesta fue hasta su lugar, y más molesta aún comió del platillo que había preparado con dedicación.
¿Podría ser la única solución?
¿Podría vivir toda una eternidad amarrado al infierno?,
¿Podría seguir viendo a su latido cada 100 años feliz con otra persona?
Y aún peor...
¿Podría renunciar a una vida y reencarnaciones futuras con su madre?
Por amor... Si podría.
Las preguntas venían de la mano con la misma respuesta, ya estaba decidido, no hay duda en el que lo haga pensar y querer otra cosa.
Había sido lindo mientras duró, conocer a su mamá fue una linda experiencia.
Era momento de despedirse.
Ayudo a su madre a limpiar, lo hicieron sonriendo, debía hacerlo para no demostrar dolor, quería llevarse un buen recuerdo de ese momento.
Inevitablemente abrazo con fuerza a la mujer, la ama, es su progenitora y le dijo que la ama, un escalofríos recorrió el cuerpo de ésta y lo vio irse a su cuarto.
Recostado en su cama esperaba encontrarse con Jimin, cayó en un profundo sueño con ese deseo de despertar como demonio, fue en ese momento en que una luz cegadora llegó hasta sus ojos.
Triste, pero cierto.
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