Incubus ~Terminada~

Una noche juntos

Muy nerviosa Haydee miro de reojo con una sonrisa sutil en sus labios a la mujer que no le despegaba la vista de encima.

— ¿Que te hizo mi hijo? —inmediatamente ella dejo de sonreír.

— ¿Que?

— ¿Fue muy malo como para que dejes de amarlo? — la chica trago aire.

¿Han sentido alguna vez que sus padres los acorralan en una situación difícil y todo lo que digan puede ser usado en su contra?

Pues así se sintió ella.

Si le contaba el dolor que llevaba dentro podría romper la relación madre e hijo, o quizás ella lo apoye, por algo Jungkook es así como es.

Y si lo dejaba pasar, su madre podría pensar que no fue tan grave, que es una exagerada y la rabia estaría dirigida hacia ella.

Se vio en una citación difícil, y solo una frase se le ocurrió decir.

— Nunca podría dejar de amarlo —de seguro la mayor quedaría más tranquila así.

— ¿Entonces porque lo haces llorar? —dio un paso hasta ella— ¿Por qué mi hijo lloro anoche, diciendo que tú lo odias, despidiéndose como si se fuera lejos incluso de mi?

— Señora, Jeon... Lo siento mucho, no fue mi intención, yo...

—Omma! —La muchacha guardó silencio con sus ojos llorosos.

— Ya limpiaste tu cuarto —dijo con una silueta en sus labios.

— Haydee, sube, iré en un momento —miro a ambos que se miraban entre ellos— Que subas —repitio el y ella entre trotes fue hasta el cuarto.

— Es linda, tienes razón, pero te está haciendo sufrir, no deberías rogarle a nadie por amor, Jungkook, puedes tener a la mujer que quieras, eres guapo, apuesto y...

— Omma!... Haydee se me declaro hace mucho, me aproveche de ello y la traje a casa cuando tú trabajabas, se entregó a mi, y al día siguiente me vio con otra chica —su madre bajo la vista decepcionada.

La historia se repetía, a ella, el padre de Jungkook le había hecho lo mismo, exactamente lo mismo.

— ¿Te cuidaste? —el nego— Asegúrate de comprar un test de embarazo —volvio a verlo— Y si ella espera un bebé yo misma me aseguraré de que no la dejes como tu padre me dejó a mi.

— No tenía pensado dejarla.

— Claro que sí, anoche te despediste, estoy muy segura que tenías pensado dejarnos, a ambas.

En el segundo piso Haydee en el umbral de la puerta escucho cada palabra, estar embarazada sería un desastre, no pensó en esa posibilidad, un hijo en sus planes sería catastrófico, no lo quería, no lo necesitaba, y odio aún más a Jungkook.

Limpio sus lágrimas y por el rabillo de su ojo miro el cuerpo de Jeon que la observaba, las cosas estaban empeorando. Así lo sintieron ambos.

Entraron en silencio, ninguno dijo palabra, los recuerdos se hicieron presentes, los gemidos, los besos, los detalles, cada cosa de esa noche y el dolo quemaba el pecho de Haydee, necesitaba salir de ahí, corriendo y no volver jamás.

No podía perdonarlo.

— Siéntate —indico el escritorio, asi lo hizo, escondiendo sus lágrimas—

— Empecemos con la Tarea, quiero irme de aquí —dijo viendo la cama.

Tomaron los cuaderno, la laptop y comenzaron a trabajar, Jeon escribía en el programa, mientras ella resolvía unos problemas desde el cuaderno.