Promesa

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- ¿Quieres que te mande de nuevo al infierno?

- Literalmente te enviaré al cielo de los golpes que te daré estúpido Angel.

- Dios!... Soy un Dios... No se te olvide que soy superior a ti.

- ¿Superior?... ¿Superior? ... Si quisiera arruinaría tu relación con mi madre!... -grito con desespero- Por tu estupidez la perderé... No has servido de ayuda en ningún momento, me enviaste a un lugar donde me odio, y cuando al fin la sentí en mis brazos ella se va y tú me impiden ir con ella, para ti todo fue fácil.

- ¿Crees que fue fácil para mí?... Espere más de 1000 años por estar con mi latido, la tenía tan cerca, pero cada que me acercaba a ella aparecía el mal nacido de tu padre amenazando contra su vida, las primeras veces no lo escuché, y ella vivió las consecuencias, la ví morir, en mis brazos, y ¿Crees que fue fácil para mí?

- Yo... No lo sabía.

- Claro que no, jamás lo preguntaste, y escuchaba bien, estúpido demonio, tienes el aura más brillante que he conocido en mis años de experiencia, y eso solo se debe a Lyu, a Haydee, no dejaré que la pierdas, ¿Oyes?

- Si -respondio arrepentido.

- Ahora baja y ve al segundo piso, niño estúpido -reprendio con molestia.

- Jiminssi, lo siento.

- Soy Jimin, para ti, o señor Park, ahora ve... Ve antes que pierda mi paciencia.

Ante esa mirada fría que caló sus huesos, Jungkook bajo del carro adentrando se arrepentido por sus palabras ante el ser de luz, perfectamente podría ser un temible demonio, por algo era hermano de Tae, el dios oscuro.

Su madre lo recibió en la entrada, sus miradas cómplices y una sonrisa de ella le confirmaba que Haydee decidió no irse, un suspiro abandonó el cuerpo de Jeon alejando también todo miedo ante esa posibilidad.

Tímidamente subió la escala, en el segundo piso solo habían tres habitación y un baño, todo eso, lo usaba Jeon, pues su madre tenía su cuarto en la planta baja y también su baño.

En una de las habitaciones oyó ruidos, un tarareo sutil que le recordó viejos tiempos junto a un lago viendo las estrellas y luna que acompañaban a una joven pareja, una plebeya y su majestad.

Se detuvo en el umbral, viendo a la chiquilla ordenar ropa frente a un closet, sonriente y feliz, hace mucho no la miraba brillar tanto como ahora.

Haydee giro en dirección a su cama, en ese trayecto vio a Jungkook observándola, sintió nervios, arrugó la ropa en su mano y deslizo su cabello tras su oreja.

- Tu madre me dijo que podría quedarme -se excuso- Pero... Pero si quieres puedo -camino al closet tomando sus cosas - puedo irme, le diré a Yoongi que me reciba y .... -sintio sus manos en la cintura.

- Quédate conmigo -la muchacha trago aire- puedes quedarte hasta que encuentre una casa.

- ¿Te irás cuando encuentres una casa?

- No... Nos iremos cuando encuentre una casa -la apretó mas- trabajaré duro, te haré la mujer más feliz, solo júrame que me tendrás paciencia y me enseñarás a ser un buen hombre.

Las lágrimas de ella no demoraron en salir.

¿Cuántas veces soño con ese momento?

¿Cuántas veces no fantaseo estar en los brazos de el?

¿Cuántas veces no deseo oír esas palabras?

Muchas, desde que lo conoció y formó esos sentimientos por el incubo humano, se propuso incluso sanar ese corazón que de inmediato supo estaba corrompido por el dolor, se propuso amarlo sin condiciones... Lo consiguió.

Incubus              ~Terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora