Chapter 18.

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- Enid sé que tengo un poco de curiosidad, pero a lo que se refería Alissa a esto, ¿cómo podría una determinada persona darse cuenta de que sus acciones no habían pasado desapercibidas? ¿Y qué incidentes desagradables están tratando de evitar? - Enid la miró cariñosamente.

- Te hablaré de eso más tarde -
Asintiendo, continuó. - Pero creo que ahora es un buen momento. Vayamos a mi oficina, estaremos más cómodas -.

Wednesday la siguió un poco dudosa. Sospechaba que en esta conversación abordarían algunos problemas serios y muy delicados. Solo esperaba que Enid no fuera una emigrante ilegal. Por su parte, Enid luchó con algunas otras dudas muy serias. Era hora de contarle sobre su herencia antes de que Wednesday, sin saber que era su compañera, comenzara a preocuparse. Enid sabía que a Wednesday le gustaba y se sentía sexualmente atraída, pero quería Enid algo más. Quería su amor, el amor de una compañera era de suma importancia, vital. Solo con su amor podría aceptar seriamente al lobo.

Aunque Wednesday había descubierto lo que Enid significaba para ella, su primera atracción era puramente física. Después de pasar tiempo con ella, aprendería todas las facetas de esta espectacular mujer, Wednesday Addams.

Enid ya la encontraba fascinante y estimulante, física, mental y emocionalmente. Con sus antiguos amantes, había disfrutado de considerables encuentros físicos y apasionados. Con Wednesday, Enid había ido más allá de la unión física. Por primera vez en su vida, se encontró con ganas de más. Sus sentimientos fueron más allá de la preocupación y el afecto. Se encontró pasando todos los días con ella. Compartiendo su vida con ella. Tener hijos con ella. Amarla.

Comprender esto fue como recibir una patada en el estómago. Pensar que Wednesday sería incapaz de aceptar su doble naturaleza, que la despreciaría, era intolerable. Su futuro estaba en manos de Wednesday, una vida llena de amor, con su pareja y su familia, o la existencia solitaria de estar sin ella. Enid nunca se había encontrado en una situación en la que no tuviera control. La hacía sentir incómoda.

Cuando entraron a la oficina, Enid rezó para que los sentimientos de Wednesday por ella fueran lo suficientemente fuertes como para aceptar lo que le iba a decir. Enid le pidió a Wednesday que se sentara en el sofá mientras ella se sentaba en la mesa central, tomando sus manos. Mirando profundamente en sus ojos chocolatados, Enid comenzó a decir:

- Los incidentes desagradables que queremos evitar son del tipo que te sucedió anoche. Te drogaron, Wedns - . La confusión llenó los ojos de Wednesday.

- ¿Drogas? ¿Pero por qué? ¿Cómo? -.

- Valerie Kinbott - Enid dijo con un claro tono condenatorio.- Y cómo, sospecha, simplemente vertiendo una sustancia en tu té mientras estábamos en O'Neal. ¿Recuerdas cuando dejó caer la bolsa? Todos estábamos distraídos. En cuanto a por qué, un poco de celos. Ha pasado un tiempo desde que ella intentó agrégame a su lista de trofeos y no cooperaré. Realmente lo siento, Wends. Te lastimó por mi culpa -. Wednesday pudo ver en los ojos de Enid ira mezclada con remordimiento y ansiedad Enid pensaba que iba a ¿culparla?

- No es tu culpa -. Wednesday la consoló, sacudiendo sus manos. + ¿Pero no deberíamos informar a la policía? - Sugirió. Enid se levantó y comenzó a caminar y pausar de lado a lado.

- Solo hay un problema con eso, cariño. No tenemos pruebas. Sin testigos, sin 'manos a la obra', sin huellas dactilares en tu vaso, nada. Sería nuestra palabra contra la de ella -. Se paró frente a ella, los ojos de Enid llenos de seriedad y preocupación, algo que Wednesday nunca había visto antes. - Hay otra razón por la que no quisiera informar esto a pesar de que teníamos evidencia - Ante el ceño perplejo de Wednesday, Enid continuó. - Y es por lo que es -. Pequeñas punzadas de ansiedad comenzaron a formarse dentro de Wednesday.

- ¿Qué quieres decir, qué es? -. Preguntó Wednesday suavemente.

- Valerie Kinbott es una mujer lobo, Wednesday. Igual que yo -. Wednesday miró a Enid mientras innumerables emociones crecían dentro de ella. Una extraña incredulidad comenzó a destacarse.

- Es una mujer lobo - declarado sin rodeos. Una ira repentina comenzó a correr por ella de pies a cabeza. - Suena como 'romper', pero estoy un poco perpleja porque parece que me perdí en la broma -. Wednesday se puso de pie y caminó con pasos largos mientras Enid la observaba en silencio.

No podía creer lo que Enid le acababa de decir. Pero entonces, ¿por qué diría eso? Un dolor agudo comenzó a formarse dentro de ella. Wednesday se detuvo detrás del sofá y fijó su mirada Enid. Su voz tembló con la emoción contenida.

- Dijiste que podía confiar en ti, y te creí. Te creí, pero desde el principio estabas esperando el momento para hacerme ver ridícula -. Wednesday hizo una pausa, respirando con dificultad, rechazando las lágrimas que amenazaban con salir. - Bueno, tuviste éxito. Simplemente no entiendo por qué. ¿Por qué está elaborada excusa? - Incapaz de esperar una respuesta, se volvió ciegamente, dejando escapar las lágrimas que nublaron sus ojos.

Daño. Confusión. Cólera. Decepción.

Todos esos sentimientos se mezclaron dentro de ella como un estofado burbujeante. Se dirigió hacia la puerta, desesperada por alejarse de la fuente de su dolor. Cuando llegó a la entrada, Enid la tomó de la muñeca.

- No te vayas.- La voz de Enid era tranquila, controlada.

- Déjame ir, Enid. Wednesday le advirtió.

- No puedo, Wednesday, eres mi compañera -. Enid le dijo. Wednesday levantó la cabeza y, sin pensarlo dos veces, levantó la mano y la abofeteó.

Wednesday jadeó, incrédula y horrorizada, aún con lo que hizo. Enid solo levantó la cara y echó su cabello hacia atrás. Un silencio sobrenatural llenó la habitación mientras se miraban la una a la otra. Enid rompió el silencio, hablando rotundamente, sin emoción.

- Creo que esto me da permiso para monopolizar un poco más de tu tiempo -.

La vergüenza y el remordimiento la desgarraron. Finalmente, ella asintió insegura, sin saber a quién odiaba más, ella misma por cometer este acto violento, o Enid por molestarla.

 Finalmente, ella asintió insegura, sin saber a quién odiaba más, ella misma por cometer este acto violento, o Enid por molestarla

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