Chapter 32.

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El beso fue largo, suave y dulcemente sensual.

Enid sintió el temblor que corría por su cuerpo mientras Wednesday se movía nerviosamente en su regazo, poniendo el mayor esfuerzo en acercarse a ella. Enid se dio la vuelta, sonriendo ante su gemido de frustración.

- Una cosa más. - Enid le dijo al mismo tiempo que puso su mano sobre el pecho de Wednesday, jugando con el pezón endurecido que presionaba contra su camisa. - Antes de irte esta mañana, me pediste tiempo para asimilar todo lo que sucedió. Estoy dispuesta a darte eso dentro de lo razonable. - advirtió - Porque si tengo que esperar veinte años para poder ponerte el anillo, no hay trato. Enid le advirtió. Wednesday la abrazó ferozmente de nuevo.

- Gracias, Enid, gracias, gracias, gracias. - particularizó cada una de estas gracias con un beso. - Ahora llévame arriba. Quiero mostrarte lo agradecida que estoy. -

- Tú pequeña mentirosa. - Enid la acusó. - Solo quieres que me ocupe de tus necesidades. -

- Eso es cierto. - Wednesday confesó con una sonrisa descarada. - En efecto, sería como matar dos pájaros de un tiro. -

Enid se echó a reír, se levantó y llevó a su compañera escaleras arriba, donde pondrían en peligro a toda una parvada de pájaros.

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El famoso día para presentarle la manada a Wednesday había llegado; Wednesday y Enid condujeron lentamente por un largo camino de grava.

En realidad, el camino que recorrieron fue un camino de acceso. Conducía a una hermosa y rústica casa de madera y piedra, con una amplia fachada, rodeada por el bosque. A mitad de camino, observó la presencia de un hombre en un desvío.

- Su deber es evitar que alguien deambule por aquí. - le explicó a Wednesday señalando al hombre. - Hay más personas caminando por el bosque para mantenernos a salvo. No nos gustaría terminar en la primera plana de ninguno de esos periodistas chismosos.

Eso no significa que seamos perseguidos - agregó, al ver las cejas de Wednesday levantadas, - Pero no hace daño ser un poco cautelosos. - Enid extendió su mano, cubriendo la de Wednesday. La apretó suavemente. - ¿Estás nerviosa? - Wednesday puso su otra mano sobre la de ella.

- Un poco. - confesó. - Aunque no mucho, después de conocer a Yoko, Ajax y uno de los otros. - ella le devolvió el apretón. - Gracias a ti. -

Con la intención de presentar lentamente a Wednesday a los hombres y mujeres lobos, había invitado a Yoko y Ajax a cenar. La semana siguiente invitó a Chris Miller y su pareja, Ingrid, y Stefan Harriso, también con su pareja, Samantha, siendo esta última una pareja mayor, buenos amigos de sus padres.

Al principio, ambas partes estaban nerviosas, pero Wednesday pronto se relajó y disfrutó de la compañía. Todos sus amigos eran muy agradables, comunicativos y amables, lo que facilitaba llevarse bien con ellos. Bueno, ¿eran lobos? Si, ¿y qué pasa? Wednesday pensó en ese momento, "como con cualquier otra persona, que me trata bien, le trato bien y todos se llevan muy bien". Y lo hicieron.

Vehículos de todos los estilos estaban estacionados a ambos lados de la amplia avenida. Enid se detuvo detrás del último y, sosteniendo la mano de Wednesday en su regazo, caminó el resto del camino hacia la pradera.

- Wow, Yoko tiene un lugar maravilloso. Esto es hermoso. - comentó Wednesday mientras se dirigían a la casa.

Eran dos pisos, con un porche cubierto y un balcón en el segundo piso. La madera natural y la piedra se mezclaron con el entorno arbolado, creando una combinación perfecta.

- Sí, es hermoso. Yoko diseñó su propia casa. - Enid se lo reveló. El hecho de que ella sea arquitecta no la ha dañado en absoluto. -

Ya había gente en la pradera que se mezclaba, hablaba y bebía refrescos o cervezas de varios recipientes con hielo. Enid fue recibida por varias personas mientras se dirigían a la casa, que estaba en medio de la pradera. Le devolvió los saludos y, de paso, presentó a Wednesday. Muchas miradas curiosas las atravesaron. Se había corrido el rumor de que Wednesday era la elegida de Enid y, por supuesto, todos estaban interesados en ver quién había capturado el corazón del enlace de las manadas.

Enid condujo a Wednesday a través de la multitud mientras se dirigía al porche; en esto, Yoko, Tyler y Ajax, otros más, salieron de la casa. Yoko saludó a Enid con una palmada en la espalda y luego abrazó y besó a Wednesday en la mejilla bajo la atenta mirada de Enid.

- Ha pasado mucho tiempo desde que viniste aquí, niña blanca. Todos están a punto de estallar, preguntándose quién es tu compañera. Es lo único que escuché desde que llegó el primer grupo. - Yoko comentó con cierta irritación. Enid saludó al resto y respondió a Yoko.

- Bueno, ¿por qué no decides y solo lo anuncias? Entonces todos pueden relajarse y disfrutar el resto del día. - Yoko Tanaka era una persona hermosa mientras miraba el teléfono, pensó Wednesday, ese día en la oficina de Enid. Y ella también era muy hermosa. Era más alta que Enid y tenía un buen cuerpo. Su cabello grande y elegante era negro. Tenía los ojos marrones.

- Bueno, supongo que puedo hacer eso, ahora que tengo permiso del poderoso enlace de la manada. - Yoko sonrió descaradamente ante el ceño fruncido de Enid, Yoko permaneció en silencio en el porche, enfrentando a la multitud con una postura directa y segura; Su aura de poder y control irradiaba hacia afuera como una ola gigante.

Las conversaciones cesaron y todos los ojos se volvieron hacia ella.

- ¿Cómo sucedió? - preguntó Wednesday en un susurro.

- Eso es porque somos alfas, Wends. - Enid respondió con orgullo. Segura de haber captado la atención de todos, Yoko comenzó.

- Cómo ya saben, nos reunimos hoy aquí, como lo hemos hecho en otras ocasiones, para promover la paz entre Los Pinos y la Torre de Hierro. Y de esta manera facilitar el trabajo de Enid. - la risa siguió al comentario de Yoko. - También debemos darle la bienvenida hoy a una nueva incorporación a nuestro grupo. Sinclair ha traído una acompañante. Saluden a su compañera, Wednesday Addams. -

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