Chapter 29.

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Cambió rápidamente, chupó vigorosamente su otro pezón cuando sus dedos pellizcaron y comenzaron a trazar círculos en su clítoris.

Con un gemido, Wednesday se vino. Su boca tomó la de ella en un beso abrasador, su lengua se abrió paso hacia todas las barreras, explorando apasionadamente, saboreando su sabor único.

Enid se tragó sus gemidos y susurros suplicantes. El aroma de su excitación inundó sus fosas nasales cuando el calor abrasador de su piel satinada se deslizó contra ella. Enid no podía más. Ahogándose por hacerla su compañera. Sus manos se clavaron en su culo, sin esfuerzo, levantándola.

- Guíame adentro. - ordenó con voz ronca.

Wednesday obedeció ansiosamente, dirigiendo su gruesa erección a su coño mojado. Lentamente la bajó, su polla lentamente ganando espacio. Wednesday absorbió acaloradamente el impacto de cada centímetro que la penetró mientras Enid se deslizaba lentamente dentro de ella, llenándola. Con los ojos cerrados y el ceño fruncido por la concentración, se balanceó contra Enid recitando:

- Sí, sí, sí. -

Enid dio un gemido ahogado cuando su coño se apretó contra su polla. Gruñó de alivio cuando entró en la base. Se quedaron quietas, agarrándose la una a la otra, sin aliento mientras celebraban la unión que se estaba desarrollando en ese mismo momento.

- Montame, Wends. - ordenó Enid.

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Después de su intenso sexo, Wednesday y Enid se acurrucaban en la cama. Las pieles, empapadas de sudor, hacían que sus cuerpos estuvieran resbaladizos mientras intentaban reponer el aire en sus pulmones.

El sonido de la naturaleza llenó el silencio de la noche.

Afuera, las ranas y los grillos cantaban, las hojas susurraban mientras una pequeña brisa se filtraba a través de ellas. En el interior, solo se escuchaba el chirrido amortiguado de los electrodomésticos. El suave zumbido de un ventilador acompañó el aliento aún más suave de las dos personas perdidas en su universo.

- ¿Está todo bien, Wends? - Enid preguntó suavemente.

- Mmm-hmm. - Su murmullo apenas perceptible fue acompañado por varios besos suaves en el hombro donde descansaba su cabeza.

Tan pronto como pueda desplegar mis rodillas, tomemos una ducha. - Enid advirtió. Wednesday trató de levantarse.

- No, Wends, no te muevas. - Enid Insistió - Solo dame un minuto y me encargaré de todo. - Enid sintió su cuerpo muy suelto pero gratificado.

Con un gemido, Enid enderezó las piernas y se puso de pie con Wednesday en sus brazos, meciéndose en el suelo. Se sentó por un momento, sosteniendo a Wednesday firmemente contra ella hasta que sintió las rodillas lo suficientemente estables como para levantarse. Otro gemido acompañó al zigzag que dio sus pies y caminó hacia el baño con Wednesday todavía en sus brazos.

- Puedo caminar. - ofreció Wednesday.

- No te preocupes, Wends. Nos llevaré sanas y salvas. - prometido cada paso que daba estimulaba la circulación sanguínea en sus piernas. Y cuando llegó al baño, Enid estaba casi nuevamente en control total, y tomando una esponja para lavarse, pasó fácilmente el escalón de la bañera, sosteniendo a Wednesday en posición vertical. Sostuvo su cuerpo contra el de ella mientras ajustaba la temperatura del agua de la ducha.

El agua caliente caía en cascada sobre sus cuerpos agradecidos. Enid dejó que el agua empapara la esponja para humedecerla, enjabonándola con una pastilla de jabón que tenía en un estante al lado de la ducha.

Ella comenzó a lavar a Wednesday, pasando la esponja a fondo sobre su cuerpo. Cuando llegó a su vientre y se deslizó hacia abajo, Wednesday la agarró del brazo.

- Puedo hacer el resto. - Insistió tímidamente.

- Quiero hacerlo. - Enid respondió.

Enid mirándola con amor. Wednesday se mordió el labio e inclinó la cabeza, como si estuviera demasiado asustada para hablar.

Enid continuó su paso, limpiándolo a fondo y enjuagando cada parte de su cuerpo. Su toque era sensible, cortés y muy agotador. Tan pronto como terminó, Wednesday tomó la esponja para lavarla, la enjuagó bajo la presión de la ducha y la enjabonó nuevamente.

- Date la vuelta un poco. - le sonrió a Enid y comenzó a lavarla con la misma intensidad que ella. Wednesday deslizó la esponja sobre sus brazos y hombros. Continuó bajando, enjabonando su trasero, apretándolo y deslizando la esponja entre su trasero.

- Eso es malo, Wends. - Enid dijo sin aliento, los músculos de su trasero se retorcieron convulsivamente bajo sus manos mientras la recorrían mientras la esponja áspera acariciaba su sensible abertura anal. Wednesday dejó caer la esponja y tiró jabón en sus manos, enjabonándose cuando Enid se volteo para mirarla. Se acercó, lamiéndose el labio inferior con anticipado disfrute.

Como esperaba, la polla de estaba empezando a ponerse dura. Sus manos jabonosas tomaron posesión de su miembro, moviendo su mano hacia arriba y hacia abajo hasta que estuvo completamente duro.

- ¿Qué estás haciendo, Wends? - Enid gimió.

- Ayudándote. - Wednesday respondió sucintamente.

La metió debajo de la ducha y la enjuagó con sus propias manos. Luego cerró el agua y se arrodilló ante ella. Sus dedos rodearon su palpitante longitud mientras su lengua acariciaba larga y firme sobre la cabeza abultada de su polla.

Enid saltó y gimió cuando su respiración comenzó a acelerarse.

Sonriendo con aire de suficiencia, Wednesday levantó la polla de Enid hacia su boca, lamió y sorbió con entusiasmo desenfrenado. Las manos de Enid atraparon su cabello. Sus caderas comenzaron a moverse lentamente mientras se dedicaba a chuparle la polla.

 Sus caderas comenzaron a moverse lentamente mientras se dedicaba a chuparle la polla

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