Chapter 39.

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- Definitivamente divertido. - Murmuró Wednesday cuando terminaron la "diversión" por tercera vez. Enid lanzó un suave resoplido de risa. Con un gruñido se levantó y puso a Wednesday en pie. Se pararon juntas, balanceándose inestablemente.

- ¿Te vas a vestir? - le preguntó a ella.

- No. - Wednesday respondió sucintamente, inclinándose para recoger las diversas prendas de vestir esparcidas por el suelo. Cuando se alejó con un tambaleo descoordinado, Wednesday se detuvo y miró hacia atrás. - ¿Vienes? -

- Todavía no. - Enid respondió mirándola con lujuria, sus ojos enfocados en los deliciosos montículos de su trasero. - Pero sigue moviéndote, Wends. Estaré lista de nuevo cuando lleguemos allí. -

- Bestia. - ella comentó, dándole una mirada directa. Se volvió y continuó fuera de la habitación. Secretamente complacida de tener ese efecto en ella, una sonrisa satisfecha curvó sus labios. Enid sonrió.

- Ese trasero está fuera de este mundo. - murmuró Enid, con una mirada que siguió los movimientos hipnóticos del trasero de Wednesday. Tan pronto como desapareció por el pasillo, siguió impaciente por las escaleras. Enid la
siguio impaciente por las escaleras

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Un par de días después llegó la hermana de Wednesday, Divina. Había tomado un avión a Hibbing e insistió en alquilar un automóvil y conducir el resto del camino hasta Whispering Springs.

- Es muy independiente. - Wednesday le reveló a Enid cuando trató de explicar la negativa de Divina a dejar que la recogieran en el aeropuerto.

- Personalmente creo que solo quiere tener un vehículo a mano para poder escapar rápidamente. - teorizó Enid con una sonrisa.

- Creo que sí. - respondió Wednesday.

- ¿Pelean mucho? - Enid preguntó de repente.

- No mucho. - respondió Wednesday. - Por supuesto que tenemos nuestras peleas, cómo todas las hermanas. Y aunque fue adoptada, simplemente nos unió más. - explicó.

- Estoy un poco nerviosa por conocerla. - Enid habló, frotándose la nuca. Wednesday se rio antes de responder.

- Seguro, ella te amará. Yo también. -

Divina llegó a última hora de la tarde. Wednesday salió corriendo de la casa para encontrarse con ella y ambas gritaron de alegría, abrazándose con placer. No se habían visto desde la tradicional reunión navideña en la casa de sus padres hace ocho meses, y tenían mucho para ponerse al día. Enid se quedó en la entrada para darles privacidad, estudiando a la hermana de Wednesday con curiosidad. Enid sabía que su hermana había sido adoptada. Y ella era muy hermosa, no como su Wednesday. Pero ella era hermosa y atractiva. Wednesday miró a Enid y le indicó que se uniera a ellas.

A su vez, Divina estudió a Enid y vio que era todo lo que Wednesday había descrito. Solo que ella era mucho más blanca de lo habitual. Parecía que estaba muerta, no lo sé. Parecía que su hermana había ganado la lotería. Enid era una mujer muy hermosa, pensó Divina con un rápido golpe de envidia. Se castigó mentalmente mientras miraba a Wednesday. El rostro de su hermana brilló de felicidad mientras veía a acercarse. Cualquiera que pudiera curar las heridas que su ex esposa, La Idiota, que había infligido a su querida hermana, era digna de su respeto y afecto. Divina estaba decidida a no estar celosa de la buena fortuna de su hermana. Aunque su propia relación acababa de irse por el desagüe. Wednesday las presentó e intercambiaron saludos corteses.

- Wednesday no exageró. - Divina habló después de estrechar la mano de Enid. - Eres muy blanca. Lo cual es sorprendente para quienes viven bajo ese sol. - Enid estaba callada, momentáneamente perdida, insegura de cómo responder a su comentario. La cara de Wednesday se enrojeció y Divina comenzó a reír. Riéndose de su reacción, Divina se disculpó. - Lo siento, Enid, fue solo una broma. Mi boca tiende a dejar que las cosas pasen antes de que mi cabeza pueda medir las consecuencias y esto las complica, por así decirlo. - Divina sacudió la cabeza ante su confusa explicación, pero continuó valientemente - Lo que quiero decir es que eres muy blanca y vives en una ciudad donde hace mucho sol y... ¡me detendré aquí antes de meterme en más problemas! - Enid le devolvió la sonrisa.

- Te entiendo perfectamente. - rodeó a Wednesday con el brazo y se lo dijo.

- Me gustó ella. - Divina exhaló un suspiro de alivio.

- ¡Gracias a Dios! - Enid se echó a reír.

- Vamos, pon tus cosas en la casa y siéntete libre. -

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Por la noche, Wednesday y Enid se relajaban en la oficina, después de compartir una cena con Divina y Bianca en O'Neal. Cuando llegaron a casa, Divina se había retirado a su habitación, la combinación del viaje y la noche anterior, finalmente la derribó. A pesar de sus hábitos nocturnos de aves, estaban profundamente dormidas. Enid había persuadido a Wednesday, sin demasiados problemas, de que esta sería una buena noche para su primera carrera juntas.

Con eso en mente, pasaron un tiempo en la oficina, felices con la compañía de la otra, mientras le daban tiempo a Divina para instalarse y dormir. Las manos de Enid comenzaron a vagar, una colocada sobre el estómago de Wednesday, frotándola provocativamente, la otra acunando el globo de pecho lleno, haciéndola rodar mientras se apoyaba contra ella.

- Es peligroso. - Wednesday le dijo, colocando sus manos sobre las de ella para detener sus movimientos. - Parece extraño pensar que hubo un momento en que te evité como la peste. Ahora es familiar. - echó la cabeza hacia atrás y sus labios se encontraron en un beso profundo que le robó el alma.

- Es tu culpa, mi dulce cachorro. -  murmuró Enid contra sus labios.

- Al menos soy una raza, ya tú... - respondió Wednesday, haciendo reír a Enid.

- Cierto... señorita mujer lobo. - Enid dijo mientras mordisqueaba el lóbulo de su oreja, haciéndola temblar rápidamente de placer.

- Hablando de perras. - Wednesday cambió de tema rápidamente. - ¿Has oído hablar de Valerie o Rowan? -

- No. Me imagino que Rowan todavía, ummm..., Está marcando su nueva posición en Valerie. - bromeó Enid con una risa. Wednesday se rio entre dientes.

- ¿Así es como lo llamas? -

- ¡Oh sí! - Enid respondió. - Y estar detrás o delante de él, definitivamente será lo que estará arriba. - volvió a tocar la oreja de Wednesday, delineando las espirales estilizadas con su lengua. - Tengo una nueva posición que estoy impaciente por probar contigo. - bromeó Enid, los labios de Wednesday se torcieron en una sonrisa traviesa.

- ¿Y qué podría ser? - preguntó ella, mientras su corazón latía más rápido.

- ¿Y qué podría ser? - preguntó ella, mientras su corazón latía más rápido

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