28.

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Y sonó una explosión, pero no fue mía gracias a Banda, literalmente.
De repente se escuchó un "gané" y seguidamente una risa, pero fue cortada por Chishiya y por mí, pues salimos de las celdas.

-Teníamos claro que eras la j de corazones- habló Chishiya.
-¿Y eso?- preguntó.
-Porque vimos cómo hacías equipo con Banda el asesino-
-¿Y qué?, ella también hizo equipo con él- se excusó rápido.
-Hizo team con él porque era parte de nuestro plan- afirmo Chishiya.
-¿Qué?- preguntó de nuevo.
-¿En serio creías que nos habíamos peleado? Te hicimos creer eso para poder sacar información, cada vez que iba a la cafetería aprovechaba para hablar con Chishiya. Así dimos con que tú eras la j de corazones. También Banda nos ayudó con esto, pues así sería más fácil hacerte creer todo nuestro plan- expliqué.

De repente Banda salió también.

-Cierto, no hay mucha gente que se atreva a acercarse a alguien como yo y menos que intenten matarme. O traman algo o son estúpidos o psicópatas o sociopatas-
-Pero-
-Por esa razón te elegí como objetivo, tú te creías que podías controlarme y... estabas convencido de que eras mucho mejor que los demás- finalizó Banda.
-Quizá la confianza que tienes te viene de un rol especial que tienes que desempeñar...- explicó Chishiya mientras pasaba un brazo sobre mi hombro.
-Cómo ser la j de corazones- finalicé.
-Lo siento, no lo soy, pero Banda si qué lo es- se intentó excusar, pero el hombre de traje salió y habló.
-Creo qué... te equivocas- se acercó a nosotros.
-Tú te relacionabas con Kotoko, yo no le he mentido con el símbolo qué tenía y está muerta. Y lo que eso significa es que a Kotoko la estaba controlando alguien más- finalizó.
-Entonces... Entonces ese tío es sospechoso- señaló a Chishiya.
-Cuando estaba en la cafetería, vosotros siempre cogíais los snacks al mismo tiempo, estabais fingiendo que os tenían controlados. Esos aperitivos vienen en cuatro sabores, usabais los snacks que cogíais para confirmar si os habían dicho bien cuál era vuestro palo- explicó él.
-Y le ordenaste a Kotoko que me dijera un símbolo erróneo. Lo cierto es que yo confié en esa mujer hasta el final- finalizó el hombre de traje.
-¿Cuándo habéis empezado a colaborar?- nos preguntó.
-Al principio dijeron que este juego se basaba en la confianza del resto de jugadores y solo hemos seguido esa premisa. Por qué para conseguir confiar en alguien, no es necesario dirigir, controlar o manipular, ni lavar el cerebro, ni la hipnosis, ni el engaño. Se necesita... igualdad- habló de nuevo el hombre.
-Y al fin he encontrado un compañero digno de mi confianza- finalizó.
-Un momento, esto es un error. Creo que la j de corazones es uno de ellos- nos señaló.
-Puede que sea cierto que yo haya intentado tenderos una trampa, pero, con eso, no basta para asegurar que soy la j de corazones- finalizó.
-Creo que sí- hablé mientras me acercaba.
-¿Eh?-
-Si ellos dos no tenían ninguna duda de que tú eras la j de corazones, ¿por qué Banda no te ha mentido y no te ha eliminado durante la última ronda? Es porque lo han estado hablando y han decidido sacarte algo de información- finalicé volviendo hacia Chishiya y abrazándolo de la cintura.

"Comienza la décima cuarta ronda"

-¿Qué crees que le harán?- le pregunté sentada arriba de sus piernas mientras miraba a la nada comiendo sus galletas.
-No lo mataran, pero seguramente lo torturaran hasta sacarle algún tipo de información-
-Tienes razón, están muy buenas-
-Pues claro, si yo tengo buenos gustos-
-Ya, por eso te gusto-
-Qué tonta eres, dios-

Yo y él nos reímos.

-Tienes un diamante- me dijo el cuándo ya quedaban 6 minutos.
-Tú tienes una pica- le sonreí y ya era hora para entrar.

-Diamante- dije para después salir.

Mientras Chishiya y yo salíamos de la mano, el dirigible estalló.
Caminamos un buen rato en busca de una casa o un refugio para permanecer allí los días de visado.
Cuando por fin encontramos uno, mi pierna empezó a sangrar.

-Mierda, menos mal que estamos ya aquí- susurré mirando la tienda de muebles donde nos refugiamos.

Me senté en un sofá y me saqué la venda. Al ver la herida mi cara hizo una mueca de asco, estaba horrible.
Chishiya se acercó.

-¿Qué pasa?- pero no me hizo falta responder porque cuando vio mi pierna su cara hizo la misma mueca.
-¿Qué cojones te ha pasado? ¿Por qué cuando estábamos allí no me has dicho que la tenías así? Pásame tu mochila- hablaba tan rápido y con un tono tan seco que incluso pensaba que estaba enfadado.

Saco todo lo que tenía mi mochila.

-Solo nos sirven dos cosas de aquí, joder, espérate sentada y no hagas nada. Voy a ir a buscar cosas a la farmacia que hay al lado y vengo-
-Pero el rey- me interrumpió.
-Está muy lejos de aquí- y dicho esto se fue.

Volvió pasados unos 10 minutos lleno de medicamentos en una cesta de compra.

-¿Tantas cosas?- le pregunté.
-Por si algo está malo tener otra cosa- y se agachó y empezó a curarla.
-Algunas cosas te van a doler mucho, pero te tienes que aguantar- me explicó.

Iba con mucho cuidado y después de unos 7 minutos me puso una venda nueva.

-Eras doctor, ¿no?-

Él me sonrió y cambió el tema.

-Has hecho mucho esfuerzo, vas a tener que estar en reposo hasta el próximo juego y yo te voy a cuidar-
-Qué mono eres-
-No empecemos-

Yo reí y él rodó los ojos.

-Oye Chishiya-
-Dime-
-¿Sentiste celos por Banda?-
-Qué va- me respondió con la mirada en la comida que estaba cocinando.
-Mentiroso-
-Vale, si lo estaba, ¿contenta?-
-No-

Se giró para verme y yo lo besé en los labios. Fue un beso que empezó tierno y dulce, pero poco a poco se convirtió en un beso necesitado y subido de tono.
Él mordió mi labio inferior suavemente para así poder darle paso a su lengua. Él me subió a la mesa en la que estaba cocinando con cuidado de no hacerme daño en la pierna y seguir basándome.
Los besos del platinado pasaron a mi cuello e iban bajando. Me miro cómo si estuviera pidiéndome permiso para seguir y yo asentí.

Y de un momento a otro estábamos en una cama de allí y él preguntándome si yo estaba segura.

-¿Segura que quieres hacerlo? Si no estás cómoda por todo aquello, podemos dejarlo para otro momento en el que estés lista- y me dio un pequeño y tierno beso en los labios.

Asentí levemente dándole a entender que estaba segura y ahí empezó una de las mejores noches de mi vida.

La luz del sol me despertó y pude ver a Chishiya usando mis pechos de almohada y sus brazos abrazándome la cintura.
No me podía creer lo que pasó ayer, pero me hizo sentir querida y especial.

-¿Vas a quedarte todo el día mirándome?- me preguntó ahora él.
-¿Qué? ¿Yo? Eh... No... Esto... Me voy a cambiar y am... ¿Hago yo el desayuno?-

Él se rio de mi nerviosismo.

-Ya lo hago yo, qué te dije que no hicieras nada con la pierna y mira- me dio un beso en los labios y se puso la ropa para hacer el desayuno.

-¿Qué quieres que te coja?- me dijo cuando estábamos los dos en la mesa desayunando.
-¿Qué?-
-De ropa, te iré a buscar-
-Me vale con unos pantalones cortos y un top o camiseta corta-

Y cómo me dijo, me trajo un pantalón corto negro con un top blanco.

-Listo- me sonrió.
-Estás muy meloso-
-¿Me dejas?-
-Uy, perdón- me reí.

Y así pasaron los días del visado hasta que ya tuvimos que jugar.

-Iremos al de diamantes- me dijo él.
-¿Qué? No, tú irás, a mí no se me dan bien esos juegos-
-Pero si nos separamos- lo interrumpí.
-Nos encontramos, verás que sí- le sonreí y él me devolvió la sonrisa.
-Te quiero, nos vemos- le di un beso corto y rápido en los labios y me fui.
-Nos vemos- me habló él y se fue. 

ᴀʟɪᴄᴇ ɪɴ ʙᴏʀᴅᴇʀʟᴀɴᴅ [Chishiya X Tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora