꧁ೋ•✧๑♡• 𝓔𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓸𝓼 - 𝓢𝓱𝓲𝓷 𝓢𝓸𝓾𝓴𝓸𝓴𝓾 •♡๑✧•ೋ꧂

Capitulo 10

° Él regresó °

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—Pa..pá. —la voz de Atsushi tartamudeaba por instinto y sus piernas temblaban, su mirada era de sorpresa ante quien estaba al frente suyo.

—Te dije que no me llamaras así. —Gruñó el hombre, sus ojos estaban llenos de furia, se dirigió hacia el sofá y desplomó su cuerpo pesado allí, de lo más cansado alzó sus piernas y las colocó encima del brazo del sofá.

—Hazme la comida, estoy cansado. —dijo el hombre mientras se sentaba cómodamente, era un hombre verdaderamente temible para el Atsushi, tan sólo con una mirada lo hacía temblar, le parecía nauseabundo estar cerca del hombre.

Comenzó a hacer la comida, sus habilidades de cocina mejoraron después de estar unos meses sin su "Padre", después de todo tenía que hacer lo que fuera para aprender rápido, de lo contrario sería golpeado nuevamente.

—A-aquí está, señor. —Habló con temor Atsushi, tenía su rostro con un visaje de miedo, puso un plato de comida en la mesa en frente del sofá en dónde estaba el hombre mayor.

Solo se acomodó bien para poder comer y comenzó a hacerlo mientras agarraba fuertemente la cuchara —¡Eres un inútil bastardo, esto está horripilante! —botó los platos de la mesita e inmediato los trozos cayeron al suelo, donde Atsushi se lastimó con algunos trozos de cristal en los pies.

—¡Recógelos ahora! —gritó furioso el castaño, mientras se dirigía a su cuarto con humos botando de su cabeza, parecía alguien que carecía del sentido de la empatía y sólo le importaba su propia vida, además de un hombre cicatero y sin escrúpulos.

Atsushi solo se limitó a asentir con la cabeza y se olvidó de la funda, comenzó a cojerlos con sus manos desnudas y muchas cortadas aparecían en ellas, aunque no sintiera el dolor por estar acostumbrado a ese tipo de trato.

Aunque una sonrisa apareció en él al pensar en que estaría haciendo Akutagawa en ese momento, todavía se sentía feliz de que sus sentimientos sean correspondidos pero también se sentía como un idiota al no decirle lo que sentía con la firmeza y confianza con la que el contrario le había confesado.

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Al finalizar con sus oficios en el hogar, fue a su habitación y se recostó en su cama, hasta que escuchó una voz que lo intimidó —¡Estúpido! —escuchó, bajó las escaleras con miedo rápidamente para ver que había sucedido esta vez.

—¿Que suce..? —fue interrumpido por un golpe fuerte en su cara, lo cual dejó sangrando su nariz mientras estaba en el suelo —¡Eres un maldito inútil, no puedes hacer nada bien! —los gritos se escuchaban a millas de distancia, definitivamente estaba furioso por algo y ese algo era pincharse con un pedazo de vidrio en el piso.

Poco después el castaño mayor comenzaba a golpear sin parar a Atsushi, mientras que este solo se limitaba a aguantar y sus lágrimas no salían, ya que si lo hacía lo golpearían más fuerte, y absolutamente no quería eso, nunca quería eso, sabía que aquel hombre era alguien facineroso y perverso, pero ya se había acostumbrado a sus maltratos diarios, era un milagro el que lo hubiera dejado libre por unos meses.

Eran las 2am y Atsushi subió a su habitación, su cuerpo estaba débil y golpeado, su respiración se notaba cansada y agotada, estaba a punto de caer al piso hasta que llegó a la cama y se acostó en ella, antes; era alguien cacoquimio.

Su cara y espalda goteaban sangre por toda la habitación, mientras que Atsushi solo quería pensar en que todo fue su culpa por su incompetencia y lloró por aquello, su padre era alguien lidioso, desde pequeño lo había golpeado por ocasiones, pero hay una que lo marcó de por vida..