꧁ೋ•✧๑♡• 𝓔𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓸𝓼 - 𝓢𝓱𝓲𝓷 𝓢𝓸𝓾𝓴𝓸𝓴𝓾 •♡๑✧•ೋ꧂

Capítulo 11

° Una oportunidad °

------------------------------------------------------

Atsushi parpadeaba sus ojos, mientras veía un rostro conocido reflejado en él, definitivamente un rostro muy hermoso y pálido, que reconocería a millas de distancia, aquel rostro que tanto quería.

Atsushi al ver tal obra de arte en frente de él , no pudo aguantarse y estiró su mano, comenzando a acariciar suavemente la piel suave de Akutagawa, quién estaba en frente de él, la luz cegadora del sol acompañaba ese rostro que iluminaba con luz propia, como un nuevo sol para la vida de Atsushi; un nuevo encentar en  aquel día que esperaba y fuera mejor que el anterior.

—¿Vas a besarme o seguirás acariciando mi rostro? —Akutagawa de repente abrió sus ojos de par en par y sonrió como nunca antes, sus ojos eran grises pero tenían un brillo singular y único de él, había estado despierto desde antes que Atsushi despertaba, solo quería darle una sorpresa a su peliblanco.

Atsushi entró en pánico, mas no sabía que hacer en ese tipo de situaciones ya que nunca le había pasado; además que fue muy repentino y no pudo reaccionar de alguna otra manera, así que solo se quedó estático con su cara sonrojada mientras su mano posaba aún en la mejilla de Akutagawa.

Akutagawa alzó su mano y la estiró hacia la de Atsushi, cojiendo su mano fuertemente y moviendola para simular una caricia nuevamente, tal y como lo haría alguien que anhelaba cariño.

—Es tan hermoso despertar y verte. —sonrió Akutagawa, definitivamente el amor le había hecho mal, ese chico frío y serio se quedó en el pasado, es un cambio tan drástico que hizo a Atsushi confundirse, parecía como una persona poliédrica.

—¿Desde cuándo te volviste tan cursi? —bufó Atsushi al ver esta actitud tan rara y repentina de Akutagawa, que en vez de enojarse como lo hacía antes solo pudo acompañar la burla de Atsushi con una risa ronca, pero suave al escuchar.

La voz de Akutagawa nunca había sonado tan relajante y agradable para el oído de Atsushi, su voz era tranquilizante y hermosa, justo como una canción, una linda melodía que podría escuchar el resto de su vida «De verdad me estoy ilusionando..» dió a conclusión de su pensar.

—Estás haciendo una cara muy linda ahora mismo. —Akutagawa estaba completamente sonrojado desde los ojos de Atsushi, quien lo veía fijamente, aunque no se diera cuenta de que estaba con una sonrisa cálida en su visaje, de repente los dos jóvenes se quedaron viendose fijamente con sonrojos en sus mejillas, como si sólo fuesen ellos en aquel mundo.

—Y ustedes dos están siendo muy cursis ahora mismo, Eh. —se burló Gin mientras miraba la escena de los enamorados en sus ojos, definitivamente era algo muy dulce de ver, emanaban un aura de rosas y un ambiente dulce, algo que era lindo de ver.

Los dos se sorprendieron y saltaron ante la presencia de la pelinegra en la habitación, aunque Akutagawa se veía más molesto porque lo habían interrumpido que avergonzado —Gin, ¿Que quieres? —terminó por hablar Akutagawa, su tono de voz había cambiado repentinamente, algo que hizo soltar una risilla a su hermana.

—Bajen a comer, ¿O es que acaso ya comieron? —nuevamente la pelinegra había hecho de las suyas, le encantaba molestar a su hermano ya que sabía perfectamente los sentimientos de estos dos enamorados, así que quería actuar como cupido por unos momentos hasta que se hagan una pareja oficial, guiñó el ojo con picardía, sabía que le molestaría a su hermano.

Los dos se sonrojaron como tomates y ninguno pudo negar nada, Gin sospechó que algo habría pasado antes de que entrase a la habitación, pero se guardó las preguntas para que su parejita no se muera de la vergüenza, no quería que se murieran a medias.