Zona de Arcade - Capitulo 18

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-Chūuya, ¡si te pierdes no es mi culpa!- gritaba Dazai, mientras buscaba al pelinaranaja por la multitud, muchos estudiantes estaban desesperados por salir, no les importaba pisar a otros con tal de irse.

El castaño se recostó en una pared y comenzó a esperar que todos se vayan, hasta que logró ver a un pelinaranaja regañar a un chico que se había caído.

-¡No te dejes pisotear por ellos! ¡¿Me entendiste?!- regañó a un estudiante al que le hacían bullying, al parecer lo había ayudado -Si, Chūuya-kun- sonrió el chico al pelinaranja, el cual le devolvió la sonrisa y lo ayudó a pararse del suelo con su mano.

El chico hizo un gesto y se despidió de Chūuya, pasando por al lado del castaño, quien le dirigió una mirada amenazante con una sonrisa a aquel chico.

-Chūuchu~- llamaba Dazai al pelinaranaja, quien quitó su sonrisa y de inmediato cambió a una expresión poco amigable «Qué frío» pensó el castaño, era increíble el nivel de odio que le tenía Chūuya.

-Vámonos ya, no aguantaría otro minuto desperdiciado- aclaró el pelinaranaja, para luego tomar de la mano al castaño y llevarlo a la plaza.

Chūuya paseaba por la zona, no quería admitirlo pero estaba curioso, ya que nunca salía de su casa y veía las diferentes cosas y tiendas en todas partes, era el paraíso.

Dazai por su parte quería que Chūuya le compraste cada cosa de las tiendas y puestos, pero como se esperaba el pelinaranaja lo ignoró y solo paseó sin problema.

Hasta que Dazai sugirió tomar un helado cada uno y Chūuya acepto por fin, yendo a pedir helados.

-Deme uno de...- esperó Chūuya alguna señal del castaño, éste estaba dándole señales vagas y ni siquiera hablaba, lo cual colmaba la paciencia del pelinaranaja, hasta que el castaño gritó -¡Chocolate!- pidió feliz, y el pelinaranaja pidió la orden junto con un helado de fresa, que era el suyo.

Se acercó a una banca cercana y se sentó allí, dónde pronto se acercó con brincos el castaño -Mi helado- pidió con sus ojos brillando y una sonrisa en su rostro.

-Compralo con tu dinero- sonrió pícaramente el pelinaranja, quien esquivó a Dazai, aquel que intentaba cojer por su cuenta su helado, estuvieron un buen rato peleando y maniobrando que casi se caen al piso, pero Chūuya cayó en el banco, con Dazai encima.

-Gané- mencionó Dazai, mientras le quitaba de las manos el helado al pelinaranja, aunque abrió sus ojos cuando vió a Chūuya sonrojarse como la otra vez, pero esta vez estaría muy cerca de él podía ver sus ojos azules con claridad.

Malhumorado, seguía con su camino Chūuya junto con Dazai, quien comía su helado a gusto, mientras que el del pelinaranaja ya se lo habría terminado.

-Chūuya..- nombró triste el castaño mientras paró su camino, preocupado el pelinaranaja aunque no lo parezca se acercó a éste y esperó paciente lo que tenía que decirle -¿Por qué eres tan feo?- al terminar la frase se hecho a reír, mientras que el pelinaranaja esperaba que nadie estuviera cerca para poder golpearlo hasta matarlo, en verdad pensaba que algo mal estaba sucediendo.

«Espera, ¿Por qué me preocupo por él?» confundido se preguntaba, mientras no se entendía a si mismo.

-Deberías de haber visto tu cara, estabas a punto de morir de curiosidad- se burlaba insistente el castaño, mientras pataleaba en el piso, Chūuya optó por hacer como si no lo conociera, para evitar pasar vergüenza entre toda la gente que observaba al castaño.

-De verdad que eres un desvergonzado- suspiró Chūuya, para luego dirigir su mirada hacia un lugar lleno de luces y máquinas de juegos, de las cuales estaba muy interesante.

꧁ೋ•✧๑♡• 𝓔𝓷𝓪𝓶𝓸𝓻𝓪𝓭𝓸𝓼 - 𝓢𝓱𝓲𝓷 𝓢𝓸𝓾𝓴𝓸𝓴𝓾  •♡๑✧•ೋ꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora