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Ejecutar - Capitulo 20

-Deja de pegarte tanto- amenazaba Chūuya, el insecto castaño lo habría estado siguiendo desde que se encontraron "casualmente" en una tienda por la que el pelinaranja había comprado unas galletas.

Era muy temprano, pero cierto pelinaranaja estaba cansado de tener a Dazai detrás de él, persiguiendolo como un perro a su dueño.

-Aww.. pero vamos al mismo lugar después de todo~- jugueteó el castaño, para luego colocarse disimuladamente al lado de Chūuya, quien al notar eso apretó sus puños con fuerza para aguantarse las ganas de golpearlo, ya que ahora no quería seguir dañandole la cara o lo expulsarían.

-Tch- chistó con molestia, mientras Dazai sonreía, Chūuya podría jurar que flores salían de aquella molesta sonrisa, lo cual lo molestó aún más, llegando al punto en el que solo volteó su mirada hacia otro lado.

Dazai estaba encantado por el enojo del pelinaranaja, al menos no lo habría matado por molestarlo, aunque sabía que eso no era lo ideal para Chūuya, a quien casi lo expulsan por haberle pegado un golpe en toda la cara en frente de un profesor.

Por fin y para dejar salir un gran peso de encima, llegaron al instituto, en dónde por fin pudo sentarse sin tener un castaño jodidamente molesto a su lado.

-Buenos días jóvenes- saludó cordialmente el profesor, todos se pusieron de pie, excepto por Dazai, quien recibió un golpe en la espalda por Chūuya, después de eso se puso de pie y junto con los demás dijeron a unísono -Buenos días, profesor- dando una reverencia.

Después del muy elegante y coordinado saludo, se sentaron al mismo tiempo y así comenzaron nuevamente las clases.

Las clases se mostraban algo menos aburridas para el pelinaranaja, a quien le gustaba mucho esa materia; Física.

En esa específica materia era el peor terror de todos, siempre daba las respuestas correctas y mostraba gran atención a la clase, hasta el mismo profesor lo felicitaba en ocasiones por ser el mejor a pesar de su recién llegada, aunque obviamente en otras materias era una mierda.

Dazai en cambio no prestaba atención a la clase, y a pesar de eso sacaba buenas notas, era un poco raro para los demás estudiantes eso, pero nunca se metían en la vida privada de Dazai.

Chūuya se dió cuenta del poco interés del castaño, lo cual le molestó mucho, así que tomó una hoja de su cuaderno y la arrancó con fuerza, escribiendo algo y poniéndolo en el puesto de Dazai, quien notó esto.

-¿Hmh?- se preguntó al ver una carta mal hecha pero con una bonita letra que pudo diferenciar al instante, después de unos segundos soltó una risilla y le devolvió la carta al pelinaranaja con una sonrisa.

¡Pon atención a la maldita clase, bastardo perezoso!

Un sermón bastante adorable de parte de Chūuya, era bastante lindo, Dazai pensaba que el pelinaranja estaba preocupado por él, así que solo intentó prestar atención para seguir las órdenes del mismo.

Chūuya solo volteó su mirada hacia el profesor que aún explicaba, con un sonrojo de vergüenza y arrepentimiento de haber hecho tal carta ¿Por qué le preocuparía lo que suceda con Dazai?, era simplemente para que su enemigo sea un buen contrincante, o al menos eso quiso pensar con todo el orgullo del mundo.

Las clases seguían normales, nada especial después de ese conflicto mental de Chūuya y la alegría de Dazai.

...

Chūuya iba a salir, la hora de receso ya llegaba, tomó su almuerzo junto con las galletas que había comprado antes, era una combinación un tanto rara pero no le importaba.