Edward mira por la ventana de su oficina, pensando y meditando los acontecimientos recientes.
El hombre siente que está pasando algo por alto o se le escapa de la vista.
Es el mismo día en que hace meses le avisaron que el auto de Lucy fue recuperado del fondo del río.
Edward deja de lado todo su trabajo y reuniones de ese día en manos de su secretaria y de Carl.
Afortunadamente Shirley no se presentó temprano en la empresa por lo que no sintiéndose capaz de quedarse un segundo más, Edward toma sus llaves para irse a casa de la abuela Situ.
Mientras viaja en auto Edward recuerda lo que sucedió en la reunión con los Black.
Aunque acordó que él hablaría con su padre acerca del secuestro de John, en ese día en específico Edward no quiere ir a gritarse con su padre.
Y es que la relación de Edward con su padre es muy estresante y mala ya eue no se llevan para nada bien.
De hecho parece que su padre nunca lo ha querido desde que su madre falleció.
Sorprendida, la abuela recibe a Edward cuando entra a la casa, el triste semblante de su nieto le preocupa.
Además, la abuela Situ sabe que su nieto es adicto al trabajo por lo que si está con ella, a esa hora en un día laboral, es porque algo muy malo le pasó.
Mil suposiciones se forman en la mente de la fuerte abuela pero no pregunta nada a su nieto.
Ella sabe que cuando un Situ esta muy preocupado no hablara directamente de lo que le preocupa.
Edward es idéntico en ese aspecto a su finado abuelo.
Después de saludar a su abuela brevemente, Edward sale a despejarse al jardín.
Pigmeo, el perrito que él y Lucy adoptaron lo recibe entre ladridos y saltos de felicidad.
"Acaso no te he enseñado a comportarte pequeña bestia peluda?"
Cuestiona Edward molesto pero también divertido.
Esa pequeña bolita de pelos le da un poco de consuelo con sus jugueteos alegres pero también ha evocado recuerdos de Lucy.
"Como fue que llegué a este punto?"
Se pregunta Edward mirando al perrito con una pelota en su boca.
Parecía que ha pasado una eternidad desde que él y Lucy jugaban con ese pequeño perro.
Ambos se reían diciendo que era su hijo enano y feo, por eso llamaron Pigmeo al perrito café.
La tristeza de nuevo se apodera del corazón de Edward quien sigue lanzando la pelota al perrito de forma automática.
Pero al ser incapaz de apartar esos momentos felices que pasan por su mente, Edward decide ir a Golden Osmanthus.
Necesitaba estar solo ese día.
Mientras tanto Emily sigue trabajando en sus logos dentro de su cubículo.
Un revuelo en el pasillo llama la atención de la entretenida niña quien sale a averiguar que pasa.
"Emily!"
"El manager de un grupo de cantantes nos pidió que les hicieramos su diseño de su nueva casa y estudio!"
Exclaman emocionadas sus compañeras al verla.
"Y no es cualquier grupo!"
"Es tu grupo favorito K-pop de chicas!"
Dijo una chica quien sabía que Emily adora un grupo de K-pop en específico.
ESTÁS LEYENDO
Prohibido Amor de un CEO, Primera Parte
RomanceEmily es una inocente niña que sufre a manos de un malvado y vengativo CEO quien busca vengar la muerte de su prometida fallecida. Por un giro del destino ellos se reencuentran cuatro años después en circunstancias muy diferentes. Ella nunca olvida...