La aterradora caja

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La ropa se encuentra esparcida sin cuidado alguno en el suelo de la habitación.

Un hombre y una mujer se acarician y besan con genuina desesperación.

Enredados en la cama, algunas velas aromáticas iluminan débilmente la suite.

Las sombras proyectadas en las paredes parecen gemir de placer al igual que los amantes.

"Te amo, te amo..."

"huuummmm..."

"Te amo..."

"aaahhh...."

Los entrecortados jadeos son devorados por las bocas ansiosas, unos cuantos gemidos excitantes logran escapar provocando que la pasión arda entre ellos.

La pareja se hace el amor de tal forma que parece que hubieran estado hambrientos por meses y ahora pueden saciar su hambre atrasada.

Toda la madrugada la pareja se dedicó a amarse sin control.

Ambos exploraron cada centímetro y rincón de sus cuerpos con sus manos, boca y lengua trazando un delicioso y sensual mapa del ferviente amante.

Sus múltiples orgasmos conjuntos fueron explosivos, increíbles, satisfactorios y ardientes.

Cuando sus cuerpos no resisten más los cuerpos caen rendidos sobre la enorme y blanca cama sintiéndose débiles y cansados pero también muy felices y  extasiados.

Fue una primera noche de luna de miel extraordinaria.

La llama del fino encendedor ilumina la oscuridad de la pequeña habitación en la cual Edward permanece sentado mientras fuma.

La pantalla de su laptop le muestra diferentes cifras y estadísticas de las acciones de su empresa en la bolsa de valores.

Edward tira la ceniza de su cigarro en el cenicero de modo elegante antes de  disponerse a trabajar.

Su mente se concentra en cifras, contratos, inversiones, adquisiciones y estadísticas de sus muchas empresas.

Después de enviar varios E-mails a sus gerentes generales y a su primo Carl, Edward cambia su configuración a modo fantasma para revisar los datos con sus operaciones clandestinas.

Tras pasar varios minutos Edward se estira alzando los brazos por encima de su cabeza.

Su mente lo traiciona pues la declaración de amor que hizo hacia Emily aún siguen mortificandolo.

Él quiso darle a la chica una ilusión por la boda, actuando como si ellos fueran a casarse...

Solo que las últimas palabras le salieron tan naturalmente.

Edward no olvida que hace poco creyó que Lucy había regresado a él y que ambos hicieron el amor como antes, pero todo fue una ilusión.

O se tratara de su mente que le juega una mala pasada haciendole ver alucinaciones?

Apartando sus pensamientos sin sentido Edward de nuevo se concentra en sus deberes empresariales.

Emily despierta de un sueño reparador cuando el cálido sol ilumina su rostro y su cuerpo.

Edward le da los buenos días con un pequeño beso en los labios.

Después de darse una refrescante ducha y alistarse, ambos bajan para desayunar en el restaurante del hotel.

Cuando terminaron los dos deciden caminar tranquilamente por la playa.

Emily se extraña cuando Edward deja de caminar por lo que voltea a verlo, cuando está por preguntarle que ocurre descubre que no puede emitir sonido alguno!

Prohibido Amor de un CEO, Primera ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora