Unidos

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La pasión entre Edward y Emily se  enciende como un incendio forestal fuera de control.

Las manos de ambos parecen tener vida propia, sus cuerpos obedecen a sus necesidades y su mente no entiende de  razón alguna.

Edward extraña el calor y suavidad del cuerpo de Emily.

A él le encanta la forma en que la niña se resiste un poco a su toque,.

A Edward le gusta la timidez de Emily a pesar de que ya la conoce de pies a cabeza y de forma tan íntima.

El aroma natural de la chica embriaga sutilmente a Edward.

Ese aroma se impregnó en él desde el primero momento en que la hizo suya aquella primera vez.

Emily intenta resistir los avances de Edward.

Intenta resistir los candentes besos, las excitantes caricias, las masculinas manos que lentamente le quitan la blusa...

Después le quitan el sostén...

Después la falda, todo esto sin que Edward deje de besarla y devorarla con la mirada.

El pecho de Emily se agitaba de arriba a abajo.

Edward se porta como en la playa maravillosa donde jugaron a casarse...

Este Edward que carga a la chica para sentarla a horcajadas encima de él y acariciarla  sin prisas ni arrebatos enamora por completo a Emily.

Las palabras sobran entre ellos.

Los dos se entienden mejor entre besos y caricias.

Los dos se aman mejor entre gemidos y jadeos.

Edward leyó en internet acerca de las posiciones en las que puede tener sexo con una embarazada.

Y que debe moderar su ímpetu intenso.

Poco a poco el miembro caliente y palpitante de Edward se introduce en el canal sedoso y húmedo de Emil, la oleada de placer intensa los sorprende a ambos.

Sus cuerpos se reconocen y extrañaban esta conexión tan íntima.

Parece que en este aspecto los dos están hechos a la medida.

Edward admira a Emily quien se pierde en sus brazos debido al placer que comparten.

Él comprende que los dos estan haciendo el amor.

Emily se recarga contra el fuerte pecho de Edward, incapaz de moverse por las deliciosas y calientes sensaciones que la invaden.

Edward sin embargo necesita más de la chica por lo que con delicadeza la recuesta en el mullido sillón para demostrarle sin palabras su amor por ella.

"Mmmmhhh....mmmhhhhh....."

Emily cierra los ojos mientas se muerde los labios para no gritar de placer ya que recuerda que la secretaria de Edward está fuera.

"Ella no está."

"Gime para mí y terminaré más rápido."

Ordena Edward, provocando que la piel de la chica se erice por comoleto.

Edward besa de forma atrevida la boca de la chica para que deje de morderse los labios.

"Edward...."

"aaahhh...mmmhh..."

Gime la chica, excitando a ambos  antes que sus cuerpos estallen en un orgasmo delicioso.

Prohibido Amor de un CEO, Primera ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora