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Después de apagar la pantalla ambas chicas se miran en silencio, lo que vieron significa distintas cosas para las dos.

Dániel se acerca a ellas para despidirse de Emily con un rápido pero significativo beso y una mirada amorosa, Maggie los observa.

"Y?"

Cuestiona a Maggie a Emily cuando estan a solas.

Emily no puede evitar que sus mejillas se calienten y sonrojen, por lo que aparta su mirada mientras suspira.

"Emily ustedes se aman y mereces ser muy feliz, además puedo ver cuanto te ama Dániel."

"Psaste por muchas experiencias malas, Emily, cómo lo que sucedió con ese bastardo, Dorian..."

Maggie susurra esta última frase.

"Cuando me separé de Brian fue difícil al principio."

Comenta Maggie.

"James me ayudó demasiado y ahora somos muy felices."

"Dániel no ha querido tener sexo contigo o no te excita?"

Un calor inunda a Emily por lo que bebe un poco de agua para calmarse.

Maggie es más liberal y no le da pena hablar de esos temas pero, a Emily no le gusta hablar de su intimidad.

"Ayer él y yo intimamos."

"Dániel fue tan amoroso, dulce y delicado conmigo."

Emily revive en su mente los maravillosos recuerdos de la entrega de amor de anoche.

"Estar con Dániel es vivir en un mundo rosa y suave, cálido, romántico."

"Fue muy cuidadoso y dedicado."

Emily se siente como una jovencita llena de vergüenza.

"Emily, no eres una adolescente experimentando por primera vez con un noviecito de verano."

Responde Maggie conteniendo una risita.

"Su relación dió un paso más y ahora se conocen mucho mejor."

Emily concuerda con su amiga antes de darle un beso a su amiga en la mejilla.

Colocándose sus audífonos, Emily toma su pincel favorito, lo carga de pintura y se dispone a plasmar sus emociones en el lienzo blanco.

Anoche Dániel se encargó de disipar todas sus dudas referente a ellos dos.

Con amor y dedicación el chico le regaló a la chica una noche placentera y deliciosa en la cual ambos tuvieron varios entregado orgasmos.

Emily terminó rendida, saciada y feliz.

Esa noche fue muy diferente a las noches de sexo arrebatado, descontrolado y algunas veces violento que tuvo con Edward.

En esas ocasiones ella se sometía a los deseos del controlador hombre quien decidía todo entre los dos, en cambio Dániel le hizo el amor siempre tomándola en cuenta.

Emily ahora se da cuenta que Edward la poseyo como si ella fuera una cura para su enfermedad violenta.

Y ella se acostumbró a tener sexo duro, dominante, un poco doloroso aunque siempre excitante, ardiente y lleno de pasión descontrolada.

Emily, sacude la cabeza para reaccionar y volver su atención al lienzo en blanco para pues quiere regalarle una pintura a Dániel por amarla tanto.

Dentro de la prisión, Edward camina por el pasillo lúgubre, a los costados puede ver las pequeñas celdas con prisioneros dentro.

Prohibido Amor de un CEO, Primera ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora