Enfermedad

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Los médicos están asombrados y no dejan de hablar entre ellos admirados por la pronta y rápida recuperación de Edward.

Los resultados médicos de Edward muestran una clara mejoría.

Y todo a base de los líquidos de colores ámbar, anaranjado, violeta que la chica le da ha dado de beber a Edward quien abraza débilmente a Emily pues está reclinada delicadamente sobre  su pecho.

"Emily, que haces aquí?"

"Pensé que..."

Edward intenta hablar, pero su voz se entrecorta.

"Sshhh..."

"No hables, descansa."

"No sabes la alegría que tengo porque despertaste."

"Cómo te sientes?"

La chica pregunta, Edward mira a los medicos.

"Mucho mejor."

"Lo último que recuerdo es haberme sentido muy mal en mi celda y después desperté aquí."

"El juez aprobó que estés aquí?"

Preguntó Edward consciente de su situación previa y de la gente a su alrededor.

"Señor Situ, el juez no necesita saber esto."

"Su salud estaba en grave peligro y está señorita no lo ha dejado desde que ingresó hace casi dos meses."

Asevera un médico, quien es amigo de la abuela.

"Dos meses..."

Repite Edward sin poder creerlo.

Los médicos revisan sus signos y evolución ante de retirarse de la habitación del hombre.

Todos ellos discuten acaloradamente la increíble mejoría.

De pie frente a él, Emily rellena el gotero con las dosis de la hora, Edward la observa detenidamente.

El enfermo no pierde de vista las manos y carita concentrada de la bella chica quien tiene su hermoso cabello amarrado en un moño desordenado y viste ropa deportiva cómoda y limpia.

"Edward, no me veas así que me siento incomoda."

Pide Emily pues sus manos tiemblan ligeramente porque puede sentir la penetrante mirada del hombre sobre ella.

"Has estado aquí conmigo desde hace dos meses."

"Porque Emily?"

Emily no responde la pregunta antes de sentarse cerca de Edward, en la orilla de la cama para pedir amablemente.

"Abre la boca Edward."

"Esto es medicina y es lo que te he estado dando para que te recuperes."

"Abre."

Edward mira el gotero en manos de Emily, el hombre no sabe que es eso que le quiere administrar la niña.

"No, dime que es eso?"

"Cómo se que es bueno para mi?"

Emily cierra los ojos para no enfadarse.

"Cálmate Emily, solo cálmate."

Tomando respiraciones profundas antes de contestar la niña se repite en su mente.

"Es medicina, la más poderosa que jamás encontrarás."

"Está hecha por las manos más expertas que jamás encontrarás en esta época."

Prohibido Amor de un CEO, Primera ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora