Suposición

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La sala de espera del hospital esta en silencio absoluto, unos pasos apresurados hacen que tres personas volteen a ver quién llega.

Dániel aparece en el pasillo pero se detiene un segundo mientras estira una mano para recargarse en la pared y dobla las rodillas para que pueda recuperar su aliento.

El chico corrio lo más rápido que pudo desde su departamento hasta el hospital.

Y llego a dónde está Emily en tiempo récord!

"Dániel?"

Cuestionó tímidamente Emily cuando reconoce al agitado chico.

"Emily..aaahh..."

"Cómo estás?"

Responde Dániel quien jadea y resopla tratando de recuperarse de su loca carrera.

Emily se levanta de su asiento para ir hacia el chico, Flora y Ryan miran con extrañeza al recién llegado.

"Emily...pasaba por aquí y te ví..."

"Quise saludarte..."

La excusa más estúpida del mundo fue lo primero que se le ocurrió decir a Dániel.

Sin hablar Emily toma la mano del cansado chico para llevarlo a un pasillo lejano.

"Que haces aquí?"

Interroga Emily al chico mirándolo a los ojos.

Dániel observa los ojos de la chica, están rojos e hinchados, producto de que ha llorado mucho.

Además que la niña se ve cansada, triste y tiene unas marcadas ojeras oscuras debajo de sus ojos.

"Quiero disculparme si te ofendí de alguna manera el otro día."

"Perdóname Emily por favor."

Pide Dániel calmando su corazón, el chico no sabe si late fuerte por la carrera o por estar frente a ella.

"No te conozco Dániel..."

"Pareces lindo y amable pero y si eres como Dorian?"

Se cuestiona en la mente Emily.

"Dániel, este no es un buen momento para mí, por favor vete."

Pide la niña con determinación, su cabeza está pensando mil cosas ahora.

Dando la vuelta para regresar, Emily se detiene porque la mano de Dániel sostiene su brazo antes de atraerla hacia él para abrazarla.

Emily se asombra por el gesto inesperado del chico, pero sin saber cómo la chica rodea con sus brazos la apretada y fuerte cintura de Dániel.

Ella de verdad necesita ese cálido abrazo.

Emily necesita ese abrazo aunque lo niegue pues en ese momento tan difícil ella no puede abrazar a Edward para consolarse.

Además, después de hablar con la abuela Situ, Emily se siente aún más preocupada y pensativa que antes.

Dániel observa una habitación vacía cercana por lo que carga a Emily un poco en sus brazos para que ambos entren.

Emily se deja llevar cerrando los ojos,
Dániel de sienta sobre la camilla antes de sentar en su regazo a Emily.

En ese momento la chica parece una pequeña niña asustada y triste con un montón de dudas y temores de lo que le depara el futuro.

Dániel no sabía que decirle por lo que se limita a abrazarla fuerte contra su pecho antes de escucharla sollozar.

Emily se aferra al chico con sus manos pues necesita tanto ese cariño masculino que una vez tuvo.

Prohibido Amor de un CEO, Primera ParteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora