Aliados 3 Temporada [Completado]

Capítulo 37: Amnesia - Especial Franzul

Ohh yeah bitches acá tienen lo que pedían, franzul al %100. Ámenme, alábenme, soy su Diosa del Olimpo, ¡voy a dominar el mundo! okno me calmo :|

Comencemos...

Casa moderna. Puerta abierta y una pareja saliendo. Se suben a la camioneta. Se van. Un chico escondido detrás del árbol de enfrente. Silencio.

"No hay moros en la costa" pensó Franco al ver como la camioneta junto a Mario y Matilda desaparecía en una esquina.

Eran las ocho de la mañana y él estaba escondido detrás del árbol desde las seis, esperando a que los padres de Azul se fueran ya que Maio le había comentado que ese día cumplían no se cuantos meses y la llevaría fuera de la ciudad. Lo que conllevaba a... Azul sola en la casa, camino libre para Franco.

Obviamente su plan no era precisamente tocar la puerta como una persona normal y esperar a que ella lo dejara entrar, porque sabía que eso no pasaría. Azul le cerraría la puerta en la cara y él tendría que volver al hotel con ganas de suicidarse. Así que optó por su antiguo método para entrar: La ventana.

Era como volver a los viejos tiempos, trepar el paredón, caer en el jardín y luego abrir la puerta corrediza que simulaba una ventana para entrar a la casa. Dentro no había nadie, también se había asegurado de decirle a Rosa que no vaya ese día así Azul no tendría a quien recurrir.

No. No iba a secuestrarla. Había sido una de sus ideas de último momento pero no iba a meter la pata de nuevo. Esta vez las cosas tendrían que salir bien, si o si. Se estaba arriesgando, lo sabía, pero era la última chance de poder arreglar las cosas.

Caminó haciendo el menor ruido posible hasta el cuarto de Azul. Abrió la puerta con cautela. Nada.

-¿Donde está? -murmuró viendo la cama vacía. Salió de ahí y volvió a la sala sentándose en el sillón.

¿Tanta mala suerte tenía que no estaba? ¿se habría ido con sus padres?

Sacó al rosa de color azul que había comprado y se quedó observándola con tristeza. Cuando de pronto unos pasos se escucharon.

-¡Si! -susurró y fue a buscarla.

Pasó primero por el cuarto de Mario y Matilda y ahí no había nadie. Los pasos se escucharon a su derecha. Volteo y fue al baño. Tampoco. ¿Qué era una broma?

-¿Y Rosa? -escuchó una voz. Sin perder las esperanzas volvió a dirigirse al cuarto de Azul con rapidez.

Pero al doblar por el pasillo alguien dobló al mismo tiempo que él en sentido contrario haciendo que chocaran.

Azul lo miró asustada pensando que era un ladrón pero luego se relajó al ver que era él.

-¡Franco la... palmera de tu hermana! ¡me asustaste! -exclamó y él rió.

-Perdón.

-No te rías.

-Es que fue gracioso -se justificó.

-¿Qué haces acá? ¿y como entraste? ¡¿volviste a entrar por la ventana?! -lo miró enojada. -No aprendes más.

-¿Podemos hablar como dos personas civilizadas? -preguntó él.

-¿Que queres? -se cruzó de brazos.

-A vos te quiero -le tendió la rosa de color azul y sonrió. Azul suspiró.

-¿Nunca te rendís?

-No -negó -¿Azul en serio no queres estar más conmigo? ¿ya no me amas? -preguntó triste y ella no dijo nada.