Aliados 3 Temporada [Completado]

Capítulo 8: ¡¿Cómo llegamos a esto?! Parte III

Flash Back. Joaquin POV.

Franco fue el primero en reaccionar. Se levanto y se alejo lo más posible de mí como si eso lo salvara de algo. El personal que había abierto la puerta nos miraba incrédulo.

-Yo le puedo explicar -le dije parándome. -no somos ladrones del chocolate ni nada de eso.

El empleado, que era un joven rubio de uno veintitantos de años, sacó su teléfono celular con intenciones no tan buenas. Franco me miró asustado, temiendo lo peor. Intente analizar la situación para encontrar una salida que nos salvara de la comisaría o lo que sea que el empleado estuviera planeando. Franco estaba pálido como un vampiro, tenia que solucionar esto ya.

-Voy a tener que llamar a la policia -dijo el joven - no es normal encontrar a dos chicos casi desnudos bañados en chocolate aquí dentro.

-Fue un accidente -dijo Franco. -y lo de la ropa es que teníamos calor.

-Si y además fueron ustedes los que nos dejaron encerrados.

El empleado nos ignoro y marco algo en celular alejandose. Me acerqué a Franco.

-Tenemos que salir de acá - le dije.

-¿Cómo hacemos? Ya está llamando a la policia...

-Escapemos, no le dijimos nuestros nombres, no nos van a reconocer.

-Bueno, pero si nos atrapan es toda tu culpa -dijo mirando hacia el joven.

-Si como digas, ¿vamos?

-Ok, yo distraigo al flaco y vos le robas la llave. -Nos acercamos al rubio que justo terminaba con la llamada.

-Ya vienen.

-¿Quien viene? -le preguntó Franco.

-La policia. -dijo como si fuera obvio.

-Ahh, la policia... muy buenos amigos míos -dijo pensativo. - ¿te cuento algo? una vez estuve en la carcel... -comienza la operación: distraer al rubio tarado.

Mientras Franco le contaba sus experiencias al joven, que sorprendentemente lo escuchaba atento, me coloqué detrás del mostrador. Seguramente ahí estaban las llaves de las mayorías de las puertas del enorme lugar. Busque rápidamente. Nada. Miré a Franco que seguía hablándole al rubio que ahora miraba hacia ambos costados, seguramente buscándome.

"No puede ser" pensé al ver el llavero colgado en el bolsillo trasero del pantalón del empleado. Me acerqué a él, y dudando de lo que iba a hacer, le dije:

-Hola bombón -dije con la voz más gay que me podía salir. El rubio abrió exageradamente los ojos y Franco me miró confundido y sorprendido a la vez. Le señalé con la mirada el pantalón del empleado y ahí entendió. -Que lindos pantalones -le dije sonriendo. Leí una pequeña placa que tenia en la camisa, el nombre "Martín" se encontraba en el centro en letras pequeñas.

-¿Qu-qué? -dijo Martín. Franco trató de ocultar su sonrisa, pero le fue imposible.

-¿Donde los compraste? ¿47 Street? -vi como Franco se alejaba para no arruinar el plan con una carcajada. Sinceramente, no se como tuve que recurrir a esto.

-N-no -dijo asustado. ¿Acaso era homofobico?

-Parecen de muy buena calidad lindura -hice como que le tocaba el trasero, "Dios por favor borra este recuerdo de mi memoria", para poder tomar las llaves. Martín se movió bruscamente logrando que el llavero quedara trabado en uno de mis dedos. Rápidamente lo guardé.