Aliados 3 Temporada [Completado]

Capítulo 42: Aclarando dudas y... ¿Quien cambia el pañal?

Después de las visitas, por fin Franco y Azul pudieron quedarse solos junto a su hija que no hacía más que dormir plácidamente. Cosa por la cual Franco había comentado un "Bueno, al menos no sacó tu carácter amor" recibiendo una mirada amenazante de su novia. Así que solo se habían quedado hablando en voz baja y observando a su hija hasta que Franco vio que Benjamín, el doctor amigo de Azul, entraba al cuarto como si nada y abría las cortinas de la ventana para que entrara algo de luz solar.

-¿Qué hace este tipo acá? -le susurró Franco a Azul al tiempo que Benjamín sacaba una libreta de uno de los bolsillos de su blanco guardapolvo.

-Estoy acá, Franco, -comenzó Benjamín dando a entender que lo había escuchado -porque controlé a Azul durante todo su embarazo y es mi responsabilidad ver si salió todo bien.

-Ah...

-¿Cómo te sentís Azul? -preguntó sacando una lapicera color negro y luego abrió la libreta.

-Flaca -contestó ella luego de meditarlo un poco. Franco rió.

-Que bien -dijo Benjamín con una sonrisa y se acercó a ella para cargar a Antonella. -Permiso -dijo mientras la agarraba.

-¿Qué haces? -preguntó Franco al instante.

-Tengo que revisarla -respondió acostándola en lo que parecía ser una cuna bastante rara.

-¿Ese no es trabajo de las enfermeras? -preguntó desconfiado.

-Franco... -dijo Azul.

-No te preocupes, estoy acostumbrado a este tipo de padres -dijo Benjamín anotando algo en su libreta.

-¿Me estas insultando? -Franco lo miró molesto.

-Franco -repitió Azul.

-No, no te estoy insultando. Solo digo que no te alarmes tanto, nada más voy a ver a la nena para hacer su ficha de nacimiento -contestó el doctor exasperado.

-¿Cuando me voy a poder ir? -preguntó Azul intentando cambiar el tema.

-Si terminamos rápido con esto, mañana mismo -habló Benjamín esta vez con un tono más amable, mientras Franco fruncía el ceño. No le caía nada bien ese hombre. -Bien... ¿cuál es el nombre de la beba?

-Antonella Luz Alfaro, y que quede claro el Alfaro, ponelo en mayusculas si es necesario -aclaró Franco en un tono amenazante. Benjamín alzó una ceja mientras escribía.

Luego volvió a cargar a la bebe.

-Ahora me la voy a llevar para que les den sus cuidados necesarios y luego la traigo para alimentarla -informó.

-Bueno, pero... ¡Cuidado! ¡Fijate por donde caminas! -gritó Franco al ver que se iba llevándose a su hija. Luego miró a Azul -¿Sabés? no me da buena espina este tipo...

-¿En que sentido? -preguntó ella mientras acomodaba el almohadón de la cama para sentarse mejor.

-No se... lo siento como, como con Milo, viste que yo decía que era mala persona, y nadie me creía, y al final era mala persona, bueno, siento lo mismo con él -confesó en un tono misterioso. Azul resopló.

-Yo creo que te equivocas, conozco a Benjamín desde hace tiempo y es de las personas más buenas que hay -dijo Azul.

-Si, pero quien sabe, aún quedan personas malas por ahí que se supone nos quieren destruir...

-Pero no él -lo defendió. Franco se exasperó.

-¡Bueno, esta bien! -exclamó -¿que onda loca? ¿te agarró la defensora de los pobres? ¿cómo es? ¿la Virgen Maria apareció en tu casa? -dijo molesto.