El hijo prófugo.

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Aidan caminaba por su hogar buscando a t/n ¡no era justo qué su madre se haya robado a la chica así como así! Tanto le había costado reunir el valor para ir hasta su casa para verla ¿y su madre la raptaba así como así?

¿Entonces de que servía haber tardado horas en convencerla de montar un baile victoriano, si ella se robaría a su pareja de baile?

En serio temia qué t/n se viera abrumada ante la energía y alegría desbordantes del corazón de Lauren, tanto que terminaría huyendo ¡debía encontrarla antes de que eso pasara!

Hasta que finalmente las encontró en el peor lugar al que su madre se le pudo ocurrir llevar a la castaña ¡su estudio de pintura! Ahora t/n no solo sabría lo mucho que piensa en ella, llegando al punto de retratarla ¡si no que también vería los garabatos qué tiene por dibujos!

-vaya... Es hermoso-paro en seco frente a la puerta, aún sosteniendo la perilla mientras escuchaba la dulce voz de la castaña-si qué tiene talento-

-¿verdad que si? Fijate el los extremos detalles de tus ojos, incluso pareciera que los memorizo-y al escuchar a su madre volvió a la realidad ¡no permitiría qué ella lo dejara parado como un acosador!

-mamá-exclamó nada más entrar-¿qué hacen?-preguntó exaltado llendo rápidamente hacia el cuadro para cubrirlo con la sabana blanca qué lo cubría previamente.

-tranquilo hijo, solo le mostraba a t/n lo talentoso qué eres en las artes ¿no es verdad t/n?-preguntó mirando hacia la de ojos chocolate.

-he... Si-dijo extremadamente sonrojada, ni siquiera las luces bajas del estudio podían darle una ligera ayuda-¿puedo usar el baño?-preguntó a la matriarca.

...

Tomo el agua fría qué brotaba del elegante lavamanos para mojar su rostro, este se sentía caliente y estaba tan sonrojada qué podía jurar qué el salpullido de su alegría a los mariscos había vuelto... Aunque no haya probado el más mínimo anmial marino.

Ese cuadro era tan realista, conservaba hasta el más mínimo detalle sobre todo de sus ojos ¿será que el conservo una foto ese día en la panadería después de todo? ¿O realmente ella había sido memorizada por el fotógrafo?

-tranquila, calmate ya-se dijo a si misma mientras se miraba al espejo.

Desafortunadamente el agua había corrido el rimel y lapiz nerho en sus ojos y ahora parecía un oso panda o algún mapache, definitivamente no podía salir así.

Tomo un poco de papel higiénico y comenzó a limpiar cuanto podía para después lavar su rostro nuevamente dejándose sin un gramo de maquillaje, eso lo lamento un poco más.

Apenada salió del baño encontrándose inmediatamente con Dalya.

-la señora tiene muy bien maquillaje para retocar si es lo que necesita-dijo la mujer mientras entraba al baño para vaciar el sesto de basura.

-¿Dalya quien es esta mujer?- t/n sintió un escalofrío recorrer toda su espina dorsal al nada más escuchar aquella grave y profunda voz.

Al darse la vuelta se quedo perpleja al encontrar una versión adulta, elegante y mal carienta del mismísimo Aidan, así que rápidamente intuyo de quien se trataba.

-t/n Baker, soy amiga de su hijo-dijo ofreciendo su mano para un apretón qué nunca fue respondido.

-así que tu eres la mujer de la qué mi esposa y mi hijo no dejan de hablar-t/n apretó el puño al no ser respondida, teniendo un ligero déjà vu.

El fotógrafo(Aidan Gallagher Y tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora