El fotógrafo(Aidan Gallagher Y tu)

La exposición.

-bien ¿tienes la lista?-preguntó TJ tomando el carrito del super.

-sip, esta aquí-dijo t/n sacándola de su bolso

-entonces vamos adentro-y ambas avanzaron hasta entrar al supermercado donde los adornos navideños y canciones de la misma temática abundaban.

¿Cómo no hacerlo? Pues si estaban a dos días de noche buena, pero también a dos días de la qué sería probablemente la cena más importante en la vida de t/n.

Luego de un mes enterosde coqueteos, rosas rojas, collares y la jefatura en una editorial había llegado el momento más esperado de todos, pues Aidan se presentaría no solo para pasar la navidad a lado de la chica, si no también para hablar con Alberth sobre el rumbo de su relación.

No obstante ese no era el motivo por el cual ambas castañas habían faltado al trabajo, el verdadero motivo era porque después de muchos retrasos y cambios de fecha, finalmente Aidan expondrá sus fotografías.

-aun no puedo creer que te ofrecieras para hacer la cena de celebración-dijo TJ- todos saben que tu fuerte no es la cocina querida-

-y es por eso que te traje a ti-respondió t/n con una sonrisa fingiendo inocencia.

-aveces pienso que solo me usas-dijo riendo-bien ¿qué es lo primero en la lista?-

T/n comenzó a dictar uno a uno todos los ingredientes necesarios para el banquete qué sería ofrecido al termino de la exposición, entre los cuales más de una botella de vino iba incluida.

Ella realmente quería dar su mejor esfuerzo, no solo porque Lauren y su esposo estarían ahí, aunque todos supieran qué Roberth asistía más por compromiso qué por verdadero interés.

Era porque ese día era SU día, pues Aidan la presentaría a su familia como su novia oficial y a pesar de haberse ganado ya a Lauren, aún no lo había hecho con Roberth, así que ella quería dar su 200% para demostrar lo buena novia qué podía ser para el hijo del magnate.

¿Qué si estaba nerviosa? ¡Claro que si! La última vez que ella había establecido una conversación con aquel intimidante hombre había sido afuera de uno de los baños de la mansión, mientras el baile victoriano se organizaba.

-bien creo que es todo-dijo al tachar los rábanos de la lista.

-a la caja entonces-respondió TJ mientras el turno de t/n para llevar el carrito comenzaba.

Una vez salieron el super mercado, llevaban todas las bolsas sobre el carrito hasta el estacionamiento donde Cameron ya las esperaba.

-qué bueno que haya podido venir-dijo t/n a su amiga-de lo contrario nos hubiera tocado volver a casa a pie con seis bolsas cada una-ambas rieron.

-y no es como que todo este muy liviano-respondió TJ entre risas.

-Adiós sabrosas-ambas pararon sus risas al escuchar la voz de un hombre.

Al darse la vuelta ambas vieron con asco a un hombre gordo quien al verlas se lamio los labios y comenzó a caminar hacia ellas, inmediatamente aceleraron el paso para llegar a donde el rubio lo más rápido posible y así el las defendiera, o al menos aquel cerdo se intimidara.

Afortunadamente Cameron se había dado cuenta de la situación y ahora caminaba hasta ellas a paso veloz.

-vamos lindas ¿Alguna no me dará su número?-

-déjenos en paz-exclamó TJ.

-ah vamos no te hagas del rogar-

-ella dijo que no-exclamó Cameron llegando al rescate empujando al hombre-vuelvo a verte acercándote a mi prometida o a su amiga y te arrancare los dientes uno por uno-para este punto ambas chicas ya habían llegado hasta el auto.