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ERAN las cuatro en punto cuando amelia salió de su casa para ir a lo de julián. en el camino pasó por una panadería y luego de comprar unas facturas y chipas para merendar, emprendió camino hacia la casa del jugador.
obviamente que aprovechó que estaba sola en su auto para poner taylor swift al palo, específicamente enchanted, que últimamente la identificaba bastante, aunque no quisiera admitirlo en voz alta.
previo a salir de su casa había pasado bastante tiempo tratando de elegir un outfit para la ocasión, no era algo muy formal por lo que decidió ponerse algo que se pondría en el día a día. claro que esto solo le tomo una hora apróximadamente.
realmente estaba nerviosa, porque aunque habían charlado anteriormente, esta era la primera vez que tenían una cita. temía que no congeniaran, porque realmente pensaba que julián era un chico dulce con el que podría llevarse bien.
al llegar al departamento de él, lo llamó por el portero para que le abriera y así lo hizo. después de subir al ascensor y llegar hasta el piso de julián no tardó en encontrarlo con la puerta de su departamento abierta. la esperaba con una tierna sonrisa y amelia sintió sus piernas flaquear.
le devolvió la sonrisa y se apresuró hasta llegar donde el castaño se encontraba, este la recibió con un abrazo y un beso en su mejilla.
─ ¡ame! ¿cómo andas?
─ todo bien juli, ¿vos?
─ muy bien ─ le respondió, mientras la invitaba a adentrase a su casa acomodando su mano en la espalda baja de la rubia ─ que bueno que pudimos organizar para juntarnos.
─ eso pensaba, los dos estamos a full este mes ─ agregó amelia.
─ ¿qué preferís, mates dulces o amargos? de esto depende todo ─ preguntó julián.
─ obviamente que dulces.
─ estoy totalmente de acuerdo con vos. en córdoba todo el mundo toma mates dulces.
─ ay eso me olvidé de preguntarte, ¿cómo la pasaste en calchín? ─ amelia lo observó preparar el mate con mucha concentración, pero él se desconcentro levemente al notar que ella se acordaba del nombre de su pueblo natal.
─ muy lindo todo, cada vez que vuelvo la gente me recibe re bien, ¿vos en parís? ¿que hacías por allá chetita? ─ le preguntó jodiendola, ella se rió. no le molestaba que le digan así porque sabía que ese sobrenombre le quedaba bien.
─ mi familia paterna es de allá, y mi hermano va a la facu también en parís.
─ entonces sos media francesa ¿no?
─ exactamente.
─ a ver decime algo en francés ─ la retó él.
─ j'ai des sentiments pour toi, mais j'ai peur de tomber amoureux ─ contestó la rubia, él se quedó mirándola impresionado.
