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OFICIALMENTE eran una pareja y así lo eran desde el primero de abril. día en el que se encontraron tras el debut como titular de julián en la selección.
ahora a amelia le tocaba conocer a los padres y hermanos de su flamante novio. los álvarez irían a visitar al menor de ellos aquel fin de semana largo de pascuas, aprovechando que julián no tenía partidos que jugar y así poder pasar más tiempo con él.
ese jueves santo comenzó con la pareja levantándose en el departamento del castaño. la noche anterior se habían quedado hasta tarde teniendo relaciones, ame le había advertido que al día siguiente les costaría levantarse y ahí estaban en esa situación.
─ ju, amor ─ lo llamó la rubia ─ tenemos que levantarnos.
─ hagamos fiaca un ratito más ─ le pidió él.
─ va a llegar tu familia en cualquier momento y dudo que sea un lindo reencuentro si nos ven así.
─ ¿así como? ─ preguntó julián para joderla.
─ estamos desnudos ─ respondió amelia un poco exaltada, el castaño se rió.
─ apa, ¿un rapidín no te va?
─ ¡julián! ─ le gritó ella.
fue en ese preciso instante en el que los dos escucharon golpes en la puerta del departamento de álvarez. amelia soltó un par de puteadas para después vestirse rápidamente, quería causar una buena impresión en sus suegros y cuñados.
─ ame, cambiate tranquila ¿si? yo voy a recibirlos, les digo que estabas bañándote.
la recién mencionada asintió, mientras veía como julián se había cambiado en cinco segundos y salió de la habitación acomodándose el pelo. ella no se había visto en el espejo todavía, pero estaba segura que su pelo era similar a un nido de pájaros.
se había traído ropa para el día, optando por un sweater rosa y unos jeans negros. el día anterior le preguntó múltiples veces al castaño como debía vestirse y este le insistió en que tenía que estar con lo que se sintiera más cómoda, trataba de restarle importancia a la situación para que la rubia no estuviera nerviosa, de todas formas lo estaba.
pasó al baño que se encontraba dentro de la habitación para, efectivamente, comprobar que tenía su pelo hecho un desastre por lo que intentó peinarlo para que se viera normal. después de unos minutos peleando con un peine, lo logró.
podía escuchar las voces de la familia de julián a lo lejos y una distinguida tonada cordobesa, a amelia le encantaba y podía decirse que esa tonada era una de las cosas que más le gustaban de su novio.
