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ELLA en un principio se quedó estática, de todas formas después le siguió el beso. sabía que días después se arrepentiría pero en ese momento se dejó llevar.
las manos de julián se posicionaron en la cintura de amelia, acercándola más a su cuerpo. mientras que las manos de ella se hundían en el cabello castaño de él.
poco a poco la situación se descontrolaba más y los dos eran conscientes de esto. de un momento a otro las manos de él bajaron de la cintura de la rubia hacia su culo, apretándolo levemente.
en cierto momento julián la giró, haciendo que el cuerpo de amelia quede entre el escritorio de la habitación y el cuerpo del castaño. ella sintió una presión en su vientre bajo y no le costó mucho deducir de que se trataba.
─ ju, no deberíamos ─ murmuró ella cuando se separó de él.
─ está bien ─ dijo para después tomar cierta distancia de amelia.
en lo más profundo de su ser, la rubia sabía que no quería parar lo que estaban haciendo minutos antes pero entendía que era lo mejor que podía hacer para evitar que después ambos sufrieran más la ausencia del otro.
─ por ahí podemos vernos cuando yo esté aca o vos viajes a argentina pero solo como amigos ─ sugirió amelia. él negó con la cabeza.
─ no creo que los dos podamos mantener una amistad sin sentimientos de por medio ─ dijo el castaño y amelia no negó lo que él planteó ya que tenía razón ─ al final del día podemos llevarnos bien sin ser nada pero los dos sabemos que en el fondo nos pasan muchas más cosas que una simple amistad.
─ tenes razón ─ admitió ella.
ambos se quedaron en silencio por unos minutos. los dos envueltos en sus pensamientos, los cuales eran exactamente los mismos. se preguntaban en que momento habían terminado así, todo esa relación tan linda que habían construido durante meses se destruyó en segundos y ni siquiera por la culpa de ellos dos, sino que la de gente ajena.
julián soltó un par de lágrimas pero rápidamente las limpió, de todas maneras la ojiazul lo había visto y se acercó para abrazarlo. ella lo rodeó con sus brazos por la cintura y apoyó su cabeza en el pecho del castaño.
así se quedaron por un rato hasta que él murmuró ─ me voy ame, es tarde ya y mañana tengo entrenamiento ─ dijo mientras con cuidado la separó de su cuerpo.
─ nos vemos ju ─ se despidió.
─ nos vemos ame ─ dijo también despidiendóse. no esperó mucho más para irse, bajo en completo silencio hasta el lobby del hotel y al salir se dio cuenta de que afuera llovía. por lo que se dirigió a su auto rápidamente.
le esperaba un viaje de dos horas hasta mánchester y un berrinche de parte de emilia. ella se había comido el cuento de que eran novios y más de una vez le había hecho escenas justificándose en que era la única que intentaba hacer que la relación fuera lo más auténtica para el resto pero julián sabía que en realidad no era así.
era sabido para él, y su entorno de calchín, que emilia siempre le había tenido ganas pero juli jamás le había dado bola porque simplemente no le atraía y además, en el pueblo tenía fama de ser una trepadora social. el dicho dice de que el río suena es porque piedras trae, ya que anteriormente a la relación falsa que mantenían ella había estado en una relación, verdadera, con un jugador de un equipo de inferiores. esto no podía importarle menos a julián, él simplemente podía pensar en su amelia y en nadie más.
cuando se mudo a mánchester con su familia, sus padres y hermanos se quedaron en una casa cercana a la de julián quien convivía, obligado, con su supuesta novia. obvio que no compartían habitación, solo los espacios comunes de la casa y esto le había dado a emilia la opción de intentar acercarse a el castaño para llamar su atención y provocarlo. hasta la fecha, él jamás cedió ante sus intentos de seducirlo, simplemente se alejaba de forma respetuosa, por más que no le interesaba en lo absoluto tampoco quería llevarse mal con ella porque al final del día vivían juntos.
en todo el camino de regreso a su casa reprodució en su mente los momentos que había pasado con amelia horas atrás. ya extrañaba su carácteristico aroma dulce y su voz. trató de convencerse de que verla había sido una pésima idea y que verse furtivamente solo los lastimaría aún más pero cuando tenía la tentación tan cerca le era imposible resistirse.
los días previos a irse de buenos aires más de una vez se había encontrado manejando hasta la casa de la rubia pero siempre se arrepentía a mitad de camino. es más, el mismo día de su ida mientras lo llevaban al aeropuerto de ezeiza casi le pide al chófer que lo llevara a donde vivía amelia. de hecho, una vez ya instalado en la ciudad inglesa también se vio tentado a llamarla y siempre se detuvo cuando estaba a punto de marcar su número.
ya llegando a mánchester supo que la volvería a ver pronto porque la tentación para ambos era mucho más fuerte que la coherencia. observó la hora en la pantalla que tenía su auto, eran pasadas las tres de la mañana.
al llegar a su casa vio la luz del living prendida y supo que emilia lo estaba esperando. soltó un suspiró, y pensó en la opción de irse a la casa de sus viejos pero no quería preocuparlos.
abrió la puerta de su hogar y su falsa novia lo estaba viendo con los brazos cruzados.
─ ¿se puede saber dónde mierda estabas? ─ cuestionó con un notable enojo.
─ estaba en lo de haaland ─ mintió y siguió su camino hasta su habitación.
─ no me mientas, julián ─ dijo mientras lo seguía.
─ basta emilia, no tengo que darte ninguna explicación.
─ seguro andabas con alguna puta.
─ ¿y si estaba con una qué? ¿vas a llamar a mis representantes y decirles que estuve con una? ─ había colmado su paciencia para ese punto.
─ ¿cómo se va a sentir amelita si se entera que anduviste con otra? ─ retrucó ella.
─ no la metas en tus jueguitos ─ contestó y sin decir más cerró la puerta de su habitación con seguro, dejandóla afuera en el pasillo.
en cinco horas tenía que estar levantándose para entrenar y no quería que la falta de sueño afecte su rendimiento.
