Corea.
Bora.
NARRADOR OMNISCIENTE;
Siyeon tomó una gran bocanada de aire antes de comenzar un día bastante importante de trabajo. Se acarició a sí misma mientras bloqueaba su teléfono. Otra semana terrible y estresante. Haciendo el asiento hacia atrás, su secretaria la observó desde la gran puerta. Siyeon le sonrió. A decir verdad, de todas, la suya (secretarias) era la más atractiva. Se mordió el labio.
"¿Cómo te gustaría que yo logre a hacerte sentir menos estresada?"
La muchacha rubia solo extendió sus brazos para que la mujer pelinegra pudiera sentarse encima de sus piernas. Dándole una suave nalgada, Siyeon sonrió ante su expresión atrevida. Aprovechando que la mayoría bajó a almorzar, levantó un poco su falda roja hasta la delgadez de su abdomen moreno y cálido. Siyeon la miró completa. Estaba usando la lencería blanca que, supuestamente, su secretaria compró pensando en ella. Para ella. Ambas querían algo rápido, así que Siyeon emprendió un viaje exitante por uno de los pezones rosados de la chica. Tirando y jugando con ellos, la secretaria se aferró con sus propias manos a los hombros anchos de Siyeon.
"Me tocas y me muerdes tan bien..."
Dejando una gran cantidad de saliva en sus labios, Siyeon comenzó a mover las caderas de la chica en las suyas. En eso, la secretaria colocó su intimidad en la rodilla huesuda de la rubia joven. El vaivén fue rápido, demasiado desesperado. Pero a Siyeon le encantaba. La chica estaba tan mojada y sensible que la empresaria solo quería una sola cosa: cogerla sobre la mesa.
"Te veo esta noche en mi departamento, bonita Lee".
El horario de almuerzo, finalmente, terminó. Con su ropa interior empapada, Siyeon trató fingir que no seguía caliente casi toda la reunión de aquel día. Para cuando tuvo otro momento libre, corrió al baño. Le puso enseguida seguro a la puerta. Apoyando la cabeza en la tapa del retrete, Siyeon bajó sus bragas a sus talones. Abriéndose un poco, metió sin asco dos dedos en su interior. Cerró los ojos al sentir lo húmeda que se encontraba a causa de esa tipa de trasero grande y lindas tetas. Gracias a ella, se corrió extremamente al instante. La imaginó desnuda en su cama mientras se exploraba a sí misma con esas manos finas. Después de eso, que le bailara cerca con la nariz metida entre ese escote apetecible. Su nariz recorriendo su piel de porcelana. La nariz de Siyeon acariciando su pecho delicioso.
"Hey, Siyeon".
Yoohyeon la saludó.
"Yoohyeon, ¿cómo estás?"
"Con ganas de que tú y yo salgamos esta noche. ¿Qué dices? ¿Tienes planes, acaso? Ojalá y no, lobo hambriento".
Lobo. Qué palabra. En todo caso, loba. Rodó los ojos mientras todavía no podía creer lo tonta que su mejor amiga llegaba a ser en ocasiones. Siempre se superaba. Cada semana. Cada mes. De nuevo, se miraron. Yoohyeon quería llevarla a lugares turbios, los cuales nunca pisó. Pero ella no estaba segura de querer acompañarla. Suspiró.
"¿Dónde quieres ir?"
Yoohyeon sacó su teléfono. Siyeon lo tomó mientras fruncía el entrecejo, algo confundida.
"¿Red Sun? ¿Y eso qué diablos es?"
Observando mejor la publicación, Siyeon volvió a suspirar.

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BLACK AND WHITE (SUAYEON)
Fanfiction• Bora es prostituta, y madre soltera. Siyeon, en cambio, solo una ejecutiva, más o menos, exitosa, pero idiota en cuanto al amor y las mujeres. Por otro lado, por mucho menos importante, hija adoptiva del señor y señora Lee. [...]