"Cap 2"

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Corea.

Bora.

NARRADOR OMNISCIENTE;

Mirándose con supuesto cariño, SuA intentó ser lo más seca posible con respecto a las intrigantes preguntas de Siyeon hacia su persona. De hecho, ni siquiera sabía por qué estaba haciendo aquello. Pero lamentablemente, necesitaba dinero, y sabía que esa era la única forma para ganar el triple. Porque bueno, los trabajos de medio tiempo solo pagaban lo mínimo. Bora quería más. Quería que su hija tuviera una mejor vida de la que ella tuvo una vez. Quería comprar una casa para su madre. Quería dejar esta vida cuanto antes. Ser plenamente feliz junto a su chiquita familia. Pero, de repente, las cosas se tornaron medio confundas y complicadas. Suspiró.

"Bora..."

La voz de Siyeon la sacó enseguida de sus pensamientos. Subiendo la mirada, se encontró con la muchacha de traje medio caro y envuelta en muchos tatuajes bellos, artísticos. Alzó las cejas. Lentamente, Siyeon cogió su mentón en su mano derecha. En cierto punto, se le hacía raro que una desconocida la mirara de tal manera. Que una chica que solo pretendía una sola cosa preguntara por su nombre real y si tenía otro trabajo paralelo al que ya conservaba. Siendo ahora, más o menos, amable... Le respondió.

"¿Es muy importante esa persona?" Acariciando su antebrazo, Siyeon acabó cuestionando por el tatuaje con el nombre de su hija en la parte recién mencionada. Bora sonrió, finalmente. Cada que la gente preguntaba sobre su pequeña Gahyeon, lo primero que ejercía era una sonrisa amorosa.

"Gahyeon es mi hija... Es la persona que más amo, aparte de mi madre".

Siyeon se le quedó mirando. No extraño, no confundida, no con ganas de irse a quién sabe dónde, solo la miró.

"¿Eres madre soltera, acaso...?"

"Bueno, eso creo. Sí, lo soy". Bajando la cabeza, Siyeon asintió en silencio, tomando algo de distancia entre sus cuerpos semidesnudos.

Alcanzando su teléfono de la mesa de noche, Bora se levantó por un instante solo para verificar si llegaba a hacerle el desayuno a Gahyeon. Efectivamente, sí. Si cogía un taxi rápido, lo hacía.

"Tenemos que irnos..."

Dijo "irnos", ya que era demasiado tarde para ambas.

"¿Irás a casa?"

"Sí, pero antes pasaré por una tienda. Tengo que comprar leche y pan".

"¿Quieres que te lleve?"

"No es necesario, tomaré un taxi".

Tomando su vestimenta habitual de todos los días a la semana del armario viejo de la misma habitación, Siyeon, por otra parte, imitó su acción. En eso, cuando Bora terminó, Siyeon le ofreció su propia mano para, finalmente, salir juntas del prostíbulo. Al dar con la calle, Siyeon se mordió el labio al darse cuenta de que había dejado su coche estacionado en la empresa. Soltando un suspiro pesado, se agachó por un momento en el cordón de la calle.

"¿Qué sucede?"

"Pensé en llevarte en mi auto, pero parece que tendremos que irnos juntas, sí, pero en taxi".

Black And White [suayeon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora