Corea.
Siyeon.
NARRADOR OMNISCIENTE;
Observando esos papeles, suspiró. Aire. Necesitaba aire. Aire. Un cigarrillo. Las piernas de ese alguien. Huyendo de la empresa y cerrando la puerta de su oficina con seguro, regresó al mismo lugar de siempre. Ya era de noche, así que, prácticamente, las calles se encontraban desoladas, frías. Manejó más rápido de lo que solía a hacer con tal de ser la primera en aquella habitación que tanto deseaba cada fin de semana. Antes, día por medio, follaba con cualquiera para calmar su propia exitación, pero ahora esperaba los fines de semana para encontrarse con Bora y estar juntas hasta el amanecer. Tocó. Y enseguida, la castaña apareció vistiendo falda gris y camisa ajustada blanca con los primeros botones negros revueltos, desabotonados. Ese cuello al descubierto. Esas botas negras y altas. Siyeon quiso preguntar por qué estaba vestida de esa manera, por qué tan expuesta y sensual, pero aquellos pensamientos fueron callados para cuando Bora habló.
"Hey". Elevando las comisuras, Bora ocultó esa tristeza que hace días la estaba torturando a través de un acercamiento inesperado. "Pensé que no..."
"Salí antes. Hoy no tenía que ir a trabajar, pero fui, de todos modos. Me llamaron. ¿Tú todo bien?" Fingió una sonrisa amorosa que, obviamente, no podía ser real porque estaba celosa, demasiado, lo suficiente para a hacer una locura de las suyas, pero se aguantó, se quedó en el molde.
"Hmmm, por suerte, sí. ¿Tú qué tal?"
"Estoy bien, Bora".
Pero no lo estaba. Y Bora lo sabía.
"Odio las mentiras, ¿sabes? Pasa, de todos modos. Handong me regaló otra cafetera para poder tenerla en esta habitación, y recién la estrené, ¿quieres café? Es rico. Lo malo es que no tengo leche. Sería mucho más rico si..."
Quitándose la chaqueta de cuero negro, Siyeon se la puso encima de esos hombros, aguantándose las ganas de decirle algo de esas cosas. Bora solo sonrió, pero también se aguantó, mucho... Hasta que...
"Terminaras sangrando si sigues mordiendo el interior de tu mejilla. Cálmate. Recién me cambié. Para a hacer énfasis, NADIE me vio. NADIE. Si esto te hace sentir mejor, eres la única que me vio, Siyeon. Sinceramente. Ahora cambia esa cara de muerta. Te ves del asco. En serio".
Siyeon levantó el cierre, aún así. Ni siquiera ella era capaz o tenía la oportunidad de verla vestida de esa manera tan sexy. Ahora se sentía más tranquila. Afortunadamente.
"Café, sí. Quiero café, Bora".
"Estás rara, bueno, más que antes. Dime que no te estás volviendo loca, no ahora. Más adelante tal vez, pero en este momento no nos conviene".
Nuevamente, fue ignorada.
"Con azúcar, Bora. Gracias".
Mientras que Siyeon tomaba de ese café, Bora tomaba asiento en la cama, quedándose en silencio mientras jugaba con sus nudillos. Desde hace días, Siyeon no se le acercaba sexualmente, y ni siquiera comprendía el por qué de todo ese cambio repentino. Pensó en lo peor. Siyeon ya tenía a alguien más. En lo fácil, mejor dicho. En lo obvio. Recordó las palabras de su jefe. Y se preguntó: ¿por qué lloró acostada en la cama, pero sin ser descubierta por la chica rubia? No se percató. Y se lo agradeció. Porque se vería terriblemente como una tonta enamorada. Dos toques en la puerta la sacó de sus propios pensamientos. Abrió. La chica de siempre la estaba llamando para comenzar a bailar con sus demás compañeras. Le dijo que en menos de cinco minutos, bueno, iba con ellas, pero al momento de sacarse la chaqueta y acomodarse la falda, Siyeon la agarró fuertemente del brazo. Esos ojos asesinos volvieron, oscuros, malditos, pero Bora no se asustó, nada de eso, al contrario, trató de huir, cosa que fue casi imposible porque Siyeon apretaba duro y llena de enojo. Explotaría en cualquier momento, y lo acabó haciendo...
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Black And White [suayeon]
Fanfikce➤ Bora es prostituta, y madre soltera. Siyeon, en cambio, solo una ejecutiva, más o menos, exitosa, pero idiota en cuanto al amor y las mujeres. Por otro lado, por mucho menos importante, hija adoptiva del señor y señora Lee.