Corea.
Bora.
NARRADOR OMNISCIENTE;
"Te necesito, Bora".
Apoyando las manos en la ventana para poder controlar su propia respiración, Siyeon no hacía más que susurrarle al oído y aumentar la velocidad de sus dedos en su interior. Pero le era inevitable aguantarse los sonidos perversos. Agradecía porque la lluvia y la música alta tapaban estos. Bora ya tenía la garganta seca. Al contrario de Siyeon, la rubia necesitaba más, más de ese cuerpo pálido.
"Aprendí..."
Bora susurró tan desesperada que Siyeon sonrió.
"¿Sí...?" Suspirando cansada, la castaña volvió a la posición de antes, temblando un poco a causa de la misma tipa que estaba empezando a no soportar también. "Fui muy ruda esa vez, ¿no?" Acostándose a su lado, su mano descendió hasta dar con su cadera. Lentamente, acarició esa zona de forma cariñosa con las yemas de sus dedos. "Siendo sincera, no sé si me gusta dejarte marcas..." Ante tal confesión, Bora tragó saliva. "Debes usar mucho maquillaje, ¿verdad? Prometo la próxima..." La castaña la cortó. Le robó un beso y puso una mano en su mejilla derecha. Al principio, Bora se quedó callada, pero después, murmuró sobre su boca perfecta: "cámbiate. Tienes que llevarme a casa. Debes volver con tus amigas. O lo que sea. Vámonos, por favor. Quiero descansar".
"Conmigo no duermes ni descansas, Bora".
Bora solo rodó los ojos, tomando su brasier entre sus dedos. Siyeon no le permitió continuar. Agarró su muñeca y la posicionó encima de su cuerpo, provocando que abriera de más los ojos.
"¿Me haces ojitos? Tú..."
"Tienes que ir al oculista. Ves horrible".
Ahora sí, se cambió. Por suerte, su ropa no se mojó demasiado. Pasándose al asiento de adelante y acomodando su mochila en sus piernas, Siyeon la observó de mala gana mientras se abrochaba los botones de la camisa.
"Siempre me controlas".
"Esa eres tú. Ni siquiera sé cómo diablos te dejaron pasar si solo fuiste una estudiante más del montón. No fuiste premiada. Lo único que hacías era coquetear y molestar al resto, seguramente. Lo mismo va para tu grupo".
"¿Eso a ti te importa? Solo era algo gracioso. Me gustaba. Era demasiado divertido ser el centro de atención. Oír a las chicas decirme cosas subidas de tono. Era..."
"Concéntrate en el camino. No puedo morir ahora".
Sosteniendo su mano en la suya, Siyeon mordió juguetona sus nudillos. Bora rodó los ojos, nuevamente.
"Hubiera sido lindo cursar juntas, ¿no crees?"
"No, Siyeon. Créeme que no".
"Comprendo. No te hubieras resistido a todo esto". Sonriente, se señaló a sí misma.
"Idiota".
Bora estaba cansada. Durmió unos cortos minutos en el auto de Siyeon.
"Bora, ya llegamos".
Tanteando su rostro con sus dedos, Bora despertó, estirando los brazos.
"Hermosa mañana me hiciste pasar. Gracias".
El sarcasmo se notaba. Pero antes de abrir la puerta, Siyeon le apretó el antebrazo, acercándola. Presionó emocionada sus labios carnosos en los de esa chica castaña.
"Te veo pronto, chiquita". Bora se le rio, prácticamente, en la cara ante tal apodo.
"¿Qué? ¿Qué tanta risita?" Siyeon ladeó la cabeza, confundida.
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Black And White [suayeon]
Fanfiction➤ Bora es prostituta, y madre soltera. Siyeon, en cambio, solo una ejecutiva, más o menos, exitosa, pero idiota en cuanto al amor y las mujeres. Por otro lado, por mucho menos importante, hija adoptiva del señor y señora Lee.