15. Lo siento

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- Vaya, después de todo era verdad que ya reforzaron la "seguridad" en la universidad.- Observó a los guardias que se encontraban en las entradas de los edificios.

- Solo falta que también inspeccionen cada dormitorio.- Habló el rubio de manera sarcástica. Fehacientemente ningún estudiante estaría de acuerdo en que irrumpieran con su espacio personal.

- No creo que suceda, según lo que escuché solo habría vigilantes en la mayoría de los complejos.- Respondió Eiji.

- Espero que sea verdad, porque ya tengo suficientes problemas con que lidiar.- Arthur le estaba causando el mayor de los problemas y más aun con su intento de causarle daño a Eiji. Sabía que tarde o temprano algo así pasaría, pero creyó ser capaz de cuidar al japonés a toda costa.

- Deja de preocuparte, estaremos bien.- Posó su mano sobre la espalda de su pareja.- Quizá funcione de algo el que hayan recurrido a estas medidas.

- No lo sé. Probablemente solo quieran dar la finta que algo así no volverá a suceder. Nunca he confiado en las autoridades.- Él más que nadie sabía sobre la corrupción que se manejaba y que rara vez se hacía justicia.

- Ash...- Murmuró y lo abrazó para reconfortarlo.

Eiji podía darse cuenta de que Ash estaba muy distraído, después de lo que hicieron en su cuarto sabía que seguramente se encontraba muy preocupado por su bienestar. Si le pasara algo malo, el americano no se lo perdonaría.

Esa preocupación era mutua, puesto que cuando el iba a resolver asuntos relacionados con su pandilla, siempre corría en peligro su vida.

- ¿Sucede algo? Te ves muy pensativo.- Finalmente se animó a preguntarle que le aquejaba.

- No es nada, solamente estoy estresado por las tareas que tengo que entregar.- Respondió antes de darle un sorbo a su bebida.

- ¿Desde cuándo al sujeto con 200 de IQ le estresan las tareas? - Comentó irónico.

- ¿Y qué? ¿Por qué soy un genio no puedo estresarme por los trabajos que me asignan?

- Ahora que lo mencionas, tal vez sea porque siempre dejas todo a última hora y a veces no entras a clases.

- Tienes razón, por qué nunca se me ocurrió, eres sabio onii-chan.- Respondió satírico.

- Está bien, no te obligaré a decirme lo que te acongoja.- Dijo rindiéndose.

- Sabes Eiji, me gustaría que el tiempo pasase más rápido para que ya te encontraras en casa, tu solo corres peligro aquí conmigo.- Finalmente expresó.

- Bueno si eso es lo que tanto te preocupa, solamente me quedan 2 meses, pasarán más rápido de lo que crees.- Contestó desanimado.

- No lo digo para hacerte sentir mal, es solo que... yo no quiero que te pase algo malo por mi culpa.- No estaba dispuesto a perder a otro ser querido; el primero que perdió fue a su hermano Griffin.

- Lo sé, pero ¿qué pasará cuando no estés conmigo? Tendré que cuidarme solo.- Era una verdad que no pretendía escuchar.

- Eso no será necesario, yo haré hasta lo imposible por tu bienestar y si eso implica entregar mi vida por la tuya, lo haría sin pensarlo dos veces.

- No quiero perderte, haría cualquier cosa por ti Ash.

- Esto es difícil, una parte de mí no quiere que te vayas, pero no puedo evitar sentirme egoísta y la otra parte quiere que regreses a Japón porque sé que estarás más seguro ahí.- Expresó con un nudo en la garganta.

Quiero conocer tu mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora