Capítulo 1

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8 meses antes.

-Vega porfavor cambia esa cara.

-No puedo mamá, es que te juro que le tiraba una maceta en la cabeza. A él y a su madre.

Mi madre suelta una carcajada y se acerca a mí. Me abraza y me da un gran beso en la mejilla tranquilizandome.

-Yo también hija, créeme.

-¿Entonces por qué los has invitado?

-Por tu tío, me da lastima cariño.

-Pues a mí no.

Mi querido tío se casó hace un año con Susana, la mujer más pesada del planeta. Y su querido hijo, Miguel, tiene una especie de obsesión conmigo.

Se han presentado aquí diciendo que hace mucho que no comemos juntos y mi madre como buena persona que es los ha invitado a comer.

Yo los habría mandado de vuelta a su casa.

Mi madre me da la bandeja llena de canelones y una mueca de asco se forma en mi cara. Últimamente me da asco todo.

-¿Estas bien?

Asiento y ella me mira. Se acerca a mí y rápidamente dejo la bandeja en la mesa, corro hacía el baño y me arrodilló delante del váter.

Mi madre entra y me recoge el pelo, me acaricia la espalda mientras vómito y noto las lágrimas salir de mis ojos por el esfuerzo.

Cuando terminó mi madre me pasa un poco de papel y me limpio la boca. Me incorporo y me echo un poco de agua.

-¿Estas segura de que estás bien?

-Que si mamá, no empieces por favor.

-Llevas así un mes Vega.

-Lo sé mamá, habré pillado un virus o algo.

-¿Estas segura de que es eso?

-Pues claro que sí, ¿que insinúas mamá?

No me gusta su tono ni que me este haciendo tantas preguntas. No sé a dónde quiere llegar con esto.

-Vomitas todas las mañanas, te da asco absolutamente todo. Tu comida favorita ahora la odias y llevas con dolor de cabeza casi un mes.

Espero que no esté insinuando lo que creo.

-¿Cuando fue la última vez que te vino la regla Vega?

Vale sí, está insinuando lo que creo.

Me paro a pensar y un frío me recorre el cuerpo cuando lo recuerdo.

-Me tendría que haber venido hace tres días.

Mi madre abre los ojos y resopla. Me quedó paralizada pensando pero no puede ser posible. Tiene que haber otro motivo.

-¡Tres días Vega! ¡Tres! ¿¡Y no sé te ocurre que puedas estar embarazada!?

Cierro rápidamente la puerta del baño y me llevo las manos a la cara bastante agobiada.

-No grites mamá, la casa está llena de gente, ¿recuerdas?

-¿Como no quieres que grite Vega? Puede que estés embarazada y tu tan tranquila.

-Estoy tranquila porque sé que no estoy embarazada mamá, son cosas tuyas.

-Pues si tan segura estás vamos a la farmacia.

Me coge de la mano y me saca del baño. Intento resistirme pero me saca a rastras de la casa. Me monta en su coche y pone rumbo a la farmacia.

Aparca y suspira. Pega la cara al volante y yo pego mi frente a la ventanilla. Ahora que lo pienso no es tan poco probable que esté embarazada.

NUESTRA MITAD (Fede Valverde)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora