NUESTRA MITAD (Fede Valverde)

Capítulo 29

Cierro los ojos cuando noto una nueva contracción y me agarro a la mano de mi suegra. Llegamos hace veinte minutos al hospital y me han dicho que estoy de casi diez centímetros, en cualquier momento vienen a por mi para ir a paritorio y yo me muero de miedo.

Llamamos rápidamente a Fede y él ya estaba en Londres, se a ido corriendo para el aeropuerto y estamos esperando noticias de él. Se que no va a llegar a tiempo, ya he parido antes, conozco perfectamente mi cuerpo y se que el niño va a nacer en breve.

-Tranquila cariño, respira.

-No puedo Doris, necesito a Fede aquí conmigo.

-Lo sé cielo, pero estas son las circunstancias que hay-me acaricia el pelo-Fede no va a llegar a tiempo y Aníbal necesita que seas fuerte.

-Me muero de miedo-suspiro intentando no llorar.

-Pues no lo hagas, estamos todos aquí contigo y no te vamos a dejar sola.

Suspiro y vuelvo a cerrar los ojos al notar otra contracción. Están aquí mis suegros, mis cuñados y Tchouameni con su chica. Me a dicho que Fede lo llamo para que viniera a acompañarnos ya que él no había podido ir con su selección por una sobrecarga en el gemelo.

-Llamad a Fede otra vez por favor.

Mi suegra asiente y me pasa el móvil cuando Fede le responde a la llamada.

-¿Como estás rubia?

-Mal, necesito que estes aquí conmigo, tengo mucho miedo.

-Lo sé mi amor pero tienes que saber que no me va a dar tiempo a llegar-suspiro y vuelvo a cerrar los ojos-hay una huelga de pilotos y no se a que hora me voy a poder montar en el avión.

-¡Joder Fede! No me digas eso amor.

-Lo siento muchísimo mi vida pero tienes que estar fuerte.

-No puedo Fede, yo no puedo hacerlo sola.

-Si que puedes mi amor, pienso hacerte videollamada en cuanto me avises y te voy a apoyar aunque sea desde la distancia.

Sonrió pero por dentro estoy destrozada, me da pánico esta situación. Necesito a Fede agarrándome la mano en todo momento y diciéndome que todo va a salir bien.

-Prométeme que...

Antes de poder terminar la frase la puerta se abre y la matrona y la ginecóloga entran. Se acercan a mi y ambas me sonríen mientras yo solo puedo suspirar de dolor.

-¿Que pasa amor?

-Han entrado la matrona y la ginecóloga, ahora te hablo.

-Vale, no cuelgues y pásame a mi madre.

Asiento y le hago un gesto a Doris para que coja el móvil, ella sale de la habitación hablando con Fede y suspiro.

-Vamos a examinarte de nuevo así que por favor si pueden salir todos un momento se lo agradeceríamos.

Mis cuñados, mi suegro y Tchouameni salen de la habitación y suspiro cuando la ginecóloga se prepara para examinarme. Tras unos minutos la veo mirar a la matrona y ambas asienten dejándome un tanto preocupada.

-¿Pasa algo?

-No Vega, todo está perfecto. ¿Ha llegado ya el padre?

-Aún no-suspiro agobiada por la situación y maldiciendo al que inventó el paron de selecciones.

-Pues no podemos esperar más, estás de diez centímetros desde hace un buen rato y la cabeza de Aníbal ya asoma. Si esperamos un poco más sería peligroso tanto para el bebé como para ti.