Capitulo 21

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El despertador suena pero yo llevo despierta toda la noche. Fede se llevó a Gala a su casa hace ya casi un mes. Me siento sola y más triste que nunca, me hace muchísima falta mi hija. Acepte que se la llevara porque la otra opción era que me demandara y por nada del mundo quiero perder la custodia de mi hija, no podría soportarlo.

Apago el despertador y me levanto lista para afrontar otro día de mierda. Me meto en la ducha y me permito llorar. No se si es de pena, frustración o de dolor pero durante la media hora que estoy bajo el grifo de agua lo único que hago es llorar. Cuando estoy más calmada salgo de la ducha y me visto. Voy a ir a ver a Gala y a intentar pasar todo el día con ella. La verdad es que Fede no me a puesto ninguna pega a la hora de las visitas, me a dejado ir todos los días que he querido y me a dejado quedarme hasta la hora que he querido. Cuando termino de desayunar y de recoger la casa salgo en busca de mi niña. Me apetece muchísimo verla, ayer no pude estar con ella porque Fede la dejo con sus padres. Llego a casa de Fede y le mando un mensaje para que me abra y pueda meter el coche en el garaje. Entro en la casa y sonrió al ver a Gala en el andador.

-Buenos días mi princesa.

Gala me mira y sonríe, viene corriendo como puede en el andador y cuando está delante mía sube los brazos para que la coja. En cuanto la tengo pegada a mi pecho suspiro feliz, toda la tristeza que tenia acaba de desaparecer.

-¿Que tal está mi pequeña? ¿Has echado de menos a mamá?-ella pega un grito y no puedo evitar sonreír-yo también te he echado de menos mi vida, no te haces una idea de cuánto.

-Buenos días Vega.

Me giro y veo a Fede acercarse a nosotras. Va en pijama y con una cara de dormido que me hace sonreír aunque no quiera.

-¿Has pasado mala noche?

-Nuestra hija es una experta en despertarse justo cuando me acabo de acostar a dormir-sonrió y él se acerca, le acaricia la mejilla a Gala y está sonríe-pero papi te lo perdona todo, ¿verdad amor?

Gala se ríe y ambos hacemos lo mismo. Cada vez está más grande y más despierta. Sigue siendo igualita a Fede en todos los aspectos. Ya no es que se parezca físicamente a él, sino que también se parece en el carácter. Cuando digo que son iguales no miento.

-¿Has desayunado Vega?

-Si, desayune antes de venir-el asiente y entra en la cocina.

Me quito el abrigo como puedo ya que tengo a Gala en mis brazos y entro en el salón. Nos sentamos en el sofá y mi niña me abraza, le doy besos en la cabeza y ella se pega a mi pecho.

-¿Tienes sueño mi amor?-ella asiente y yo sonrió.

La acurruco en mis brazos y le echo por encima una manta que había en el sofá. Le acaricio la espalda y la cabeza a la vez que le canto y poco a poco va cerrando sus ojitos. Suspiro cuando la veo dormida.

-Te echo mucho de menos mi amor-susurro-no sabes cuánto me duele despertar sin ti.

-Ella también te echa de menos a ti.

Fede se sienta a mi lado y suspiro, le acaricia la cabeza a Gala y le da un beso en la mejilla.

-Tenemos que hablar Fede, entiendo que quieras la custodia compartida y estoy de acuerdo porque es lo mejor para Gala pero no puede ser tanto tiempo. Un mes cada uno es mucho, propongo que nos la quedemos una semana cada uno o como mucho 15 días.

-Todo lo que tenga que ver con la custodia que se encarguen nuestros abogados.

-Fede por favor, somos dos personas adultas. Podemos encargarnos de la custodia de nuestra hija sin tener que matarnos en los juzgados.

NUESTRA MITAD (Fede Valverde)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora