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Hoy es 3 de febrero y es el cumpleaños de Vega. Hoy mi chica cumple 26 años y aquí estoy preparándole un desayuno especial. He encargado en la floristería un ramo con veintiséis rosas rojas, sus favoritas y estoy esperando que lleguen para llevarle el desayuno.
Escucho los grititos de Gala y voy a buscarla al salón, sonrió cuando la veo, esta en la hamaca gritando mientras mira los dibujos en la tele. Está regular con los dientes y duerme muy poco así que he decidido traerla al salón para que Vega pueda descansar.
-¿Que le pasa a mi princesa?-en cuanto escucha mi voz gira la cabeza para mirarme y empieza a reírse.
La saco de la hamaca y en cuanto me siento con ella en brazos se acurruca en mi cuerpo. Le acaricio la espalda y le doy un beso en la cabecita. Esta pequeña es lo más grande que me a pasado en la vida. Al principio tuve miedo cuando me enteré de que iba a ser padre pero no cambiaria a mi hija por nada del mundo. El timbre suena y rápidamente me levanto.
-Vamos a ir a por el regalo de mamá mi amor.
Abro la puerta y recibo al repartidos. Me entrega el ramo de flores y la caja que contiene el regalo de cumpleaños. Gala se queda mirando las flores alucinada y yo sonrió.
Vuelvo a dejar a mi hija en la hamaca y voy a la habitación con el desayuno y el ramo de flores. Me siento en la cama junto a ella y le doy un beso en la frente. Ella se mueve inquieta y cuando beso sus labios ella abre los ojos.
-Feliz cumpleaños mi amor.
Vega sonríe y pone sus manos en mi nuca acercándome a sus labios. Nos damos un beso calmado, sin prisa alguna, sintiéndonos el uno al otro. Nos separamos y apoyo mi frente en la suya.
-Gracias amor, no tenías porque molestarte en preparar todo esto.
Señala el ramo de flores y la bandeja con el desayuno.
-Claro que tenia que hacer todo esto, a decir verdad me parece hasta poco.
-No digas tonterías, esto es más que perfecto amor.
-Mi propósito en esta vida es hacerte feliz Vega-ella sonríe.
-Pues lo estás haciendo, y con creces amor.
Ella empieza a desayunar y yo voy al salón en busca de nuestra pequeña. En cuanto me ve sonríe y levanta los brazos para que la coja. La llevo a la habitación y cuando ve a su madre empieza a gritar.
-Buenos días mi amor, yo también me alegro de verte.
Se la paso y en cuanto la tiene en sus brazos Gala le pone las manos en la cara a su madre y se miran fijamente. Podría pasarme horas mirándolas , son las dos mujeres de mi vida y los dos motivos de mi felicidad.
Nos pasamos toda la mañana metidos en la cama disfrutando el uno del otro y de nuestra pequeña. Cuando ya casi son las doce Vega se mete en la ducha y me deja preparando a Gala. Vienen a comer mis padres, mi hermano y nuestros amigos para celebrar el cumpleaños de mi chica. De todas formas esta noche vamos a irnos de fiesta pero Vega quiso celebrarlo también con nuestra hija y nuestros seres queridos.
