La calma cósmica de un sistema solar compuesto por una estrella joven, es interrumpida cuando Gellen surge del impulso de distorsión sólo para encontrarse con un planeta que por un segundo confundió con Indicum, hasta que notó que éste era de mucho menor tamaño. Predominaba el azul, junto con algunos atisbos verdes y una gruesa y cambiante atmósfera. Ingresó en ella y aterrizó en una especie de isla, en un pequeño claro en un bosque. Hubo calma, la noche reinaba y Gellen se mantuvo dentro de la nave. "Hay criaturas cerca, es peligroso salir." Avisó Hex, analizando los alrededores. No había que ser un genio para darle la razón, Gellen estaba claro de que lo más sabio sería esperar al día siguiente. Pudo notar lo oscura que era la vegetación, de una naturaleza sub tropical. En Indicum la bioluminiscencia es muy predominante en las plantas haciendo de la noche un espectáculo de luces, pero en este planeta era distinto. Pudo ver que un par de pequeñas criaturas y micelios poseían una tenue y débil luz, pero el resto permanecía en las sombras, como si su mayor prioridad fuese esconderse y pasar lo más desapercibidos posible... Como él en estos momentos. Es natural en los Kalivan tener excelente visión nocturna, pero el no ver a las criaturas no era el problema, sino el tener que enfrentarse a los seres que tal vez se encuentren cerca sin haberse recuperado del todo.
A la mañana siguiente, Gellen emerge de la nave con los primeros rayos del sol para observar el bosque en todo su esplendor. Lo primero que notó fue que dicho sistema poseía sólo una estrella, cosa que nunca había visto, siéndole familiar sus dos soles en su sistema planetario natal. Le llamó la atención que predominaba el color verde en la vegetación, no como en Indicum... que, si bien el verde está presente, también la flora presenta diversos y vivos colores. Notó el olor de ese bosque, distinto al de su planeta. La gravedad era mucho menor a la de Indicum, probablemente porque poseía un tamaño mucho menor. Dio un suspiro, el aire se sentía diferente también, podrá tener ciertos gases distintos a los de Indicum pero nada que impidiera que pudiera respirar, aunque sí llegó a detectar toxicidad, probablemente debido a la liberación deliberada de grandes toneladas de otros gases a la atmósfera. No supo reconocer por qué, pero sabía que su presencia no era de causa natural. Comenzaba a hurgar por los alrededores de manera curiosa y precavida, pero no pudo relajarse mucho, pues su agudo olfato captó varias presencias acercándose a la vez. Rápidamente, desenvainó su arma solo para conseguirse con unos seres similares a aquel que le había entregado las coordenadas en el satélite, vestidos completamente en ropajes negros. "¿¡Quiénes son?!" Les preguntó fuertemente. Uno de ellos respondió, pero Gellen no pudo entender el idioma en el que hablaba. Fue entonces cuando uno de ellos utilizó un dispositivo de traducción, que, como si tuviese toda una biblioteca lingüística cósmica, dio con la lengua de Gellen. "Kalivan, del sistema binario Kentaur, has ingresado de manera ilícita a la Tierra." Dijo. Gellen se sorprendió. "¿Qué quieren decir? ¿Qué es Tierra? ¿Es el nombre del clan que reina este planeta?" Preguntaba, ignorando brevemente que no todos los mundos poseían un sistema como el de Indicum, después de todo, Gellen nunca había tenido la oportunidad de siquiera salir a la órbita del suyo. El sujeto queda pensativo, y responde. "Tierra es el nombre del planeta. No existe tal clan, pero sí una organización y somos parte de ella. Debes venir con nosotros." Decretó. Gellen no confiaba en ellos, algunos eran de esa especie como la del ser del satélite, pero otros eran de una distinta, que por alguna razón habían cambiado de forma para parecerse a ellos. ¿Por qué? Gellen se mantuvo a la defensiva. "No debes temer, somos aliados. Si buscas asentarte aquí, debes venir con nosotros." Dijo otro sujeto de negro. Gellen no podía comprender por qué debían escoltarlo sólo por entrar al planeta, pero luego de un par de minutos, asiente. Estaba completamente solo en ese mundo, y si había alguien que pudiese explicarle al menos en dónde se encontraba, serían ellos.
Luego de transportarlo en un vehículo de gran tamaño que no llegaba a reconocer, Gellen es escoltado a una base subterránea, cuya locación no pudo descifrar. Pudo observar que dentro de ella se hallaban muchos seres de varias especies, algunos se encontraban retenidos, otros en cámaras especiales con condiciones específicas de sus planetas natales -puesto que las condiciones de la Tierra serían mortales para ellos- y otros trabajando en esas instalaciones, entre esa especie dominante iguales a los seres de negro. "Tenemos a un nuevo ingreso, proveniente de Andrómeda." Le decía una de los sujetos a un hombre del otro lado de un mostrador, abarrotado de pantallas mostrando diferentes documentos. "¿Sistema?" Contestaba, sin siquiera voltear. "Kentaur, es un Kalivan." Contestó la fémina, el sujeto intercambió una mirada fugaz que reparó rápidamente en ellos, para luego volver a la pantalla. "Yo le daré la introducción desde aquí, gracias." Le contestó el agente a la fémina de negro, que en un parpadeo había desaparecido. Gellen notó que era una de los seres de otra especie, cambiaformas, cuando su atención fue captada nuevamente por el agente. "Bienvenido a una de las sedes de la OMIC. Somos la Organización Mundial de Inmigrantes Cósmicos. No sabrás de nosotros a menos que te contactemos primero, mi nombre es Rominus." Explicaba. "Necesitas ir cubierto si planeas permanecer en este planeta. Es imperativo que lleves contigo en todo momento este dispositivo". Le dijo, entregándole a Gellen una especie de brazalete. "Al pulsarlo, tu apariencia cambiará a la de un humano, sólo los seres provenientes de otros planetas podrán ser capaces de detectarte y de saber que eres extraterrestre." Explicaba, mientras Gellen plasmaba una expresión de confusión ante la extrañeza del término. Bajó su mirada hacia el brazalete, colocándoselo. "¿Por qué debo utilizar camuflaje aquí?" Preguntó. "Es un tema más complicado de lo que parece, pero en pocas palabras, es debido a que la humanidad no está lista -al menos por los momentos- para asimilar vida inteligente en otros planetas." Explicaba. Gellen queda sorprendido, por lo poco que ha visto de esta civilización, parecen ser lo suficientemente avanzados como para ya estar conscientes de ello. Rominus lo observa haciendo una expresión de ironía, que denotaba que entendía perfectamente su confusión. "¿Todos debemos usar estos dispositivos?" Preguntaba Gellen. "No todos, las especies con capacidad de cambiar de apariencia no lo necesitan. Entre los humanos hay muchos de ellos, lo han estado por mucho tiempo." Concluyó el agente, mientras Gellen permanecía en silencio. De una forma subliminal, sentía que algo no andaba bien, sentía que había información oculta y que de alguna manera todos parecían actuar como si estuvieran siendo vigilados por algo, o alguien, cada segundo de cada día. "Y tú..." Musitaba Gellen. "Soy humano, sí. Pero fui escogido minuciosamente entre grupos selectos de personas, sólo los más aptos tanto física como psicológicamente pueden tener acceso y trabajar en estas instalaciones." Contestó. Gellen queda en silencio, y Rominus procede a asignarle una localización. "Serás reubicado y establecido en un área que escojas. Dime, ¿Te sentirías más cómodo estando cerca o lejos de la civilización?" Le preguntaba, tecleando en la pantalla. Gellen se sentía más a gusto estando alejado, no sabía bien de esta especie nueva y era mejor mantener distancia por los momentos. "Bien, ven conmigo. Es hora de reubicarte." Le contestó el agente, dirigiéndose a los hangares del establecimiento.
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Eris: La Reina de Ópalo
Bilim KurguEris, una flameante Kalivan oriunda del planeta Indicum en las profundidades de la galaxia Andrómeda, es forzada a aventurarse en los vastos confines del universo, buscando restaurar la paz que le fue arrebatada al reino del cual ella es heredera. P...