𝐎𝐏𝐏𝐎𝐑𝐓𝐔𝐍𝐈𝐓𝐘 𝐓𝐎 𝐁𝐄 𝐇𝐀𝐏𝐏𝐘

Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ xxᴠ

MI SEÑOR...

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—¡Ah, si Harry Potter supiera...!—exclamo Dobby, mientras le caían más lágrimas en el viejo almohadón—¡Si supiera lo que significa para nosotros, los esclavizados, la escoria del mundo mágico..! Dobby recuerda cómo era todo cuando El-que-no-debe-nombrarse estaba en la cima del poder, señor. ¡A nosotros los elfos domésticos se nos trataba como a alimañas, señor! Desde luego, así es como aún tratan a Dobby—admitió, secándose el rostro en el almohadón. —Pero, señor, en lo principal la vida ha mejorado para los de mi especie desde que usted derrotó al Que-no-debe-ser-nombrado.

«Harry Potter sobrevivió, y cayó el poder del Señor Tenebroso, surgiendo un nuevo amanecer, señor, y Harry Potter brilló como un faro de esperanza para los que creíamos que nunca terminarían los días oscuros, señor... Y ahora, en Hogwarts, van a ocurrir cosas terribles, tal vez están ocurriendo ya, y Dobby no puede consentir que Harry Potter permanezca aquí ahora que la historia va a repetirse, ahora que la cámara de los secretos ha sido abierta.

—Esta yendo contra su propio instinto—murmuro Cygnus.

—Entonces, ¿Quién abrió la cámara de los secretos la última vez?—pregunto Harry, está vez dirigiéndose a los adolescentes que miraban al elfo nervioso y aterrorizado de ser descubierto.

—Nadie nunca lo supo. Cuando entramos a Hogwarts, éramos igual de curiosos que ustedes, para resumir, solo descubrimos que culparon a alguien que era inocente—respondio Lexy.

Dobby se quedó inmóvil, aterrorizado, y luego agarró la jarra de agua de la mesilla de Harry y se dio con ella en la cabeza, cayendo al suelo. Un segundo después reapareció trepando por la cama, bizqueando y murmurando: —Dobby malo, Dobby muy malo...

—¿Así que es cierto que hay una Cámara de los Secretos?—murmuró Harry—Y... ¿Dice que se había abierto años anteriores? ¡Habla,Dobby!—sujetó la huesuda muñeca del elfo a tiempo de impedir que volviera agarrar la jarra del agua—Además, yo no soy de familia muggle. ¿Por qué va a suponer la cámara un peligro para mi?

—Ah, señor, no me haga más preguntas, no pregunte más al pobre Dobby...—tartamudeó el elfo. Los ojos le brillaban en la oscuridad—Se están planeando acontecimientos terribles en este lugar, pero Harry Potter no debe encontrarse aqui cuando se lleven a cabo. Váyase a casa, Harry Potter. Váyase, porque no debe verse involucrado, es demasiado peligroso...

—¿Quién es, Dobby?—le preguntó Harry, manteniéndolo firmemente sujeto por la muñeca para impedirle que volviera a golpearse con la jarra del agua—¿Quién la ha abierto?

—No dirá nada—murmuro Lexy al lado de la camilla de Draco.

Draco, al volver esa noche a la sala común de Slytherin, después de haberse encontrado con los dos Ravenclaw's, quienes lo acompañaron, se vio golpeado en el ojo por Marcus Flint, quién a su vez quedó inconsciente por un golpe en los bajos de Lexy y por Cygnus, quién termino de golpearlo hasta que Snape llegó, junto a Dumbledore.

—Dobby no puede hablar, señor, no puede, Dobby no debe hablar!—chillaba el elfo—¡Váyase a casa, Harry Potter, váyase a casa!

—¡No me voy a ir a ningún lado!—dijo Harry con dureza—¡Mi... Nuestra mejor amiga es de familia muggle, y su vida está en peligro si es verdad que la cámara ha sido abierta!—dijo señalando a Draco, ante la mirada del elfo, que lucia avergonzado, por el estado de su amo.

—Harry Potter arriesga su propia vida por sus amigos!—exclamo Dobby, en una especie de éxtasis de tristeza—¡Es tan noble, tan valiente...! Pero tiene que salvarse, tiene que hacerlo, Harry Potter no puede...—Dobby se quedó inmóvil de repente, y temblaron sus orejas de murciélago.

La mirada de los Ravenclaw's se dirigió a la puerta junto a la de Harry, eran pasos que se acercaban por el corredor.

—¡Dobby tiene que irse!—musito el elfo, aterrorizado.

Se escuchó un fuerte ruido, y el puño de Harry se cerró en el aire. Se echó de nuevo en la cama, tal y como Harry había hecho, Lexy y Cyg, finjierom dormir al lado de la camilla de Malfoy, quién hace minutos había despertado, y aún mantenía su vista en la puerta. Dumbledore entró en la enfermería, vestido con un camisón largo de lana y un gorro de dormir. Acarreaba un extremo de lo que parecía una estatua. La profesora McGonagall apareció un segundo después, sosteniendo los pies. Entre uno y otra, dejaron la estatua sobre una camilla.

Lex y Cyg, se miraron, mientras que Lupin era el que se atrevía a hablar: —Otro ataque...

—Y parece que está vez fue un alumno. —susurro Lexy devuelta.

—Traiga a la señora Pomfrey—susurró Dumbledore, y la profesora McGonagall desapareció a toda prisa.

—Cyg. —Lupin hizo un ruido con la boca, simulando una respuesta a su llamado—Mañana es luna llena.

[...]

—Mi señor...—murmuro Leo en un murmullo mientras se arrodillaba. El hecho de que Voldemort estuviera frente a el adoptando otro cuerpo mientras su plan se llevaba a cabo no lo hacía más que sentir orgulloso—¿Hay algo que pueda hacer para ayudarle?

Lentamente una sonrisa cínica y maliciosa se formó en el rostro sin vida de Voldemort, mientras el cuerpo de la persona que adoptó temblaba de pies a cabeza.

—Necesito que... hagas que, tu pequeño hermano, Draco se una a mí. No me importa si tienes que obligarlo o incluso amenazarlo, solo sigue adelante. El sabe todo acerca de Potter y quiero saberlo.

Leo sonrió mientras asentía. Era obvio que siempre elegiría el poder sobre la familia, como el verdadero Malfoy que era.

—Una última cosa Malfoy...—dijo Voldemort antes de que Leo diera media vuelta y se fuera por dónde llegó.

—¿Si, mi señor?—Leo bajo la mirada.

—¿Que es lo que sabes sobre, Cygnus Lupin?—Voldemort comenzó a andar por la habitación como si nada estuviera a su alrededor como si de un rey se trataste.

—Mi señor... Lupin, no es más que traidor que se cree mejor que los demás, sin faltarle al respeto a usted claro está, si piensa unirlo a su favor, el se negara totalmente y si le soy sincero no veo porque hacerlo, con Draco a su lado tendrá toda la información que desee, se lo puedo asegurar.

—Bien, Malfoy, eso es lo que espero. Una última cosa...escuché hablar acerca de un compromiso...¿Cuando es que Leo Malfoy y Alexandra Avery se casarán?—Leo trago en seco—Segun entiendo Lupin sale con...tu querida flor. Más vale que la traigas de mi lado Malfoy, o no querrás ver las consecuencias.

—Lo entiendo mi señor pero... Alexandra ahora, está demasiada pegada a Lupin y puedo asegurar que Dumbledore tiene la mirada puesta en ella y...

—¿No te sientes capaz de lograr una tarea tan sencilla, Malfoy?—Voldemort lo asesinó con la mirada mientras se inclinaba hacia adelante—Has arruinado el nombre de Slytherin jugando al gato y al ratón por tu hermano. Al principio, hiciste que todos y cada uno de los Slytherin aceptaran tus reglas, eso me hizo pensar que al menos no todos los Malfoy son idiotas como tu padre. Espero hagas la orden que dije al final del año o tú castigo será aún peor.