LO BUENO ANTES QUE LO MALO
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En la penumbra de la noche, incluso en la luz del día, Mary se sumergía en la soledad de sus recuerdos dolorosos. Cada rincón de su mente albergaba momentos que preferiría no olvidar, pero el pasado persistía como una sombra ineludible.
Con valentía, cada día, se adentraba en el laberinto de sus pensamientos, enfrentando las heridas que el tiempo no lograba cerrar. La habitación resonaba con sus suspiros, mientras las lágrimas desvelaban el peso de sus memorias.
A medida que revivía momentos dolorosos, descubría también su propia resiliencia. Cada lágrima caída era un testimonio de su capacidad para confrontar el pasado, para aceptar y sanar.
La oscuridad no era su enemiga, sino el lienzo sobre el cual pintaba su propia reconstrucción. Mary sabía que enfrentar el dolor sola no significaba debilidad, sino una manifestación de su poder interior. Así, en medio del silencio, creaba una propia curación, transformando sus recuerdos dolorosos en peldaños hacia la fortaleza emocional.
En el silencio sepulcral de la pérdida, Mary se había encontrado sola, enfrentando el abismo oscuro de la muerte de sus mejores amigos. La habitación, una vez llena de risas compartidas y complicidad, resonaba ahora con el eco de la ausencia.
Con los corazones rotos y los ojos cargados de lágrimas. Cada recuerdo se volvía un doble filo, recordándole la dicha pasada mientras desgarraba su presente.
Aunque rodeada de la soledad inevitable que acompaña a la pérdida se aferró a la fortaleza que residía en su interior. En la quietud de la noche, confrontó los fantasmas de la tristeza y la desesperación. La almohada absorbía sus lágrimas, testigo silente de la tormenta emocional que rugía en su alma.
A medida que atravesaba el duelo en solitario, Laura descubría una fuerza interna que no sabía que poseía. En medio de la oscuridad, comenzó con la aceptación y la resignación, reconociendo que el dolor era parte ineludible de amar profundamente.
Aunque sola en su duelo, Mary entendió que la conexión con sus amigos perduraba en sus recuerdos compartidos. En cada lágrima, encontró un tributo silencioso a la amistad eterna que viviría en su corazón, convirtiendo la tristeza en un homenaje a la alegría compartida.
Todos dormían, pero Mary parecía estarse torturando a si misma en la primera planta de la casa, sentada en la cocina, con una taza de té frente a ella. El que Harry estuviera en su casa en ese momento solo hacía que sus recuerdos más vagos y borrosos pudieran volver a ser claros a la realidad de su memoria.
—¿Tía Mary...?—Harry entro por el arco de la cocina, observando como la mujer castaña miraba hacía la pared, y después de unos segundos de escuchar su voz volteó a verlo, parpadeando repetidas veces para que las lágrimas en sus ojos desaparecieran.
—Harry, cariño, ¿Que haces despierto tan tarde? Ven, siéntate conmigo. —Mary le tendió la mano, sintiendo pronto el calor de la pequeña mano de Potter junto a la suya. Harry tomo el lugar junto a ella, mirando con atención las galletas que Mary solía dejar siempre en el centro de la mesa. Ella río y le acercó el plato completo. —¿Me dirás qué haces despierto a esta hora?
—No podía dormir. No puedo dormir en camas extrañas. —Mary lo miró bajando la mirada, quizás Harry no se dio cuenta pero si que le había dolido a la castaña.
Quizás, en un mundo totalmente distinto, esa cama no habría sido extraña para Harry. Si James y Lily, al igual que cada amigo que perdió estuvieran vivos, se reunirían en cada casa, sin falta, todo los fines de semana, se quedarían a dormir, charlando sobre sus años en el colegio.
Pero eso no podía lograrse en su mundo.
—¿Tu por qué no podías dormir?—Harry se giro a mirarla, mordiendo una galleta y guardando la mitad en su mano, masticando.
—Es difícil verte...—Harry bajo la mirada. —¡No! Tranquilo, no es para mal, solo...los extraño y tú, tienes una características muy parecidas a ellos que solo me hacen recordarlos, y eso es bueno. —Mary paso su mano por el cabello del pequeño de lentes revolviendolo.
—¿Cómo eran ellos?—Harry preguntó. Mary lo miró por unos segundos antes de sonreír.
—Bueno...
Y mientras Mary se sumergía en miles de recuerdos junto a James y Lily, relatando cada momento a Harry, admirando la sonrisa con la que la escuchaba encantado y maravillado por saber mucho más de sus padres, más de lo que ya Remus le hablas contado, en otra habitación, pero en la segunda planta, una pareja se encontraba sentada en la suelo junto a la puerta.
—¿Crees que es bueno llevarlo?
Alexandra miró a Cygnus ante su pregunta. Segundos después bajo la mirada a la unión que sus manos formaban al estar juntas.
—No lo sé...—suspiró, recargando su cabeza en el hombro de su contrario. —Iré a ver a Draco para año nuevo. —Cygnus la volteó a ver en un segundo. —Se que los Malfoy ofrecerán una fiesta a todo aquel que sea sangre pura, no pueden negarme la entrada.
—Tu si que estás loca. —Lexy dejo salir una pequeña risa.
—Si, quizás si. Pero vale la pena, completamente.
—Claro que si. —Cygnus apoyo su cabeza en la de Lexy, con una sonrisa, dejando un apretón en sus manos, antes de besar su frente.
Siempre dicen: “lo bueno antes que lo malo”, es como leer un cuento. Un pequeño pueblo donde la gente compartía risas, alegrías y amistades sinceras. En ese rincón de felicidad, todos se ayudaban mutuamente, construyendo una comunidad fuerte y unida.
Un día, llegaron desafíos inesperados al pueblo, pero la gente no perdió la esperanza. Recordaron los momentos felices y la solidaridad que habían experimentado. Juntos, enfrentaron las adversidades con valentía y determinación.
Descubrieron que la fuerza de su unidad era más poderosa que cualquier problema. A medida que superaban las dificultades, la alegría volvió a florecer, recordándoles que, a veces, lo bueno viene antes que lo malo, y que la resiliencia y la colaboración pueden transformar los desafíos en oportunidades para crecer y prosperar.
Pero, ¿Debía tenerse esperanza aún así estuviera todo perdido desde el inicio?
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𝐎𝐏𝐏𝐎𝐑𝐓𝐔𝐍𝐈𝐓𝐘 𝐓𝐎 𝐁𝐄 𝐇𝐀𝐏𝐏𝐘
Fanfic✦; Ellos les dieron una nueva oportunidad para ser felices y les prometieron acompañarlos en su camino. Prometieron estar juntos a ellos aún y cuando no estuvieran en su vida.