Capítulo 5

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Lo había visto, era imposible no hacerlo cuando todos sus sentidos se habían despertado al notar su presencia.

Se había dado cuenta de que estaba ahí, a pesar de los metros y del cristal que los separaba. Era capaz de sentir su incertidumbre, sus dudas, pero no sabía bien qué le pasaba.

Quería acercarse a él, al fin y al cabo esa era su misión, su cometido, pero no sabía cómo hacerlo... ¿Acaso los nervios propios del joven humano que fingía ser, se estaban apoderando de él?

- ¿Qué haces? - le preguntó Minji, al verlo arrodillado en mitad del pasillo.

- Esta botella estaba medio abierta y se ha derramado... - susurró él, avergonzado, terminando de limpiar los restos de líquido del suelo. - Lo siento. - la mujer suspiró y se agachó junto a él, para ayudarlo a limpiar.

- ¿Crees que estamos levantando demasiadas sospechas? - Jimin se encogió de hombros, mientras observaba el suelo con detenimiento, para asegurarse de que no quedaban manchas.

- No lo sé, los humanos tienen muchas cualidades buenas, pero no se cuestionan demasiado algunas cosas. - le respondió con sinceridad. - Hemos aparecido aquí de la nada y nadie ha entrado a preguntar.

- Creo que ese es el problema... No entra casi nadie a la tienda y se supone que vivimos de esto. - le recordó ella con preocupación.

- Seguimos órdenes del creador, él lo preparó todo.. ¿Por qué dudas? - le preguntó el castaño con curiosidad. Era la primera vez que veía a un arcángel cuestionar las decisiones del gran jefe.

- Me da la sensación de que esta farsa no se sostendrá... Y sabes que cuando tengo estas premoniciones... - el muchacho se levantó, ayudando a Minji a incorporarse también.

- Todo saldrá bien, lo haremos bien. Jungkook seguirá su camino y nosotros volveremos a nuestro viento. Confía en mí. - la rubia asintió con la cabeza, tratando de confiar en aquel dulce ángel que jamás le había fallado.

- Vamos para casa, la alarma está a punto de sonar y eso significa que tenemos que comer. - Jimin asintió y se acercó a la puerta de la entrada para cerrarla. Luego, corrió tras Minji y subió las escaleras que lo separaban de su nuevo hogar.

Aún se sentía raro comportarse como un humano, pero poco a poco se iba acostumbrando y, ¿por qué no? quizás incluso llegaba a echarlo de menos cuando su misión en la Tierra terminase.

•••

- ¿Recuerdas aquella vez que comió tierra? - Jimin soltó una estruendosa carcajada, mientras sorbía los fideos, lo que hizo que uno de ellos saliera disparado por su nariz provocando que la situación fuera aún más chistosa.

- Te juro que cuando lo vi, casi me da algo. - respondió el chico, recomponiéndose. - Creo que esa fue la primera vez que pensé que no estaba preparado para esto. - Minji sonrió con dulzura y agarro su mano.

- Claro que lo estás, Jimin. - le dijo con honestidad. - Te crearon para ser ángel guardián, y el creador nunca se equivoca. - el castaño asintió y tragando saliva, desvió la mirada.

- ¿Y si no puedo llegar a descubrir qué le pasa? ¿Y si no llego a tiempo para ayudarlo a encontrar el camino? - le pregunto con tristeza y de pronto, todas las risas , que aún inundaban la habitación, se apagaron. - He visto a otros ángeles fracasar... nunca se recuperan, nunca vuelven a tener un asignado.

- No fracasarás. Él confiará en ti, verá tu luz, aún a través de este disfraz. - le respondió ella, señalando su apariencia humana. - Sé que lo hará. - Jimin asintió y, tratando de dejar sus dudas a un lado, volvió a la conversación que estaban manteniendo antes.

Como caído del cielo [JIKOOK/KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora