Capítulo 18

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Cuando abrió los ojos todo a su alrededor le daba vueltas. Los recuerdos difusos inundaban su mente, volviéndolo loco. Se incorporó y, al hacerlo, una preocupada Minji se levantó de golpe de la silla en la que estaba sentada frente a él.

- Oh... Menos mal que estás bien. - suspiró aliviada al verlo consciente y en buen estado.

- ¿Qué.... Que ha pasado? -  preguntó el castaño, lleno de confusión. Era muy de noche, estaba en su habitación y no había ni rastro de Jungkook por allí.

- Jungkook te trajo, te habías desmayado... Varias veces. - Jimin quiso articular palabra, pero su madre se adelantó. - Él está bien, le dije que a veces te pasaba, que sufres de hipotensión y que no era grave. Llamé a Yongsun y ella vino a buscarlo. - el castaño se frotó los ojos, abrumado.

- Lo siento, yo...

- Por favor. - le suplico Minji, arrodillándose frente a su cama. - Dime qué está pasando porque sé que esto no es normal. No puedes enfermarte, Jimin, no eres humano.

- Salí de casa cuando te quedaste dormida, quería asegurarme de que Jungkook estaba bien. - la rubia asintió con la cabeza, no le parecía bien lo que había hecho, pero lo entendía. - Fuimos juntos a un parque cerca de su casa, estábamos allí tranquilos, él tocaba la guitarra y cantaba y de repente me sentí mal.

- Jimin... - el castaño sabía que no podía mentirle, toda la situación había llegado demasiado lejos como para seguir haciéndolo.

- Siento algo por él. - le confesó, sintiendo de nuevo ese agudo pinchazo en su interior. La expresión de Minji se desencajó por completo.

- ¿Qué quieres decir? - Jimin tragó saliva y, tratando de controlar el dolor en su interior, continuó hablando.

- Creo que estoy enamorado de él, y él de mí. Ya sabes, como el amor que sienten los humanos... - los ojos de la rubia se abrieron de par en par, atónita por lo que estaba escuchando.

- Pero qué...  ¿Qué estas diciendo? Eso es imposible, eres... Eres su ángel guardián. - el castaño asintió, rompiendo a llorar por la tensión acumulada.

- Me duele, me duele todo de una manera que no puedes ni imaginar. Sentí un pitido en los oídos, sentí que algo se....

- Quebraba. - susurró ella, terminando su frase. - Jimin, es tu luz.

- ¿Qué? - Minji se levantó del suelo, con las manos en la cabeza, fuera de sí.

- Tu luz. Tu luz se está corrompiendo. Lo que sientes hacia tu asignado ya no es puro...

- Pero, ¿cómo sabes...? - la rubia caminaba de un lado a otro, con los ojos llenos de lágrimas que trataba de aguantar.

- Pasó una vez. - le confesó. - Tú aún no existías y esto es algo que el creador trata de mantener en secreto por todos los medios.

- ¿Pasó una vez? - Minji asintió con la cabeza. - ¿Y qué les sucedió a ellos? ¿Al ángel y su asignado?

- No... No, no. - repetía la mujer una y otra vez, fuera de sí. - No lo entiendes Jimin, esto es demasiado, si el creador se entera... No, no.

- ¿¡Puedes decirme de una vez que pasa!? - le gritó Jimin, dejándose llevar por la tensión que sentía. Minji se giró hacia él, sorprendida por su agresiva reacción.

- Pasa que si el creador se entera, Jungkook va a perder más que su ángel guardián, que ya es bastante, y tú vas a perder mucho más que tu luz, Jimin. Estarás condenado.

- ¿Condenado a qué? - la rubia negaba repetidamente con la cabeza.

- Tenemos que irnos de aquí.

- ¿Qué? ¡No! - Minji se plantó frente a él con la cara más seria que Jimin había visto jamás.

Como caído del cielo [JIKOOK/KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora