Capítulo 6

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Se quitó los zapatos y se dejó caer sobre la cama con cuidado, había sido un día demasiado duro y se sentía extremadamente cansado.

El cansancio de los humanos era diferente, pues a pesar de ser mental, llegaba a afectarle físicamente, agotando sus energías por completo.

Jungkook y su hermana se fueron de casa varias horas después y, aunque el inicio fue complicado, pronto todos ellos se enfrascaron en una conversación que desvarió tanto, que Minji había terminado quedando con Yongsun para apuntarse a un curso de cocina.

Él, por su parte, había podido acercarse más a Jungkook, aunque la timidez del pelinegro era palpable y en cuanto sentía la mirada de su hermana, o la madre de Jimin, su voz se entrecortaba y le costaba terminar las frases.

Jungkook tenía mucho que decir, pero le faltaban fuerzas para decirlo, y él lo ayudaría a solucionar eso.

- ¿No vas a cenar nada? - le preguntó Minji, asomando su larga cabellera rubia por la puerta de su habitación. Jimin negó con la cabeza, masajeando su vientre.

- He comido demasiada fruta. - le respondió, con una pícara sonrisa que su madre al instante le devolvió.

- ¿Vas a dormir, entonces? - el castaño se encogió de hombros y miro el reloj de su teléfono móvil, eran las nueve y media de la noche.

- Eso creo. Así mañana no me cuesta tanto levantarme, sigo sin acostumbrarme a esto de dormir. ¿Estás segura de que este cansancio es normal? - Minji soltó una carcajada y asintió con la cabeza.

- Está todo en los manuales, no tienes de qué preocuparte. - le respondió, acercándose a él, para besar su frente con ternura. - Descansa.

Jimin sonrió al sentir la calidez del beso de su madre. La forma de expresar cariño que tenían los humanos era, sin duda, una de las cosas que más le fascinaba de ellos.

Para ellos, en su vida normal, el contacto físico no existía, pues se tornaba imposible teniendo en cuenta como estaban creados. Así que para él, tener una piel que le permitiera sentir otras pieles, objetos, incluso el aire, era algo increíble.

Encendió la luz de su mesita de noche en cuanto Minji cerró la puerta de su habitación y cogió el teléfono móvil que se había comprado el día anterior. Se tumbó en la cama, acomodándose,  buscó la aplicación por la que tantas veces había visto a Jungkook hablar con sus amigos y se la descargó. No tenía ni idea de lo que hacía, pero le parecía una buena manera de acercarse a él.

Tras instalarla, esta le pidió que introdujese un nombre y Jimin, torpemente, fue pulsando las teclas una a una para escribir el suyo. El humano, por supuesto. Después de varios intentos y unos cuantos errores, otro mensaje apareció: "añadir foto de perfil"

- ¿Foto? ¿De quién? Si no tengo. - susurró para sí mismo, y entonces cayó en la cuenta de que su teléfono móvil tenía cámara.

 - susurró para sí mismo, y entonces cayó en la cuenta de que su teléfono móvil tenía cámara

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Como caído del cielo [JIKOOK/KOOKMIN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora