Como caído del cielo [JIKOOK/KOOKMIN]

Capítulo 26

Se miraban en silencio, manteniendo la distancia, pues ninguno de los dos sabía cómo actuar en ese momento.

Hacía más de dos meses que se había visto por última vez y, desde entonces, no habían sabido el uno del otro.

O eso pensaba Jungkook.

La realidad es que Jimin jamás había dejado de verlo. Se pasaba las horas en su morada, a solas, observándolo y echándolo de menos. Tratando de llegar hacia él y buscando la manera de hacerse notar.

Pero, ¿cómo iba Jungkook a imaginar eso?

- Hola... - se atrevió a decir el castaño, caminando hacia él, acortando la distancia entre ellos. La lluvia había cesado de golpe.

- ¿Qué... Qué haces aquí? - le preguntó Jungkook, confundido.

- Me enteré de lo de tu padre y... - el pelinegro arqueó una ceja, ¿cómo podía haberse enterado? ¿acaso mantenía contacto con alguien cercano a él? - Lo siento, no quería incomodarte.

- No, no es eso, es que... - agachó la cabeza, con el semblante triste. - ¿Dónde has estado? - Jimin se acercó un poco más, quedando a centímetros de su cuerpo.

- Lo siento. - se disculpó. - Me tuve que ir lejos, los problemas se acumularon y no encontraba la forma de contactar contigo.

- Me podrías haber llamado, hyung. - susurró Jungkook, aún con la cabeza gacha. Sabía que si lo miraba a los ojos, toda su coraza se haría añicos.

- No podía, te juro que no podía. - el pelinegro soltó una carcajada irónica y se giró dispuesto marcharse. ¿Esa era su excusa? - Jungkook, espera. - reaccionó Jimin, agarrando su mano. - Confía en mí, por favor. - le pidió, mirándolo a los ojos. Y, aunque el pelinegro trató de evitar su mirada, terminó sucumbiendo.

- ¿Cómo voy a confiar en ti si has desaparecido dos meses sin dar una sola explicación? - Jimin bajó la cabeza y asintió.

- Entiendo que estás enfadado, lo sé. Pero no me fui por gusto y si confías en mí, te juro que te lo expl... - la figura que apareció tras el pelinegro cortó sus palabras.

- Jungkook, tu madre y Yongsun te espe... - los ojos de Jin se abrieron como platos al ver a Jimin ahí plantado. - ...ran.

- Vale, ya voy. - le respondió el pelinegro, tratando de mantener la calma. Jin asintió y se fue por donde había llegado.

- Lo siento, de verdad. - volvió a disculparse Jimin.

- Hablaremos de esto en otro momento, ¿vale? Tengo que enterrar a mi padre. - el castaño asintió y se alejo unos pasos.

- ¿Te importa que me quede? - le preguntó, preocupado. Se sentía culpable por haber aparecido en ese momento, aunque creía que hubiera sido peor no hacerlo.

- No, claro que no. - le respondió Jungkook, con una sutil sonrisa. - Te agradezco que hayas venido.

- Jungkook, yo... - el pelinegro lo miró fijamente, esperando a que continuase la frase.

- ¿Sí?

- No me he olvidado de ti en todo este tiempo, te lo prometo. - le confesó, agachando la mirada avergonzado. El menor apretó con suavidad su hombro, al pasar junto a él para marcharse.

- Yo tampoco, hyung. - le respondió.

Jimin se quedó solo, en mitad del sendero, en silencio. Una estúpida sonrisa se había formado en su rostro al oír la respuesta de Jungkook.

Si no lo había olvidado, a pesar de haberse marchado, eso significaba que...

- Hasta Dios a veces se equivoca. - susurró.