Desire Island ❥ KOOKMIN

25. Desenmascarar al calvo.

No podía dormir por los malditos ronquidos de yugyeom, intenté tapar mis oídos, fácilmente eran las cinco de la mañana y yo no pegué un ojo en toda la noche, lo único que me reconfortaba era estar durmiendo en el mismo saco de dormir que mi grandulón, ese grandulón que me tiene agarrado por la cintura, durmiendo de cucharita, obvio yo soy la cucharita chica.

Jungkook me dejó un beso en la nuca, ahí supe que estaba despierto.

– ¿Estas despierto?– me preguntó.

– Claro, nadie podría dormir con esos ronquidos de tractor, tienes suerte de que yo no ronco, no me imagino la tortura que debió ser dormir con ese cinco años seguidos.– Mi grandulón rió, otro beso en la nuca.

– No debería besarte, estoy enojado contigo.– Ahora qué hice, ah. Ya si, igual estuvo mal haberle hinchado las pelotas ayer, pero es que no quería dormir junto a su ex.

– ¿Por qué? Últimamente me porto bien.– Jungkook rió de forma sarcástica.

– Bien mal diría yo, tan mañoso, para la próxima voy a enojarme de verdad.– moví mi trasero, chocando contra su pelvis.

– Alguien amaneció más contento que tú, mmm, hace cuatro días que no tiramos, cómo es esto posible, explícame.– Dije, mientras movía mi trasero contra el bulto de jungkook.

– Aquí no, jimin.– respondió, pero su cuerpo decía lo contrario, sobretodo porque me agarró fuerte de la cintura pegándome a él, quien también se frotaba contra mí.

– ¿Por qué no? Él está roncando como si tratara de imitar una motosierra, jamás se daría cuenta. No despierta con sus sonidos de foca menos por nosotros.

– No seas malo, él no puede controlar eso.– no estoy siendo malo, simplemente estoy diciendo lo que sucede, estoy hablando las cosas desde una perspectiva objetiva. Y mi perspectiva objetiva es que yugyeom ronca como si una motosierra y un tractor tuvieran un hijo y fuera el triple de fuerte.

Aún así jungkook no se hizo caso asi mismo, porque metió sus manos debajo de mi pijama, sonreí y me relajé en sus brazos, me hizo cariño en la guatita, luego fue bajando hasta llegar a mi ropa interior.

– Este pijama es nuevo, gatito, es más corto que el anterior de hecho, no sabía que tenías tantos pijamas así.

– Sip, tengo otros que realmente son indecentes, cuando vengas a mi depa te los muestro todos y cada uno de ellos.– mordió mi cuello, sonreí feliz.

Pero de repente dejó de tocarme, sacando sus manos de mi y alejándose lo más que pudo.

– Aquí no, ya habrá tiempo para tocarnos, pero aquí no, está yugyeom, seria una falta de respeto hacia él.– puse mis ojos en blanco, de verdad que me vuelvo un aniñado cuando sale él a la conversacion, lo odio demasiado.

– Ah pero esa vez en la cabaña no te importó tanto faltar el respeto, me tapaste la boca y te aseguraste de que nadie me escuchara y bien que te gustó.– hace una semana atrás no me decía lo mismo, en fin la hipocresía.

– Yaaa mañoso, eso fue una situación muy específica y no lo volvimos a hacer, así que no gatito, te amo y te deseo siempre, pero aquí no.– ay que rabia, bueno, será po, a escuchar los ronquidos de orco que suelta yugyeom, ni un terremoto lo despierta y lo van a despertar mis gemidos, mmm que rabia.– Aparte ya te dije, estoy enojado contigo.

– ¿enojado de qué? Pesado, yo debería estar enojado, mira como me tiraste ayer podrías haberme fracturado algo, podría haber muerto, tonto.– igual la fuerza que maneja es impresionante, mira que levantarme con saco y todo, eso hace que me guste más.