Hola, mi nombre es Kornkamon o Mon, soy de clase media, no me considero pobre, pero tampoco puedo decir que tenga dinero, especialmente porque mis padres son personas humildes y de buen corazón, por eso los amo mucho. Siempre me consideraron una niña muy talentosa, especialmente porque sé tocar el piano, violonchelo y el violín, así que mis padres siempre creyeron que haría de eso mi vida, y llegué a creerlo yo también, se los juro, hasta que un día la conocí a ella. No se suponía que lo hiciéramos, después de todo, ella es de una familia súper adinerada, con ascendencia de reyes, pero allí estaba yo, débil mientras era acorralada por varias personas. Déjenme explicarles, en este mundo están los alfas, los omegas y los betas, mientras que los alfas están en un estrato superior, los betas están en medio, los de más baja categoría son los omegas. ¿Cuál es la diferencia? Pues los alfas son reproductores, de caracteres fuertes, protectores y, de cierto modo, también egoístas, los betas son las personas corrientes, mientras que los omegas somos los que cargamos a los bebés, los que somos sometidos por los alfas. Si tu familia es buena como la mía, te dejarán decidir con quién vas a relacionarte, pero si eres un alfa, nos tratan como objetos, somos suyos cuando nos casamos y tenemos a sus bebés. ¿Por? No estoy muy segura, creo que es sumamente injusto. Si adivinaste que soy un omega, estás en lo cierto. Ahora, ¿por qué la admiro? Pues... ¡Ah! Se me olvido decirles su nombre, se llama Khum Sam. Ella es sumamente increíble, pero me estoy desviando. Como les decía, yo tenía 9 años cuando la conocí y estaba rodeada por muchos alfas, pudiendo oler a un omega fértil. Ya se me empezaba a notar lo que yo era, así que me intimidaban, entonces llegó ella con su porte de emperatriz, recuerdo que Khum Sam estaba a punto de graduarse de la secundaria.
— ¿Por qué tienen que ser idiotas? —Preguntó Khum Sam a los tres chicos y dos chicas que me rodeaban. Por el uniforme que traían supuse que eran de su misma escuela. — ¡Largó! —Prácticamente ladró y ellos refunfuñando se fueron, pues ella era sin duda una de las más dominantes alfas. Khum Sam tomó mi cuaderno y me lo entregó. — ¿Te hicieron algo? —Su voz se había dulcificado tanto que la sensación de arrodillarme por su energía desapareció, siendo casi maternal. Negué con la cabeza y ella me acarició al ver mis lágrimas por el miedo. —Tranquila, pequeña, no hay nada que temer... Te ves muy linda en ese vestido rosado.
En un primer momento no sabía quién era ella o su posición, solamente que era diferente a todos los alfas que nos trataban como cosas en vez de personas. La Khum Sam que conocí era dulce, amable y defendía a los que éramos indefensos, así que, cuando la vi por la televisión y mi madre me habló de su familia, la admiré mucho más. Una chica de tan alta clase que no distinguía las clases sociales, o te trataba mal si eras omega. Estaba loca por ella, por lo que mi cuarto está lleno de sus fotos y la he seguido en redes sociales, además de las entrevistas por televisión y radio. Por supuesto, nunca podría aspirar a que Khum Sam me ame, pero si puedo respirar su mismo aire y saber que de alguna forma está a mi lado, será suficiente.
—Mon, esto es una locura total. ¡Nunca la conocerás!
—Lo sé, Yuki. No espero encontrarme con ella, pero... —Sonreí al peluche de Khum Sam que había hecho hace un par de años. Habían pasado más de diez años desde que la había visto, yo era una niña y sé que no me reconocerá, tampoco aspiraba verla, simplemente saber que estaba cerca.
—Ir a la misma universidad y ahora su empresa. No es que no te admiré, pero recuerda que los omegas y los alfas están separados. En su empresa solamente aceptan alfas y betas, no omegas.
—Creo que estás ciega. —Respondí con ironía. — ¿No viste la carta de aceptación que me mandaron?
—Porque mentiste en la solicitud y les dijiste que eras beta. ¡Es peligroso!
Sabía que Yuki estaba en lo cierto, si me descubrían, podría ser peligroso, pero quería verla, lo necesitaba, ya que había estado pasando toda mi vida entre humillaciones y acercamientos nada sutiles de los alfas, por lo que mis mejores amigos eran Yuki, una omega y Nop, un beta, pues era cómodo para mí. Nop era un chico lindo, mucho, además de que me amaba y yo era consciente de eso, pero mi corazón era para Khum Sam. Nosotros los omegas, en mi caso que soy mujer, podría tener una familia con Nop, pues es chico, a pesar de que es beta, además de que era dulce conmigo y me cuidaría bien. Mis padres esperaban un emparejamiento, yo no acababa aceptándolo, muy a mi pesar de que todo el asunto de Khum Sam era imposible. Khum Sam era rica, de la nobleza y próximamente mi jefa, con suerte. Mi amor imposible era tanto como el de Nop.
—Tengo pastillas y un perfume, nadie se dará cuenta. Ni siquiera se dieron cuenta en la universidad.
—Por pura suerte, además, un día que te pusiste muy mala tuve que enviar a Nop para que te salvara. Fue un desastre.
—Te prometo tener mi móvil encendido siempre, mamá.
— ¡Mamá nada! ¡¿Tus padres saben algo sobre esto?!
—Ellos creen que hay una sección donde trabajan los omegas como en algunas empresas. —Señalé a mi mejor amiga con el dedo. — Y que se quede así, Yuki.
—No les diré nada, pero si te pones en peligro seré la primera en ir a decirle a tus padres sobre tus mentiras.
—Estoy segura de que Khum San no acepta omegas para que estén a salvo de los alfas. ¡Ella es tan buena! —Chillé abrazando más mi peluche. Sé que es tonto un peluche de Khum Sam, pero era lo que mantenía mi idea de que no todos los alfas son seres egoístas y manipuladores. —Mañana me reencontraré con Khum Sam... Estoy tan feliz.
Me coloqué un vestido rosa recordando que a ella le gustó el color en mí, y puede que mi amor sea eso, Khum Sam hace mi mundo de color rosa, más una chaqueta blanca y tomé mi bolso también rosado, caminando alegremente hasta bajar las escaleras, besé a mis padres en las mejillas, me desearon un buen día y sonreí tratando de mantener mis emociones en control. Tras llegar a la empresa fui recibida por Yha, que sería una de mis compañeras, ahora mostrándome la oficina diligentemente. Conocí a Chim, Noi y a Mhee, la persona de la limpieza. Por el olor pude darme cuenta de que Chim y Noi son alfa, Yha y Mhee son beta, pero ninguno se dio cuenta de que yo era omega, por fortuna, pues mi perfume había cambiado mi olor. Era bastante bueno y me duraba medio día, así que a la hora del almuerzo podría aplicarlo nuevamente y sin complicaciones.
—Todos son agradables, debe ser maravilloso trabajar con Khum Sam.
— ¿Te refieres a Lady Boss? —Me miró Yha con horror. — ¿Te crees eso de que ella es buena persona?
—Sí... Bueno... ¿No lo dicen las entrevistas?
—Falso. —Dijeron todos a mi alrededor.
—Lady Boss es hermosa e imponente, pero sigue siendo una alfa, y no una normal, sino la más dominante de todo el país. —Explicó Noi y Chim se unió a la conversación.
—Si los alfas ya somos un grano en el trasero, ella nos supera a todos con un mil por ciento. ¡Es una dolorosa verruga en el trasero! —Se burló Chim y Yha le pegó con una carpeta, así como Noi.
—No digas eso en voz alta, si te oyen estás muerto. —Reprendió yha y se dirigió a mí con una expresión seria. —Una vez estranguló a alguien y lo alzó hasta el punto de que sus pies no tocaban el suelo. Él la desafió y ella se enojó, dio tanto miedo que nadie más se atreve a llevarle la contraria. ¡Tampoco la puedes mirar a los ojos sin sentir la necesidad de agachar la cabeza!
—Cierto, hasta yo lo hago. —Asintió Chim y me paralicé. ¡Esa no es la Khum Sam que recuerdo!
—Lamentablemente la única silla que nos queda es la que está más cercana a la oficina de Lady Boss. Lo siento, Mon.
—Oh, no hay problema. —Dije sin pensar, pues aun no podía creer lo que decían de Khum Sam.
Tras pasar casi un mes de mis tres de entrenamiento no había podido ver a Khum Sam, todos diciendo que era una fortuna no tenerla, pues estaba de vacaciones familiares. No sabía que en ese momento estaba Khum Sam con dos de sus pretendientes, dos omegas de dinero, pues, si eres omega, solamente te respetan si tienes dinero, además de si tu pareja es de posición alta. Sus pretendientes eran Kirk su socio y Nita, una posible asociada. Resultaba que había ido de viaje a unas islas que le pertenecían y llevó a su abuela, además de a sus pretendientes. Su hermana mayor se había distanciado de la familia y su otra hermana se había suicidado, pues eran tratadas como cosas, consiguiéndoles pretendientes, especialmente porque la favorita, Khum Sam, era la única alfa. Su hermana mayor, una omega, estaba relacionada con un omega masculino y se habían fugado, especialmente porque no podría reproducirse con él y eso era una vergüenza para la familia.
—Regresaré al trabajo mañana. —Anunció mientras veía a sus dos pretendientes y a su abuela comer dentro de la mansión en la isla. A Khum Sam no le gustaba llevar a nadie a ese lugar, pero su abuela había insistido, ya que era tiempo de que su posible pareja viera las propiedades de su nieta.
— ¿Ya te has decidido entre Nita y Kirk? —Ignoró la abuela preguntando lo que más le convenía. Khum Sam rodó los ojos, especialmente porque estaba cansada. No es que tuviera particular interés en una omega mujer o uno hombre, simplemente no le interesaba nada que no fuese su empresa, como si su corazón estuviera hecho de hielo, igual que el de su abuela.
—No. —Se retorció incomoda. —Pero quiero regresar, no me gustaría broncearme más y tengo cosas que hacer.
—Ya tienes treinta años y no has concebido. No importa que nuestro título sea solamente eso, pero seguimos dando una imagen.
—Claro, recluirme en casa para tener bebés y dejarte el control. ¿No, abuela?
—No será por mucho tiempo, además, estos dos ya han esperado suficiente.
—Todavía no estoy lista para decidir... ¿Nita o Kirk? ¿Quién me hará sentir feliz? Ni siquiera me gusta que invadan mi espacio.
—Los dos tienen buen aspecto, dinero y clase social. Es de lo que te tienes que preocupar, lo demás es cosa del que escojas como pareja.
Nita y Kirk no dijeron nada mientras abuela y nieta discutían. No era extraño, ellas siempre lo hacían cuando Khum Sam se negaba a decidir. Kirk, que era más tranquilo, se levantó de su asiento y colocó su mano en el hombro de Khum Sam, tratando de mostrarse comprensivo.
—Yo te esperaré lo que haga falta.
—Complaciente. —Dijo Khum Sam con el entrecejo fruncido, no necesariamente un elogio a uno de sus pretendientes. Nita se levantó he hizo lo mismo que Kirk con el hombro libre.
—Y yo estoy lista... Pronto es mi celo y te añoro mucho.
—Ofrecida. —Soltó lacónicamente y con la misma expresión de desagrado, así que se los sacudió y se retiró a buscar sus maletas.
Les había contado a mis padres sobre los rumores de Khum Sam y ellos tampoco podían creerlo, así que, deprimida, regresé a trabajar en mi segundo mes en la empresa sin poder verla, hasta que alguien gritó la llegada de Lady Boss y todos corrieron a sus asientos, yo me quedé paralizada al verla finalmente. Ella no me había decepcionado en cuanto a energía que llena la habitación, obligando a sus trabajadores a agachar la cabeza a su líder supremo. Se detuvo frente a mí y me miró de reojo, mi corazón palpitaba tan salvajemente que creí que ella lo escucharía, quizás todos en la oficina.
— ¿Eres la nueva empleada?
—Sí. —Dije apenas audiblemente y ella pareció respirar profundamente, como si mi perfume le molestara de alguna manera. Podría ser, pues un alfa como ella podría tener el sentido del olfato más agudo.
—Ese olor de perfume barato me molesta... Cámbialo. —Demandó antes de alejarse de mí, y tras ella entrar a su oficina, todos soltaron suspiros audibles, al punto que era hilarante.
—Mon, ¿estás bien?
—Sí. —Suspiré decepcionada y casi aturdida a la pregunta de Yha.
— ¿Mon? ¿Segura que estás bien?
—Sí. —Respondí de la misma forma, cosa que preocupó hasta a Chim, ayudándome ambos a sentarme en mi silla.
Cuando llegué a mi casa me encerré en mi cuarto, no estaba llorando, pero me había dolido la palabra despectiva acerca de mi perfume, uno que no podía cambiar o descubrirían que soy una omega, pero lo peor era que realmente ella no me recordaba. Sé que no debía tener esperanzas, pero no podía evitarlo, era mi amor imposible y ahora de verdad sentía el peso de la palabra "imposible". Esa mujer no era la Khum Sam de la que me enamoré y tenía miedo de que todo lo que sabía, o creía saber de ella, fuese una mentira.
Un día Khum Sam nos tuvo trabajando sin descanso, inclusive sin poder almorzar, eso estaba debilitándolos a todos los presentes en la sala de reunión, donde Khum Sam mostraba gráficos en una pantalla sobre su nuevo proyecto de "Diversity Pop", Noi se estaba mareando y me sentí mal por ella, así que levanté la mano y ella me miró con una ceja levantada, recordando lo mal que trató a los que trataron de exponer ideas, pues ella nunca estaba conforme con nada. Ella movió la mano en ademan para que hablara y tragué dolorosamente. Noi intentó sujetarme el brazo para detenerme, pero igual me levanté.
Continuatá...
Esto es un Fanfic de la serie GAP THE SERIES 🥰 en un omegaverso, po lo tanto mucho es modificado, la serie es apenad una base para la historia.
Por favor visiten el canal de youtube de @IDOLFACTORY dónde transmiten las serie los sábados.
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Fanfic de GAP THE SERIE: Mordida de posesión
Fiksi PenggemarMon ha admirado a Khum Sam desde hace años, ya que una vez fue rescatada por ella, por lo que miente de que es beta para entrar en la empresa de su amada, pues no aceptan omegas. Mon descubre que Khum Sam no es como la recordaba y que la millonaria...